Ella no es normal...
Zeika es una muchacha de 18 años, muy triste y solitaria que no sabe exactamente qué rumbo da su vida, atormentada por recuerdos del pasado que no la dejan vivir bien. Sin una madre que la acompañe, sino solamente su padre y s...
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Al día siguiente, la primera en despertar había sido Zeika, estuvo decidida a levantarse temprano, ya que tenía algunos asuntos pendientes, fue ella quien preparó el desayuno, hizo unos cuantos sándwiches para cada persona tomando la comida que habían comprado los muchachos el día anterior, hizo uno para ella, colocándole tres lonchas de jamón, puesto que le encantaba; y una de queso, se sirvió un poco de jugo y se retiró del lugar. Pudo notar que una de las chicas se empezaba a mover, era Katie, que ya había despertado, estuvo viendo a Zeika hacer el desayuno con un poco de miedo debido a lo de la noche pasada. Pero se decidió a hablar con ella de una vez por todas.
-Hola. –saludó.
-Hola Katie. –contestó la muchacha. -¿Cómo sigues de tu estómago?
-Pues mejor que anoche, supongo.
-Come, te hará bien. –le dijo mientras señalaba con el dedo un plato con un sándwich.
-Está bien, ahorita voy... pero dime, ¿cómo estás?
-Estoy bien.
-¿Cómo puedes estar bien? Mataste a un hombre anoche a los ojos de todos nosotros.
-En verdad lo siento. –se disculpó Zeika con la mirada fija en su sándwich, no lo demostraba pero realmente estaba llena de remordimiento –Hice mal, lo sé, pero no sé cómo controlarlo...
-¿Te arrepientes?
-La verdad, Katie –subió la mirada para verla –No, no me arrepiento de nada, porque ese cazador quería violar a Sammy.
-Pues sí pero... lo mataste, hiciste un acto de homicidio gravísimo.
-No es primera vez... no entiendo por qué en este no siento miedo.
-Bueno...al menos agradezco el que hubieras salvado a Sam.
-No es nada. –dijo con una media sonrisa, luego Katie se fue a comer.
Luego de terminar su sándwich, fue al lago para lavar su plato y al regresar vio que ya Katou estaba despierta y mirándola fijamente. De una vez supo que le esperaba un interrogatorio.
-Buenos días, Zeika. –saludó.
-Buenos días, Katou.
-Tengo que hablar contigo.
-Está bien.
Katou ni miró su comida cuando dirigió a Zeika a un sitio un poco profundo en la cueva para conversar con ella, lo cual no era tan necesario.
-No me sorprende mucho verte matar a personas, Zeika... ya he visto esas cosas antes.
-Hmm, entiendo.
-Pero... nunca había conocido a alguien como tú.
-¿Debería sentirme elogiada?
-No lo sé en realidad.
-Bueno, Katou, lo que podría decirte es que yo no puedo explicar cómo hago esas cosas... es como si algo me poseyera, ¿lo entiendes?
-¿Como un demonio?
-Sí... exacto, como un demonio interno.
-¿Y no tienes miedo de que crezca?
-Realmente sí... porque no quiero hacerle daño a las personas que me importan, ni a ti ni a los muchachos, mucho menos a mi padre o a mi hermanito.
-Te importa tu familia ¿no?
-Claro que sí, son mi vida.
-Eso es lindo... oye, una pregunta.
-Está bien. –la pelirroja observa a la castaña fijamente.
-¿No crees que te puedan arrestar?
-La verdad es que la verdad tarde o temprano se termina revelando... así que puede que algún día me atrapen... pero en verdad no quiero que eso pase, preferiría morir antes de eso.
-Entiendo.
-Ahora yo te hago una pregunta a ti –le dijo la castaña a la pelirroja mientras la miraba fijamente.
-¿Qué pasa?
-¿Qué hacías mientras yo estaba afuera?
-Pues... -Katou se sonrojó mucho. -¿Si te digo no le dices a nadie?
-Está bien, lo prometo.
-Bueno... estoy enamorada de Loeh, nos gustamos desde hace mucho tiempo y pues... nos dejamos llevar.
-¿Enserio? –dijo Zeika un poco sorprendida.
-Sí, me parece tan genial estar con él.
-Ya veo... te envidio tanto, nunca he tenido un amor verdadero.
Katou se fijaba mucho en sus amigos, así que sabía que esa oportunidad no la dejaría pasar para decirle a Zeika algo interesante.
-¿Enserio dices eso? –le lanza una sonrisa pícara mientras Zeika la observaba confundida.
-¿Qué quieres decir?
-¿No te has dado cuenta de cómo te mira Meko?
-¿Meko? –se sonrojó al instante.
-Sí, deberías hablarle y que se conozcan mejor.
Zeika estaba como un tomate, casi que del mismo cabello de la pelirroja, pero emocionada, así que simplemente sonrió y asintió.
Ambas chicas voltearon y vieron a Katie sentada de espaldas fuera de la cueva pensativa.
-Deberías hablar con ella –le sugirió Zeika a su amiga.
-Eso haré.
-Vale, hazlo, yo ahora vuelvo.
Katou fue a hablar con su amiga Katie, mientras que Zeika por su parte, se fue del lugar y dejó una nota junto al desayuno de los que estaban dormidos que decía.
"En verdad lamento mucho lo de anoche, chicos, entiendo perfectamente si cambiaron su perspectiva sobre mí, y realmente pido perdón por lo que vieron, por esas imágenes... por todo. Pero ahora vuelvo, y les traeré una sorpresa, espérenme, no cometeré locuras, lo prometo.
ATT: Zeika."
Hola personas lindas! Tanto tiempo sin actualizar... espero de verdad que hayan disfrutado de este capitulo, voy a editar algunos y voy también a remediar unos cuantos errores de escritora que cometí, pido disculpas por no se tan constante, en verdad... pero ya verán que no habrá arrepentimientos cuando la historia siga.
