Mi hija (II parte)

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Tres semanas no se dicen fácil (al menos no es mi caso) es simple y sencillamente ridículo que hasta hace pocos meses mi vida fuera la de una cantante en la cumbre de su carrera, aclamada por el público, recibiendo un salario que jamás creyó obtener en la vida y... heme aquí, ayudando a hacer la tarea a mi pequeña hija, Carolina, así es, tengo una hija y ya no me causa un shock saberlo, de hecho... me siento feliz y con justa razón, es una niña tierna, amable, sencilla y cariñosa con todos, además de ser lista, activa y social, en la escuela, ¿Qué madre no le gustaría ver a su hija así? Por supuesto que a mí sí, aunque es raro verme en esta clase de situación, sin embargo fueron muy divertidas estas tres semanas, no sé por dónde debería de comenzar para contar lo que ha ocurrido (y menos en lo que le diré a Grecia) seguramente, sin necesidad de que yo abra la boca, ella tendrá sus manos en mi cuello lista para matarme por todas las tonterías que cometí (tal vez cometa) aunque mínimo tendré la oportunidad de... de que... me toque... (Supongo). Pero volviendo al tema de mi pequeña, debería de contar todo lo que sucedió... como bien dije... tres semanas nunca es sencillo, eso de darle tiempo al tiempo, es vil mentira (en mi sabia opinión).

Y para más fácil dividiré todo en grupos, así no me confundo tanto de eventos:

Familia:

En la 1º semana, recibimos bastantes visitas, básicamente porque al no tener luz durante tres días, estuvimos Caro y yo incomunicadas, así que venían mis hermanas o los hermanos de Grecia a vernos constantemente, pero cuando volvió la luz, ya no venían con tanta frecuencia (4 veces a la semana por lo menos) creo que jamás los había visto tan seguido desde que me fui de casa. El resto de las semanas fue pacífico con ellos.

Aunque algo que me saco de onda, fue que mi hermano Rafael le dijo a mis padres, que yo tenía una hija, no sé porque lo hizo ni me interesa, a esos señores ya no les hablo ni los considero mis padres, pero Rafael sólo decía que se los dijo porque al menos merecían saber que tenían una nieta y como lo esperábamos, ellos reaccionaron muy mal (independientemente de que Carolina sea su primera nieta) es hija... de Lillian "la rara", desde que me sincere con mis padres de que me gustaban las mujeres... si de por sí ya me trataban mal, me fue peor, así que el que ahora supieran que tenía una hija, obvio que no les cayó bien, pero a mí me viene valiendo si ellos se enojan, mientras no le hagan nada a mi hija, estaré bien.

Respecto a lo demás, nos ha ido bastante bien, mis hermanas y Rafael la consienten demasiado, siempre que vienen le traen regalos y eso no le gusta a Carolina, porque siente mucha pena y hasta se esconde detrás de mí, creyendo que algún día le cobraran esos regalos, pero una vez que ellos hablan con ella, sonrió y tomó con gusto sus regalos, siento que cuando Carolina estuvo en el orfanato siempre tenían problemas financieros y se preocupaban mucho por el dinero, tanto que el desperdicio de esto (como en regalos) a Carolina la sacaba de onda y creía que había algún truco en los regalos, ¿no es eso tierno? Yo sólo le digo que no hay anda de qué temer, la abrazo y la dejo jugar, así que les pedí a mis hermanos que ya no le trajeran muchas cosas, aunque eso no les gusto para nada, es su primera sobrina y no los dejo consentirla.

También los hermanos de Grecia han venido, pero ellos no traen muchas cosas (y los comprendo y créanme que no me importa que traigan nada, me basta con que vengan a ver a mi hija) su economía no se los permite, por un lado mi familia es exitosa y del mundo del espectáculo y por el lado de Grecia, no son ni conocidos ni ricos, además de que yo jamás les exigiría que le trajeran algo, a mis hermanos es difícil hacerlos cambiar de opinión respecto a eso.

Mi trabajo:

Fue muy difícil distribuir mi tiempo entre el trabajo, la escuela de Carolina y el quehacer de la casa, muy difícil en verdad, respecto a mi trabajo, la primer semana fue como de locos, aunque por fortuna ya había adelantado trabajos y ya no había mucho que hacer, sin embargo trabajo es trabajo, en mi trabajo no he avisado que tengo una hija y siempre que Diana intenta acompañarme a casa o recogerme le dijo que no y que sólo nos veremos en el trabajo a partir de ahora y para ser sinceros es mejor así, después de todo mi hermana Dana la ama y a mí no me gusta pero para nada, pero Diana no entiende, lo que sí entendió es que ya no debe de ir a recogerme o salir conmigo, ya no, prácticamente ya no me besa ni me abraza, sólo me dirige miradas muy serias o enojadas, pero a mí me importan tanto como el polvo de la mesa... nada.

Hola, mi nombre es CarolinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora