Capítulo 12 (Chara) Evitar y fallar

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Estaba vigilándola aunque ella no se diera cuenta, justo desde la copa de un árbol pude verla cuando se probó la horquilla, le quedaba tal y como esperaba.

Se veía hermosa.

También pude observar como intentaba encontrarme y no lo conseguía, incluso intentó dar conmigo en el subsuelo, claro sin resultado alguno, al salir miró hacia el lugar en el que me encontraba y logré esconderme...
Lástima que las ramas de los árboles sean tan débiles...

Sentí el impacto de la caída amortiguado por algunas ramas y por el campo de flores bajo el árbol. Solo me levanté por el dolor que mi cuerpo sentía en ese instante y sentí una mirada fija en mí.

-¿Chara, estás bien?- Frisk, genial. Lo único que me faltaba era algo como esto- ¿qué hacías subida tan alto?

-Estoy bien, solo ¡Ay! Frisk, ¿qué diablos crees que haces?

-Compruebo si es que realmente te encuentras bien- dijo tocado mi espalda, debía estar un poco lastimada- Y a mí me parece que no eras tan bien.

-¡Que sí estoy bien! ¡Ay! Deja de hacer eso... Duele... Además si esto sucedió es culpa tuya- Dije con cierto reproche- Ya vete F..

Sentí como mi cuerpo cedía ante Frisk, que había tirado de mí con fuerza mientras sentía un impacto, nuestros labios se habían chocado por un pequeño instante que llegaba a dudar si en realidad sucedió, pues al instante ella ya me encontraba rodeada por sus brazos.

-Oye, qué...

-Gracias por la horquilla, me encantó y... Siento no haber venido en este tiempo...

Eso me dejó bastante sorprendida.

-O-Oye tampoco es como si me importara o algo...

-Lo sé- Se separó de mí y comenzó a caminar sin soltar mi mano.

-¿A dónde vamos, Frisk?-se estaba comportando de una forma muy poco usual y me ponía un poco nerviosa el verla así.

-Estás lastimada, deja que te cure como agradecimiento- y allí estaba de nuevo esa chica que me volvía loca, dedicándome una sonrisa que me confundía cada vez más.

-Pero ¿y todos? No puedo dejar que me vean, no les va a gustar nada.

-Estará bien, confía en mí- pronunció y comenzamos a correr, lluvia había comenzado a caer y mientas más rápido mejor, ¿cómo podría negarme a algo si ella me lo pedía de esa forma? Había algo en mí que me lo impedía, había comenzado a sentirme atraída por ella de una forma que no llegaba a comprender.

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Al llegar a su casa entramos con cuidado de no ser descubiertas a su habitación, ella tomó una toalla y me la entregó, estábamos empapadas.

-Chara, ¿podrías quitarte el suéter?

-Si me lo pides así...

-¡No! Es que- un muy notorio sonrojo cubrió su rostro- quiero decir... Tengo que desinfectar tus heridas y...

Su reacción me había causado mucha gracia y comencé a reír.

-No te preocupes, solo bromeo.

-...

-Vamos, Frisk, lo siento- dije intentando aguantar la risa- no te enfades- Me saqué el suéter un poco nerviosa- ya está.

-Recuéstate allí, voy a desinfectar la herida- dijo y sonrió.

Ella tomó un poco de algodón con alcohol y comenzó a frotarlo por mi espalda, tenía algunos rasguños un poco profundos que me habían dejado las ramas al caer, ardía.

-Ya terminé, ahora ponte esto- dejó sobre la cama un suéter negro junto a un par de pantalones del mismo color- tu ropa está mojada, no querrás enfermarte.

La vi y me fijé en algo que no me había fijado antes; decorando su hermoso cabello castaño estaba la horquilla. Le quedaba perfecto, mejor de lo que pude haber imaginado.

-Te queda bien.

-¿Eh?

-La horquilla. Te queda bien.

-Hiciste una buena elección entonces- me sonrió y pasó su mano por su cabello acariciando los bordes de lo que lo decoraba con belleza.

-No lo elegí, solo lo vi y...

Ella comenzó a reír y tomó mi mano, me extendió la toalla y la ropa y me empujó hacia el baño.

-Date prisa, te vas a resfriar.

-Como digas "madre".

Ella rió y cerró la puerta, la verdad no entiendo por qué me comporto así con ella, sé que es extraño de mi parte pero aún así no puedo evitarlo...

Será mejor que él no se entere de esto.

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Hola de nuevo!

Siento mucho no haber publicado nada, espero les guste el rumbo que va a tomar la historia, cualquier sugerencia me encantará recibirla. No sé qué tan bien esté.

Con amor,
SusurroDeViento

El sol y la tormenta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora