Capítulo 36:

929 55 3
                                    



AXEL:

Hubiese empleado la frase de que "finalmente era sábado" de no ser por la reunión en la que me había comprometido mi tío Michael esta noche, porque eso significaba trabajo que no me esperaba y yo ya anteriormente había planificado mi día y lo tenía prácticamente libre, salvo de unos pequeños asuntos en la oficina que no me tomarían mucho tiempo, pero ahora en cambio, tendría que asistir a aquella inesperada reunión, que de paso resultaba haber sido una confusión de mi tío respecto a la persona con la que iba a ser. No era con un representante de Nike, y eso me lo había  imaginado desde el principio porque en el momento en que lo oí sonó raro, pues ya teníamos muchas inversiones en empresas tan grandes como esas donde habíamos comprado acciones hacía años. Entonces, la reunión en cambio sería con el dueño de una nueva empresa que prometía un producto innovador para el mercado mundial, y si eso era cierto pues claramente me convenía convertirme su socio, ya que si la compañía apenas estaba comenzando y pronto tenía éxito, las acciones en un año podían cotizar en una cifra muy alta, y si yo las compraba ahorita me saldrían muy baratas, así que todo era un negocio, aunque claro, la reunión era precisamente para que yo mismo pudiese estudiar a la compañía y darme cuenta si tenía buenas posibilidades de crecer o no, en esa área era en unas de las que yo me más destacaba; escoger, y por eso mi tío también me había pedido insistentemente que fuese. Sin embargo todo respecto al producto que sería a ofrecido aún era un misterio para mí, lo cual me hacía estar  intrigado.

Como supuse, las cosas que tenía que hacer en la oficina no me habían tomado ni más de dos horas, así que a las tres y media de la tarde ya me encontraba abandonando de mi despacho. El día de hoy había sido tan tranquilo, que ni Carrie había tenido que asistir, y la oficina se sintió bastante silenciosa durante mi jornada, pero eso claramente era un aspecto positivo, pues no había tenido interrupciones de ningún tipo y me había podido concentrar en lo que debía.

La última vez que había visto a Adele había sido el jueves, y a pesar de que técnicamente no era mucho, se sentía como si fuese más tiempo. Hoy después de la reunión tenía planeado hacer algo con ella sin duda alguna, si era necesario le decomisaría sus cuadernos y libros de estudio y la arrastraría conmigo a mi departamento.

(••••)

La reunión y la reservación en el restaurant estaban pautadas para siete, y como yo era un fiel creyente de todo lo referido a la puntualidad, a las a las seis y diez ya me encontraba dentro de mi camioneta conduciendo, pues a pesar de que el Linester Git no era muy lejos, siempre había que prevenir, sobre todo por el tráfico en esta ciudad que siempre te retrasaba cuantos minutos.

Como había previsto, llegue con anticipación, a las siete menos trece minutos para ser exactos. Me encargué de entregarle las llaves de mi camioneta a un hombre joven para que la aparcará y a continuación me adentre a la estancia. Apenas le informé mi nombre a la anfitriona, esta se apresuró en escoltarme hasta la mesa correspondiente, le medio sonreí en forma de agradecimiento y ella se marcho.

Ya solo, cogí mi móvil y le escribí un mensaje a Adele:

Estoy en LG, ¿Dónde estás? A esta hora es tu turno, ¿Cierto?

Presione enviar y me quede un poco ansioso esperando su respuesta, sin embargo a medida que avanzaban los segundos y estos se convertían en minutos, no recibía nada, cosa que me estaba poniendo dudoso. En cualquier momento llegaría el empresario y si iba a saludar a Adele tenía que ser antes de que comenzara la reunión.

Para mi sorpresa y tranquilidad, en lugar de recibir un mensaje, lo que hice fue divisar una cabellera rubia recogida en una elegante coleta meneándose de lado a lado a medida que ella daba un paso hacia delante dirigiéndose a mí.

Caminos CruzadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora