Dulce lluvia #01

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(Johnny) – Tu rostro me parece familiar... ¿nos hemos visto en alguna parte muchacha?

(Charlotte) - No... digo sí, pero no me acuerdo muy bien

(Johnny) – Que raro que una persona que no se acuerda de mi venga a mi casa y menciona mi nombre... ¿te?

(Charlotte) - ¿Te?

(Johnny) – Si, en mi mesa tenemos varios vasos de té y café, si quieres únete y saborea nuestra cortesía de casa.

(Charlotte) – No me cambies de...

(Johnny) – Ven vamos... el té espera

Johnny da algunas palmas y las puertas de entrada se cierran solas, Charlotte piensa que es por el viento y sigue los pasos de Johnny.

(Charlotte) - ¿Vives con alguien más?

(Johnny) – Oh claro que sí... con mis mejores y fieles amigos de toda la vida

(Charlotte) -¿Y todos son varones?

(Johnny) – Oh no... también tenemos a bellas muñecas

Charlotte se asombra y sigue con el paso, Johnny abre una puerta y había una mesa muy larga, llenos de tazas en cada lugar, jarrones, flores de adorno, y pastelillos.

(Charlotte) – Y... ¿en dónde están tus amigos?

(Johnny) - ¿Amigos? ¿Quién dijo que tenía amigos? ¿Tú lo dijiste? ¿Tienes amigos?

(Charlotte) – Pero tú mismo lo has dicho...

(Johnny) - ¿Enserio? Pues bien... te presento a mis amigos.

Charlotte mira hacia arriba impaciente y un poco desanimada, de repente Johnny le pide que tomara asiento, ella se sienta al frente de él, en lo largo y distancia... Charlotte mira a los alrededores y varios muñecos estaban sentados en cada silla.

(Johnny)- Te presento a mis amigos... Luffy, Jone, Juan, Pepito, Laura, Brenda, Santiago, Edward, Marcos, Mateo, Jesús, Sheeran, Rowell, Drew... ¡ah! Y a mi hermano Jonathan y mi padre George.

(Charlotte) – Pero todos ellos son simples muñecos o títeres.

Johnny deja caer su taza al suelo, haciendo que se rompa, el tose y sujeta a un títere y lo pone en su pierna.

(Johnny)- No la escuchen... está loca, le patina el coco.

(Charlotte) - ¿Perdón?... usted está demente

(Johnny) – Pues muchas gracias... - risa de payaso- eso me gusta.

Charlotte se levanta de su asiento y se retira del comedor, ella camina furiosa hasta la puerta principal, pero esta está cerrada.

(Johnny) – Tu nombre... ¿cuál es tu nombre muchacha?

(Charlotte) - ¿Para qué quiere saberlo?

(Johnny) – Para nada, solo quiero acordarme de ti, dime... ¿Cuál es tu nombre?

(Charlotte) – Charlotte... ese es mi nombre

(Johnny) – ¿Por qué se hará conocido ese nombre? ¿Para qué me buscabas?

(Charlotte) – Tú me conociste de pequeña... ¿verdad?

(Johnny) – Tu... de pequeña, ¿te conocí?

(Charlotte) – No... creo que no, olvídalo, me confundí de persona.

(Johnny)- ¿Qué tienes en tu mano derecha?

Charlotte aprieta el muñeco de tela, mientras que Johnny se acercaba poco a poco hacia ella, ella retrocede con temor, pero luego levanta la mano y lo estira, enseñando el muñeco a Johnny.

(Johnny) – Ese muñeco... ¿Aún lo sigues guardando?

(Charlotte)- Lo tuve desde que era una pequeña, o eso recuerdo.

(Johnny) - ¡Eres tú! ¡Eres tú!

Johnny corre y la abraza, ella se queda quieta como una estatua, no responde al abrazo, parece estar confundida, Johnny le coge de la mano y la lleva de vuelta hacia el comedor.

(Johnny) – Lo siento por lo de hace rato... Johnny es así siempre... espera un momento, yo soy Johnny

(Charlotte) – Una pregunta... ¿Cómo sabías que era yo? O mejor dicho ¿Cuándo nos conocimos?

(Johnny) – Cuando tú eras una pequeña bebita, eras una cosita así de pequeña, igual que este muñeco.

Johnny sujeta un muñeco de bebe y se queda mirándolo, Charlotte habla sobre que su mamá le había dicho muchas cosas, hasta que ella calla y le mira, Johnny lloraba, sentía algo en su corazón, un dolor intenso, su mano empezaba a temblar, sus lágrimas se tornaban rojo.

"-¡Johnny!"

(Charlotte) - ¡Johnny!

(Johnny) – Oh disculpa, me llevé por mi mente, ¿Qué decía?

Las lágrimas de sus mejillas regresaban a sus ojos, entrando otra vez, como si todo fuera magia.

(Charlotte) – Johnny... ¿Se encuentra bien?

(Johnny) – Claro... ¿quién me dice que no lo estoy?

(Charlotte) – No... es que...

(Johnny) - ¿Pastelillos?

Johnny alza la mano lentamente y unos pastelillos que se encontraban en la mesa empezaron a flotar, Charlotte se queda con la mirada de asombro y no puede cerrar la boca, los pastelillos llegaron hasta su plato, y ella pestañaba varias veces para saber si lo que veía era real.

(Charlotte) – Co... ¿Cómo haces eso?

(Johnny) –Soy un mago, o ilusionista, pueda que todo lo que ves no sea real.

De repente la cabeza de Johnny giraba varias veces sin girar para atrás, Charlotte se quedó impactada al ver esta escena, ella mira su reloj de muñequera y mira la hora, se sorprende y se levanta de su asiento.

(Charlotte) – Es muy tarde...mañana tengo clase

(Johnny) – Pequeña... dame el muñeco.

(Charlotte) - ¿El muñeco?

(Johnny) – Si amiguita, el muñequito, dame rápido que el tiempo no es oro ni dinero... espera, ¿Qué dije?

Charlotte le entrega el muñeco de tela en su mano de Johnny, rosándose entre sí.

(Charlotte) – Tengo frío

(Johnny) – Pues a la próxima abrígate más

Charlotte se quedó un poco con las dudas, sobre en verdad... ¿Quién era el?, ella se retira de la mansión Mawson y empieza bajar del lugar, las nubes tapan la luna, casi no alumbra el camino, pero ella puede ver normal.

Al llegar a su casa, ella cuelga su abrigo en la colgadera, ella sube hacia su habitación y en medio del pasillo encuentra...el muñeco de tela, otra vez.

(Charlotte) – Esto es...

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