Ella no es normal...
Zeika es una muchacha de 18 años, muy triste y solitaria que no sabe exactamente qué rumbo da su vida, atormentada por recuerdos del pasado que no la dejan vivir bien. Sin una madre que la acompañe, sino solamente su padre y s...
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Los chicos que dormían finalmente se despertaron, empezando por Kucuy, que al mirar la comida ya preparada ni lo pensó dos veces para ir directo a devorarse el plato, lo mismo con Loeh y Sammy, el más paciente y a la vez perezoso de levantarse fue Meko.
-Ustedes son unas fieras. –le dijo a sus amigos, que al levantarse corriendo le pisaron la mano.
Con mucha paciencia se levantó y giró la muñeca de su mano lastimada, se desperezó y fue con sus amigos a buscar la comida, los conocía muy bien, y sabía que si tardaba demasiado terminaría quedándose sin desayuno.
-Katie, esta comida te quedó preciosa. –le dijo Kucuy a su amiga que se encontraba sentada en una roca pensando, la muchacha volteó y lo miró con desconcierto.
-No fui yo. –le dijo secamente.
-Ehm... entonces gracias a ti, Katou. –le dijo ésta vez a la otra muchacha que se encontrada a la izquierda de la cueva sentada en el suelo, igualmente lo miró con desconcierto.
-Yo tampoco fui. –aclaró.
-¿Entonces quién hizo esta comida? –preguntó Loeh confundido.
Katou se levantó de su asiento y se dirigió a los muchachos a servirse un poco de jugo.
-Fue Zeika. –aclaró la duda de una vez por todas.
Los muchachos al oír su nombre se quedaron callados, era un silencio incómodo, todos recordaban lo de la noche anterior pero nadie quería mencionar ese tema.
El primero en romper el silencio fue Meko.
-Zeika cocina muy bien, ¿verdad Kucuy?
El muchacho asintió disimulando una sonrisa, pero en realidad estaba incómodo.
-Chicos... luego de lo que pasó ayer entiendo que estén un poco perturbados, pero vamos... Zeika no es tan mala persona.
-¿Cómo lo sabes? –quiso saber Loeh. –La recién conocimos ayer.
-No sé cómo lo sé... pero es verdad, no se ve una mala persona, le salvó la vida a Sammy ¿o lo olvidas Kucuy?
Kucuy lo miró mientras masticaba su sándwich y en esa vez no disimuló más.
-Es cierto... en esa parte se lo agradezco mucho.
-Yo le agradezco más. –Dijo Sammy –Admítanlo, si Zeika no hubiera aparecido de seguro estaría muerta ahora mismo.
-Todos agradecemos eso Sammy, pero ahora tengo un poco de desconfianza –confesó Loeh.
Katie se levantó y se dirigió a los muchachos.
-Chicos, entiendo que estén de esa manera... yo estoy incluso peor, no quiero que tengamos una asesina siguiéndonos, con esto ya nos hemos convertido en cómplices, y en verdad necesito que tengan en cuenta de que si ella decide irse, no podemos hacer nada, sé que lo haría por su bien y el nuestro... ese instinto asesino que tiene no es normal. Pero hay que agradecerle, por salvar a Sammy.
