Actriz vs Maestra

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FLASHBACK, año 2007.

-Me gustas-dijo la chica frente a mí, sonrojándose a más no poder-y mucho...-tomo mis manos-... ¿quieres... ser mi...?-la interrumpí abrazándola.

-¿Quieres ser mi novia?-complete su pregunta sosteniéndola fuerte entre mis brazos y acercándola más a mí, recargue su cabeza en mi hombro.

-Sí-dijo suavemente mientras me sujetaba del vestido

FIN DEL FLASHBACK.

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Año 2018, Cd. De México.

-Buenos días Cuidad de México, son las 9 a.m. y tenemos un lindo día despejado, será estupendo para la desarrollar cualquier actividad al aire libre...-eso fue lo primero que escuché esta mañana levantándome del suelo de mi casa, el sonido provenía de la tele que se había quedado encendida toda la noche.

Trate de levantarme, pero mi cuerpo estaba tan pesado y la cabeza me dolía tanto, que ni mis esfuerzos sirvieron de algo, era verdad que estaba así de mal y no era la primera vez que me pasaba esto, ya era normal para mí que la cabeza me diera tantas vueltas y que me sintiera así, normal, así se pone cualquiera después de una noche de fiesta, lo bueno de la fiesta fue que la organicé en mi casa, así que no tuve que esforzarme por escoger donde dormir... si es que de verdad me había ido a dormir.

Giré la cabeza a ambos lados tan lento como pude, mi casa era un desastre, las mesitas de la sala estaban fuera de su lugar y algunas estaban volteadas, las paredes sucias (no sé cómo había pisadas y manchas de manos en la pared), la decoración en todas partes menos en sus lugares y estaba sepultada hasta el cuello por latas de cerveza, puedo asegurar que no todas eran mías, pero como es normal el desastre lo tenía que recoger yo... o más bien la sirvienta.

De pronto mi sueño vino a mi mente... ¿por qué soñaba con esa chica? ¿por qué recordaba esos momentos? ¿qué no ya tenía suficiente con saber que ella era mi ex prometida? No tenía muy clara la respuesta a todas esas preguntas, tal vez porque no me esforcé en pensar en las respuestas o porque me dolía mucho la cabeza como para pensar claramente, el punto era que mis ideas estaban en blanco.

Me quede minutos o quizás horas tumbada viendo hacia al techo, esperando que así se me pasaba el dolor de cabeza, me daba mucha gracia pensar que mientras estaba tumbada en el suelo, muchas latas de cerveza me cubrían el cuerpo, pero también me daba risa de que el hecho de que hubiera varias botellas de otras bebidas y más que nada alcohólicas estuvieran cerca de mí, pero no al alcance de mi mano como para darles el último trago.

Me quede sin saber qué hacer por mucho tiempo en el suelo, cuando sentí que la jaqueca ya se había ido trate de incorporarme, pero sólo conseguí perder el control y caer sobre las latas de cerveza y algunas se quedaron marcadas en mi piel del golpe.

Me sobe el golpe y con eso trate de volver a pararme, pero seguía sin conseguirlo.

El sonido del timbre llegó hasta mí, alguien tocaba a la puerta y yo sin saber qué era de mi vida y del espacio trate de ponerme en pie, pero seguía sin conseguirlo, hasta que el insistente timbre termino haciéndome enojar y así fue como me levante, trate de caminar pero me costaba trabajo, a mi lado vi una lata de cerveza medio vacía (ignoraba quien había sido su dueño) y la agarré y la fui bebiendo hasta llegar a la puerta.

Seguramente eran periodistas o fans míos esperando que diera alguna explicación de la decadente apariencia que mi casa había conseguido en una sola noche, yo era el centro de atención de los medios desde que comencé mi carrera como cantante (más que nada interprete en varios idiomas) pero me parecía raro que los toques del timbre fueran tan constantes, ni los medios de comunicación eran así de insistentes o al menos no cuando querían sobreexponerme.

Hola, mi nombre es CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora