—¡Estúpido!—grita un niño rubio de doce años
—...—se sorprendente ante el grito de su pequeño hermano, Félix Agreste nunca había oído a su hermano menor (por tres años) decir una mala palabras y menos a el.
—No te quiero volver a ver—su voz la da tristeza
Solo trataba de consolarlo, su mamá acababa de ser sepultada y él quería que no se sintiera triste y roto, como el mismo.
—Está bien, Adrien. No volverás a ver durante un buen tiempo, espero y seas Feliz.
Dió la vuelta ignorando la mirada que la secretaria de su papá le daba, baja del auto en el parque, no tarda en llover pero no le importa.
Se sienta en la fuente viendo como niños juegan y en especial dos niñas gemelas que escapan un árbol para ayudar un gato.
—姐姐—escucha decir a una niña de dos coletitas falda rosa y blusa blanca.
—妹妹, ya bajo solo falta un poco—toma al gato y baja, ella es un poco más alta y viste igual que la otra solo que sus colegas son más largas y un mechon parece desafíar la gravedad.
Se sientan a un lado ignorandolo.
La lluvia comienza, el se queda ahí sin hacer nada, dejando mojarse con esa expresión melancólica en su rostro perfecto.
De repente ya no se moja, y un golpe en su hombro hace que mire hacía arriba, sus ojos quedan fijos en unos color zafiro.
—Ten, lo necesitas más que yo, digo yo vivo en la panadería de la esquina. Lo que quiero decir es...—nerviosa mira a su hermana que se acaba de ir—que no estés triste, vale no se lo que hayas pasado pero creo que enfrentarlas cosas con una sonrisa en el rostro es mejor, así que sonríe.
Da un tímido beso en su mejilla antes de correr, pero la niña se detuvo.
—Por cierto soy Marinette Dupain-Cheng.
Le sonríe tan encantadoramente que sus rostro se siente caliente, cierto ella no es una niña.
Al llegar a su residencia ingnora a todos y se encierra en su habitación. Al salir de ella va directo a la oficina de su padre evitando todo contacto con Adrien.
—Padre, quiero ir a un colegio—va al grano.
—¿Qué?
—lo qué has oído, iré a un colegio con o sin tu aprobación, sobre las actividades extracurriculares las haré saliendo de el mismo. Los fines de semana serán libres para mí gusto, para tu información solo te lo estoy comunicando—da la vuelta ignorando el estado de su padre incluso la sorpresa de Nathalie.
De regreso cava su biblioteca personal donde seguramente estaría toda tarde y mañana del día Domingo.
By: Lizisi
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Ella
Fiksi PenggemarSi quieren saber de que se trata, solo lean y denle una oportunidad a esta idea que surgió.