3. Entre sueños...

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(Como siempre pido prestados las personificaciones

de los lindos, sexys hermosos personajes

de Nakamura para escribir una historia propia)

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Esa noche, volvió a casa sumamente enojado se podría decir que la expresión sobresalía de su rostro, su ceño fruncido, afilando la mirada y apretando los labios, al llegar a la casa Usami arrojo todo lo que estuviera a su alcance queriendo descargar la frustración que había en sus ser, sus cabellos empezaron a enredarse con tanto movimiento brusco de parte de adulto quien parecía un caballo salvaje totalmente enloquecido evitando cualquier intención de ser domado.

Su padre se encontraba fuera de la casa así que no podría exigir explicación a lo que sus ojos vieron, tiro jarrones, cuadros que decoraban las paredes, los empleados solo se quedaron anonadados y solo Tanaka fue uno de los valientes que se atrevió a acercarse, a paso lento mientras el peligris se tumbó en uno de los sillones con la respiración agitada y algo sudado .

- ¿Qué quieres?... - hablo con su brazo derecho cubriendo su mirada.

- El joven Haruhiko y el joven Misaki anunciaron que esta noche no vendrán a casa - hablo sereno pero internamente sintiendo la frustración de su amo, niño al que vio crecer en un pequeño cuarto, quien volvía a tener esa expresión de soledad en la mirada que no podía desahogar.

- No, no quiero saber nada - hablo levantándose con suavidad ocultando su mirada, los demás ayudantes solo podían ver a través de marco de la puerta, pensando que se volvería violento con ellos aunque la cocinera principal una mujer de unos casi 48 años regordeta los empujo hacia la cocina evitando que vieran aquella escena de Akihiko - Me iré a dormir -

- Pero ¿Y la cena? - Tanaka pregunto.

- No quiero nada - hablo retirándose a paso lento hasta perderse por los escalones.

- El joven esta... - la cocinera se acercó al lado de Tanaka.

- Lo se Nelly, el joven está dolido, sé muy bien el cariño y amor que le tenía al joven Misaki - hablo mirando al suelo rastros de vidrio y pedazos de tela toda clase de material que alguna vez fue una artesanía o arte, convertido en basura.

- ¿No crees que deberíamos decirle? -

- Nosotros no tenemos ese deber, ellos son quienes tiene que hablar -

- Ambos sufren y yo no quiero nada malo para ambos, aunque tampoco para el Joven Haruhiko -

- Nelly sé muy bien que te encariñaste con el joven Misaki pero nosotros debemos mantener cierta distancia entre sus problemas sobre todo por el señor Fuyuhiko -

- Lo entiendo, no diré nada - menciono cabizbaja la mujer mayor.

Tirado encima de la cama , su camisa desajustada con los botones abiertos, sin el cinturón pero con los pantalones puestos, rodo en la cama viendo a un lado la luna llena que se asomaba entre las cortinas, su cabeza en un total lio y enojo, totalmente sumido entre el odio, la rabia y desamor.

No quiso dormir pero entre un pensamiento a otro imaginando incontables veces lo que estarían haciendo Haruhiko y su Misaki...

Sabiendo que no sería algo parecido a hablar, se molestó consigo mismo pero aquella sensación era asfixiante y dolorosa tanto que era imposible respirar sin morder sus labios de la frustración. Sin darse cuenta, tan sumido en aquellos pensamientos cayó ante la falsa ilusión y cansancio en su sueño profundo...

La Per*a de MisakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora