*3*

144 10 0
                                    

Uno de los recuerdos que tenía de mi pequeño hermano era el collar que le había obsequiado a Justin. Haberlo visto tirado en el suelo como si fuera basura inundo mis adentro de rabia. ¿Era casualidad que el collar estuviera ahí?.

 Ahora el dije del collar me recordaba más al propio Justin porque gracias a que fue un llorón ese día me volví aún más fuerte y recordaba a mi hermano con una ligera sonrisa. Sin querer se me salió una lágrima, la limpie inmediatamente pero otra lágrima volvió a salir, me rehusaba a perder lo que más había cuidado durante años, me estaba negando a perder el único recuerdo que tenía sobre Justin, ¿Pero porqué estaba tan empeñada en buscarlo? Teníamos una promesa la cual olvido pero me hacia seguir adelante. Fue mi único amigo ya que no volví a hablar con nadie más así que como podría olvidarlo...

Tal vez él ahora tenga novia, tal vez ni siquiera recuerde algo que sucedió hace tantos años. Tal vez si estoy siendo demasiado infantil, de alguna manera que pasará esto es una forma en que la vida me está diciendo que suelte las cosas que son imposibles. Fue mi primer amor y quizás no podía estar con él.

Pensar todas estas cosas sin sentido hicieron que me avergonzara de mi misma, mis mejillas estaban teñidas de un suave rojo y mis lágrimas no cesaban. Era una idiota infantil a primeras horas del día. Me levanté decidida a tomar un poco de aire afuera de la enfermería ya que aún no llegaba nadie a atenderme, no avancé mucho por que tocaron mi hombro ligeramente. Volteé inmediatamente un poco asustada y frente mío estaba un chico notablemente más alto que yo, sus ojos eran color miel al igual que su cabello que caía suavemente por encima de sus ojos. Era realmente atractivo.

A pesar de tener un hermoso color de ojos en ellos se veía la furia con la que me estaba mirando en ese momento, como si hubiera cometido el peor de los pecados. Lo observé de la misma manera y note que él también examinaba mi rostro, su mirada viajaba por mis ojos después por mi nariz, finalizaba en mis labios y nuevamente me miraba a los ojos, me observaba como si en mi cara estuviera la respuesta que estaba buscando, lentamente su rostro se comenzó a suavizar pero su mirada permaneció fría.

-¿Cuál es tú nombre?. - preguntó seriamente.

Retrocedí un paso para observarlo mejor, pensé un momento si lo había visto en algún lado. Su penetrante mirada me estaba empezando a acelerar el corazón.

-¿Pasa algo o por qué te diriges a sí a mi?. -inhalé una bocanada de aire que más bien parecía un grito de ayuda -¿Tienes algún problema conmigo?.

-Tu nombre... ¡¿Cuál es tu maldito nombre?!. - gritó acercándose a mi intimidándome.

Me exalté asustada ante la forma en que me gritó, de un momento a otro comenzaba a caminar hacia atrás asustada hasta que choque con la pared, tragué saliva al ver sus ojos, su mirada era fría y su ceño estaba fruncido. Caminaba demandante hacía donde estaba, colocó su mano a lado de mi cabeza impidiendo que escapará. ¿De qué iba este chico?

Mordí mi labio mientras trataba de tranquilizarme, mire el suelo mientras pensaba en cómo escapar de esta situación. Era casi un hecho que Emily no vendría, lo más seguro es que la maestra la hizo quedarse en clase y además aún no llegaba la enfermera y no había señales de que llegara lo antes posible. Así que estoy sola con un desconocido en un lugar que no conozco.

Con la mano que tenía desocupada alzó mi mandíbula en su dirección para que le viera directamente a sus ojos, nuevamente ese color hizo que mi corazón se acelerará aún más, ¿Por emoción?.

-Vamos, no te haré daño... Solo necesito saber tu nombre. - su voz se torno en tono de súplica.

Lo miré detenidamente y me preguntaba a mí misma porque no podía hablar, no me salían las palabras. El castaño dirigió su mirada a mi cuello y con su mano tocó suavemente la piel de mi cuello, cerré los ojos y sentí como tocaba la cadena del collar que llevaba puesto, abrí los ojos y vi que buscaba un dije al collar.

-¿Acaso no te enseñaron modales?. - pregunté molesta pero mi voz se escuchó entrecortada.

-los tenía hasta hace poco... -su voz salió burlonamente.

Comencé a jugar con los dedos de mis manos, ya no tenía miedo pero me sentía apenada era muy seguro que tenía mis ojos rojos por haber llorado hace unos minutos además de que el frío y la posición en la que nos encontrábamos no ayudaba en nada.

-Tú... - me miró fijamente mientras metía un mechón detrás de mi oreja.

- ¡Ustedes dos!.

Volteamos inmediatamente de donde provenía la voz era una joven que a juzgar por su ropa tendría que ser la enfermera del colegio y además estaba acompañada de una chica, tardé en ver quién era pero me di cuenta que era la misma que me había llamado estúpida.

_ ¿Qué creen que están haciendo?. Ambos tienen clases no es momento para darse amor. - habló la enfermera mientras movía sus manos indicando que nos fuéramos.

La chica se acercó corriendo hacia nosotros e inmediatamente me miró con desagrado. Comencé a caminar evadiéndola pero una voz me detuvo.

- ¡Tú!.

Me detuve y apreté mis puños para finalmente volver a mirar a la enfermera.

-¿Sí?. -pregunté torpemente.

-Estas herida, ¿a dónde demonios crees que vas?. - habló mientras con su mano me llamaba y se adentraba a la enfermería.

Recordé que por eso estaba ahí pero estaba tan concentrada en controlar mi corazón que olvidé mis heridas. La chica pasó junto a lado de mi chocando conmigo intencionalmente, Mire al castaño y me miró coqueto. Ugh odiaba ese tipo de personas.

Me di la vuelta totalmente colorada y camine adentro de la enfermería nuevamente. Una vez adentro la enfermera procedió a limpiarme la herida de ambas rodillas.

-Esto ardera un poco. - advirtió y asentí con la cabeza.

Después de un rato me colocó un parche en ambas rodillas.

- Vi el accidente de esta mañana, se que caíste de espalda, ¿Pero las rodillas están así por el empujón que te dio aquella chica, no?.

Asentí apenada de que viera el espectáculo que había dado apenas entrando.

- Te pido disculpas si no intervine pero estaba estacionándome cuando lo vi desde el espejo de mi coche, cuando me baje ya no estaban pero te reconozco porque llevabas ese suéter rosa.

La enfermera no era grande de edad, era muy joven en realidad y se veía amigable.

-No te preocupes, en fin ya me estás curando. - sonreí agradecida.

- te daré un pequeño masaje para el verdadero golpe que te diste.

-no duele, estoy bien. - negué rápidamente.

-bien, ¿eres nueva, no?. - preguntó y afirmé con la cabeza.

Tomé mi mochila y me coloqué la bufanda que había dejado en el asiento de espera.

- Entrega esto a tu maestra para que te deje pasar al aula. - me entregó un papel la enfermera y se despidió.

Le agradecí y me dirigí de nuevo a la salida de la enfermería, a pesar de ser temprano ya comenzaba a verse el amanecer. Miré hacia afuera y comencé a avanzar, me tomaron del brazo haciendo que saltará asustada.

Era el castaño de ojos color miel. No decía nada, solo acaricio un poco mi cabeza y se marchó. 

Observé como se iba y los rayos del sol hacían que su cabello se viera aún más claro, mi corazón comenzó a acelerarse... ¿Pero... porqué?. No tenia sentido porqué odiaba los chicos como él. 

Suspiré y volví a mirar a hacia su dirección pero ya no estaba. Ahora los latidos de mi corazón se comenzaron a intensificar al darme cuenta que me faltaba algo ¿Se había llevado el dije del collar?.

¿Pero a qué jugaba este chico?




a través de tus ojos (Justin Bieber) •editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora