— ¿Camila? — Levante la vista de aquel libro y fruncí levemente el ceño al ver la cara pálida y de preocupación que tenia Dinah — Teléfono —Había pasado un buen tiempo desde la última vez que hable con Lauren pero no me preocupe por que no es que vivíamos tan cerca, ademas que primero iba a comprar algo cerca para volver por su auto.
— ¿Si? — Fruncí más el ceño al escuchar como sorbían por la nariz — ¿Hola? — Volví a repetir.
— Camila — La voz de Veronica sonaba ronca, apagada, temblorosa. Como si estuviera llorando por horas.
— Vero, ¿Estas bien?, ¿Qué pasa? — Y fue en aquel momento que mi corazón comenzó a latir desenfrenadamente. Como tenia este presentimiento de que lo que vendría después por la boca de la castaña no me iba a gustar para nada.
— La-uren, Lauren esta en el hospital Camila. Dinah te dira todo, de-debo dejarte. Por favor, ven — Y con eso la llamada fue cerrada.
No me di cuenta cuando las lagrimas empezaron a bajar por mi cara ni cuando había agarrado mi chaqueta y salido por aquella puerta, escuchando a Dinah llamar mi nombre pero la escuchaba tanto en la lejanía que me era difícil concentrarme en otra cosa que la frase de Veronica 'Lauren esta en el hospital Camila' Eso era lo único que retumbaba en mi mente una y otra vez.
Mis manos temblaban cuando trataba de entrar aquella llave en el auto y sentí una mano en mi hombro haciendo que brincara por el susto.
— Déjame a mi Mila — Asentí haciéndome a un lado y deje a Dinah encargarse. Mientras yo estaba en estado de shock pero las lagrimas no se detenían.
En menos de lo esperado estaba frente al hospital y no espere a que mi amiga aparcara salí dispara al área de emergencias, la cual estaba algo vacía pero pude diferenciar a Veronica en unos asientos con las manos cubriendo su cara mientras su cuerpo temblaba levemente y no dude en caminar a su dirección.
— Veronica — Mi voz salió apenas audible y Veronica levanto el rostro, tenia los ojos hinchados, rojos, al igual que su nariz, la cara pálida y mojada por las lagrimas que aun resbalaban por su cara.
Solo pude sentarme a su lado y abrazarla para llorar con ella. No fue hasta casi dos horas y media después que apareció un doctor de mediana edad con su traje quirúrgico y sonrío al vernos.
— ¿Están aqui las tres por la chica del accidente? — Asentimos — ¿Lauren Jauregui? — Volvimos asentir — Perfecto —Tomo asiento al frente de nosotras y soltó un suspiro cansado, estiro un poco sus piernas y nos dio de nuevo esa sonrisa triste.
— Maldita sea, doctor. Ya suéltelo — Veronica al igual que yo estaba desesperada, lo único que yo me quedaba callada.
— Escuchen, Lauren esta muy maltratada. Quien le haya golpeado de verdad quería matarla o hacerle mucho mucho daño. Cuando vino aquí se desmayo al entrar a urgencias por el dolor. La suerte es que no hubo daño al craneo, por lo visto tuvieron que darle con algún artefacto, ya que tiene un par de huesos rotos. El único daño que tiene en la cara son algunas cortadas, hematomas y arañazos lo demás esta bien — Respiramos aliviadas — Tiene dos costillas rotas y una del otro costado casi le perfora el pulmón y el abdomen... Bueno, esta dañado. Es muy probable que tenga una hemorragia interna. Por lo que pude ver, sus nudillos están lastimados. Lo que quiere decir que dio pelea — Pude ver de reojo la leve sonrisa de Veronica. El doctor volvió a suspirar rascando levemente su frente — El problema no esta en su cuerpo, sino en su pierna izquierda. Al parecer le dieron varias veces, bastante duro. Rompiéndola en tres partes — Entonces sentía la rabia apoderarme junto con las lagrimas. ¿Quien le habrá hecho aquello? — Esta, por así decirlo, muy poco servible, dudo mucho que cuando mejore no pueda volver a dedicarse al boxeo — Le miramos sin entender — Soy fan.