La Per*a de Misaki

22. Despedida...

Los brazos del escritor cubrían la cabeza del menor, colocándose debajo para ser quien recibiera el mayor daño y antes de que ambos cuerpos tuvieran una fuerte caída, una especie de red le azoto dañando su espalda por la fuerza de la caída contra está e incluso percibió como se rompía tras rebotar una vez para dejarles caer otra vez.

Akihiko pudo admirar la red rasgada y ver como no había podida salvarlos, estaba asimilando el dolor próximo, uno que no llego aun cuando toda su vista se oscureció.

¿Es que habían muerto sin sentir el dolor?

¿Tan fuerte el impacto?

Tenía terror de abrir sus ojos, sobre todo al oír el bullicio cercano ¿Es que aún no había muerto del todo?

Las voces se encontraban llamando por sus nombres y por reflejo se aseguró de que aún mantenía a Misaki acurrucado en su pecho, poco a poco se enderezo con dificultad sobre ese material tan inestable a sus pies, un entorno acolchonado oscurecido de color azul, como si fuese una especie de globo hecho de una lona resistente.

No estaban muertos, o eso lo comprobaría tras salir de ese lugar, confundido empezó a moverse buscando una salida trazando paso con su brazo, el aire era demasiado denso dentro de aquella masa que los envolvía y estaba seguro de que si se quedaba quieto podría terminar asfixiándose junto a su acompañante, cuando perdió las fuerzas al estar sofocado y estaba a punto de rendirse con buscar una posible salida una mano sujeta la suya, apretando la extremidad sintió un jalón guiándole a una dirección no espero para apretar el cuerpo de Misaki contra el suyo y se dejó arrastrar, hasta sentir el aire puro llenado sus pulmones.

Sacándolo de en medio de aquel acolchonado, quedando cegado al salir y ser recibido por los fuertes rayos del sol junto a un fuerte abrazo donde en medio estaba Misaki

- Dios mío, me alegro tanto de verlos... - susurro temblando - ¿Están bien? ¿Qué rayos paso allá arriba? - Akihiko apenas podía pararse, el vértigo de la altura aun le producía temblores en las piernas.

- ¿T-Tú...? - miro alrededor extrañado por su entorno sobre todo la zona donde habían aterrizado, el estacionamiento de la empresa notando que se salvaron fue gracias a unas carpas inflables de la compañía Usami casi apiladas que tenían como base una plataforma rodante, más arriba una capa de red que usaban para filtrar los rayos del sol rota en un determinado lugar, había gente de la empresa e incluso algunos guardias, mirándolos con preocupación.

- Llame a la ambulancia - Haruhiko se encargaba revisar al menor mientras los cogía entre sus brazos - ¿Estas herido, Akihiko? -

- No, estoy bien... -

- Bien, descansa por favor - la voz tan amable de su hermano le daba más razones para pensar que en realidad ya estaba muerto y que se hallaba en algún tipo de mundo alternativo, como alguna de sus historietas en donde se enfocó el género de la fantasía.

- ¿Si estabas aquí porque no nos ayudaste? ¿Dónde demonios estabas? ¿Quieres hacerte el héroe apareciendo al último momento? O es que es alguna treta de nuestro padre y tú estás con él... - exhalo agotado, aun no se recuperada del tremendo susto de haber caído de una gran altura.

- Respira profundo, vine para reunir ciertas pruebas y no esperaba encontrarlos aquí -

- ¿Pruebas? ¿No ves que Misaki está inconsciente por culpa del viejo? -

- Quise ir hacia ustedes, pero la explosión asusto a los empleados que empezaron a salir disparados las escaleras estaban llenas me era imposible venir por Misaki - explico mientras se aferraba tembloroso al pequeño, aliviado de sentir su calor y leve respiración que golpeando sus mejillas.