Capítulo 16:

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A la mañana siguiente me desperté con un apetito increíblemente voraz, y cuando miré hacia la cama de al lado me di cuenta de que estaba vacía, así que efectivamente mi mejor amiga no había regresado anoche.

Me levanté del colchón, comencé a desvestirme dejando todas mis prendas de ropa a mi paso, suéter, camiseta, medias, pantalones, mientras me dirigía al lavabo.

Cogí mi móvil para escribirle un mensaje a Chloe.

"Iré a desayunar en IHOP, se que amas los panqueques así que no te resistas a venir conmigo"

Presioné enviar y me metí dentro de la ducha.

Cuando salí de la ducha, cogí nuevamente mi celular y note que aún mi mejor amiga ni me había respondido el mensaje. Enarqué las cejas y vi la hora, eran las diez y media de la mañana. ¿Seguiría dormida? Bueno posiblemente, ayer seguramente se había acostado de madrugada.

Me encogí de hombros y decidí entonces ir yo sola. Me vestí con algo fresco; unos pantalones cortos blancos y una camiseta de tirantes negras, el clima seguramente allá afuera estaría bastante húmedo y caluroso, por lo que vestirse así era lo más optimo.

En cuánto llegue al IHOP que había más cercano a la Universidad, me instale en una mesa y espere a que alguno de los meseros me atendiera. Cuándo por fin uno de ellos se digno a acercarse hasta mí, le pedí un panqueque con crema, fresas y sirope.

Mientras esperaba pacientemente a que llegara mi comida, me puse a utilizar mi celular para revisar mis redes sociales y no aburrirme. Entonces de repente sentí la presencia de alguien. En cuánto alce la vista ya Max se estaba instalando en la mesa, justo en la silla que había frente a la mía.

Llevaba su cabello obscuro ligeramente despeinado, y sus ojos verdosos me observaban fijamente, bajo estos colgaban unas ligeras bolsas que evidenciaban que no había dormido muy bien la noche anterior.

—Hola—dijo.

Lo miré algo extrañada.

—Hola, Max—respondí—. ¿Qué haces por aquí?

Me puse a juguetear con mi collar de ancla.

—Vine a desayunar algo, ya comí, pero estaba apunto de marcharme cuando te vi sentada aquí sola—sonrío—. ¿Esperas a alguien?

Negué con la cabeza, al parecer después de todo no iba a comer sola como había pensando desde un principio, pero, ¿Realmente quería su compañía? Después de como me había tratado el día de la práctica de futbol americano no me apetecía mucho estar con él.

—Qué bien, entonces te haré compañía—dijo tajante—. Qué raro que ayer no te vi en el Club—comentó frunciendo el ceño.

Me quede unos segundos calladas y desvíe la mirada hacia otro lado.

—Eh, sí, tuve algo que hacer—respondí simplemente, mientras jugaba con la pajilla de mi vaso de agua fría—. Por cierto, ¿Has visto a Chloe? No contesta ni mis llamadas ni mis mensajes.—aproveche de cambiar de tema a algo que me importaba más.

No es que estuviese preocupada, sabía que ella estaría bien, pero simplemente quería estar enterada de su paradero.

—Estaba con James en el Club, se fue con él anoche—respondió—. Entonces, ¿Qué tuviste que hacer anoche?—continuó.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora