30 Días de Gumlee

★[29]★

Advertencia: [lemon] 

"Daddy"

Solo esa palabra 

"Baby"

Solo un deseo que cambio todo mi mundo...

  –•–•–•–    

Siempre fui un chico con gustos diferentes, no solo por el hecho de que me gustara el color rosa o los colores pastel, sino por que tenia un extraño gusto hacia la ropa de mujeres.

Nunca pensé que fuera malo, no hasta que mi sirvienta me encontró durmiendo con lencería y me grito, ese día recuerdo que incluso llore.

¿Soy un fenómeno? ¿Es malo tener estos gustos? ¿Por ser un príncipe debo ser perfecto? 

Yo soy el líder del dulce reino, los he mantenido a salvo y no deseo dejarlos por algo como un gusto... pero esto es algo que no puedo dejar.

No por ser el líder debo ser infeliz, si esto es malo lo mantendré esto en secreto para todos.

Seré el príncipe que desean.

Y cuando llegue la noche seré libre de hacer lo que me plazca.

   –•–•–•–    

La noche por fin llego en el dulce reino, por fin podía ser libre, al llegar a mi habitación comencé a deshacerme de toda la ropa quedando solo con una pequeña braga color rosa pastel.

Sonreí viéndome al espejo, me sentía mucho mas cómodo ahora, con una sonrisa camine hasta mi armario sacando de lo mas profundo de este un conjunto de lencería rosado, unas medias blancas, una falda rosa de tablones con dibujos de conejos y una blusa blanca con moños.

Al colocarme completamente aquel conjunto mire feliz mi reflejo, acomode un poco mi cabello y tome una pequeña barra de brillo labial sabor chicle que siempre estaba junto a este.

Una vez listo sonreí coqueto antes de que mi ventana fuera abierta dejando a la vista una sombra alta.

-Hola baby- 

Aquella voz provoco que un escalofrío me recorriera, el era el único que sabia mi secreto, el único que lo acepto, el único que me amo sabiendo mis gustos.

-Hola Daddy-

¿Quién diría que la persona que alguna vez fue mi mejor amigo ahora era mi pareja y el único que comparte estos oscuros fetiches?

Con una sonrisa inocente lo vi a los ojos, quedando embobado con tan solo hacer un pequeño contacto.

-Hola daddy- 

Juguetee un poco con mi falda al ver como se acercaba, sabia como terminaría todo esto y... mi ropa terminaría toda arrugada.

-¿Como estuvo tu día baby? ¿La pásate bien con el príncipe flama?-

Su voz se escuchaba notablemente molesta ¿Estará celoso?

-¿El príncipe? Arregle algunas cosas con el hoy nada mas, nunca haría nada con alguien que no fueras tu-

Una vez a mi lado me tomo de la cintura, su aliento golpeaba contra mis oídos causándome mas escalofríos.

-Baby ¿quien es tu dueño?-

Sus dientes mordieron levemente mi oreja.

-Soy solo tuyo daddy- 

Se separo levemente viendo mi rostro, sus ojos brillaban con lujuria, con una sonrisa pequeña volvió a hablar.