Capítulo 2- Despertando el ser que nadie conoce

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Zeika estaba tirada en el suelo, con pies y manos atadas por una apretada soga y la boca cubierta por una cinta adhesiva, con un mal presentimiento pero con adrenalina en el cuerpo. Todavía luchaba por zafarse de su amarre y ya casi lo lograba, escuchaba pasos fuera de la habitación, su corazón estaba muy acelerado por los nervios de las cosas que pudieran pasar si no lograba escapar de allí.

Finalmente lo logró y la castaña sintió más libertad en el cuerpo, pero aún seguía preocupada, se retiró la cinta de la boca y luego para finalizar hizo algo que le encantaba y le complacía mucho... se tronó todos los dedos de las manos y luego se estiró para a la vez hacer sonar los huesos de su espalda, piernas y cuello. Se quedó un rato parada tratando de aclarar su mente...

"¿Cómo fue que pasó esto?" –se preguntaba a sí misma sin recordar casi nada de lo ocurrido, pero poco a poco logró aclarar su mente y lo recordó todo, desde la mañana que se despidió de su hermanito y su padre porque se fueron al hospital, hasta la caricatura que estaba viendo y luego cuando el extraño le habló... hasta ahí recordó todo. Estuvo un rato parada reflexionando. Podía encontrarse en una situación difícil, secuestrada por alguien extraño en un sitio que desconocía, pero sin embargo la castaña no estaba tan mal, solo un poco preocupada, pero tenía la adrenalina a millón.

Se paseó por la habitación tratando de ver qué podía hacer para salir de ese lugar... sacó su pañuelo verde para secarse un poco el sudor, puesto que estar atada hizo que las partes amarradas sudaran un poco.

Estuvo analizando la habitación, era una habitación cerrada, sin ventanas y hacía calor, las paredes eran de cemento al igual que el suelo, tenía un aspecto antiguo, estaba en ruinas y llevaba algunos pedazos de papel tapiz despegados en su mayoría de las paredes.

Se siguió paseando, había en esa misma habitación una pequeña mesita que la chica al ver lo que tenía encima hizo que abriera sus verdosos ojos y su adrenalina subiera más... era un cuchillo, lo tomó y analizó, estaba muy bien afilado, quizá fue un descuido de los secuestradores de dejarlo en la misma habitación donde estaba la víctima. Zeika veía el cuchillo mirando cada detalle que tenía el mismo plateado, mango muy bien colocado, como los cuchillos de la carnicería de su padre, ella lo ayudaba a veces cortando la carne para poder servirla y entregarla al comprador, se había vuelto muy buena cortando y sirviendo. Pero en ese caso algo muy extraño pasó por su cabeza, algo que la perturbaba pero a la vez le hacía sentir un extraño placer.

Escuchó una voz fuera de la habitación donde estaba y sintió nervios, su corazón se aceleró más y la adrenalina se le subió, inclusive se podría decir que su adrenalina superaba sus nervios.

-Veré si nuestra mujer ya despertó. –escuchó decir desde afuera.

Pero se llevó una sorpresa al entrar a la habitación y encontrarse con su propia víctima ya desatada y con un cuchillo en las manos... no supo qué decir cuando la chica se le abalanzó encima como un tigre y lo acorraló en la pared mientras tapaba su boca, su corazón latía fuertemente mientras que su emoción aumentaba cada vez más. Tenía su mano en la boca del hombre para que no gritara y lo sujetaba con mucha fuerza, el hombre trataba se empujarla con todas sus fuerzas, pero no podía, Zeika en ese momento era mucho más fuerte y hasta ella misma se sorprendió... ¿de dónde había sacado aquella fuerza?

Mi demonio internoWhere stories live. Discover now