Ella no es normal...
Zeika es una muchacha de 18 años, muy triste y solitaria que no sabe exactamente qué rumbo da su vida, atormentada por recuerdos del pasado que no la dejan vivir bien. Sin una madre que la acompañe, sino solamente su padre y s...
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Mientras Zeika dormía al lado de Katou, se despertó a las 3:30 de la madrugada automáticamente, así como suele pasar a veces, pero al despertarse escuchaba sonidos extraños alrededor de ella y no podía dormir otra vez, aunque trataba por todos los medios de quedarse dormida no lo lograba, así que quiso ir al lago para tomar algo de agua, caminar un poco y tratar de ver si puede quedarse dormida. Así que se levantó y fue camino al lago cuando volvió de nuevo aquel sonido.
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Katou, que estaba durmiendo junto a Zeika, pudo sentir cuando la castaña se levantó, no le dio gran importancia y quiso seguir durmiendo, pero el problema era que no tenía sueño, pues ya estaba despierta antes de que Zeika se levantara. Loeh, que estaba a su derecha tampoco estaba durmiendo y pudo ver como Katou tampoco.
-Pst. –le silbó a la pelirroja sin tratar de hacer mucho ruido.
-¿Sí? –preguntó en voz baja.
-¿Tampoco puedes dormir?
-No... no puedo.
-Yo tampoco.
-¿Quieres caminar? –le propuso.
-Bueno, está bien.
Ambos cuidadosamente, para no despertar a los demás, se levantaron y fueron a caminar juntos por el lugar.
-Ya veo que eres nocturna. –le dijo Loeh a la pelirroja.
-Sí, igual que tú –coincidió sonriéndole.
Estuvieron un rato hablando de estupideces en plena madrugada cuando en un momento Loeh quiso decir algo...
-Oye Kat.
-¿Sí?
-¿Si te digo algo no reaccionarás de mala manera? ¿Ni dejarás de verme del mismo modo o algo así? –preguntó riéndose un poco apenado.
-¿Qué dices Loeh?
-Solo responde.
-Ehm, pues no, eres mi mejor amigo, claro que seguiré viéndote de la misma manera. Aunque todo depende de lo que digas.
Loeh, un poco más avergonzado decidió por fin dejar esa vergüenza de lado y decirle:
-Ese es el problema... que no quiero ser tu mejor amigo.
Katou al escucharle ya supo de qué se trataba, así que no contestó nada para ver qué decía.
-Quiero ser algo más –le confesó –Me gustas.
La pelirroja ya se esperaba que el castaño se le confesara, aunque lograba ocultar bien su interés, debido a que éste tenía miedo a ser rechazado. Pero ahora ya era diferente, había pasado demasiado tiempo ocultándole a Katou lo que sentía y de una vez se lo quiso hacer saber aunque fuera rechazado por la pelirroja, que por su parte estaba emocionada, a ella también le gustaba Loeh, pero igual que él, lo escondía muy bien.
