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No se permitieron visitas durante las primeras 72 horas. Todo el día estaba en observación, me llevaban a otras habitaciones donde checaban mi presión arterial, el nivel de mi azúcar o alguna cosa fuera de lo que se cataloga como normal y pudiera haber alteraciones un poco mas notorias.

Cuando al fin las 72 horas de constantes análisis de laboratorio terminaron. Me volvieron a llevar a mi habitación era algo cansado estar todo el día rodeada de agujas para extraer sangre, colocarme medicamentos o para las diferentes tipos de muestras que necesitaban. Aún y cuando mi vida se volvió así me preocupaban cosas sin aparente importancia como los días de escuela que ya había perdido o la cantidad de tarea que tendría que hacer, pero lo que más me preocupaba era que no había podido festejar mi cumpleaños.

De alguna forma cada cumpleaños que pasaba era un recordatorio de que en cualquier momento dejaría el mundo y me estresaba pero disfrutaba hacer algo especial por más mínimo que fuera. Me sacaron de mi burbuja de pensamientos cuando la enfermera llegó para cambiar el suero que pasaba por la intravenosa de  mi mano para colocar metilprednisolona para aliviar el dolor que presentaba en mi riñón.

- Hola querida, ¿te encuentras mejor el día de hoy?. - ella era una de las enfermeras que más le tocaba atenderme, una señora rubia con algo de sobrepeso pero muy amable.

-Me sentiría mejor si pudiera salir. Se me acaba el tiempo y yo solo estoy encerrada aquí. - miré hacia la ventana un poco molesta, mi comentario hizo que dejara a la enfermera sin palabras por unos instantes.

No era algo que le agradará a alguien escuchar pero aún así no evitaba lograr ponerme de buen humor solo estar en el hospital, ni siquiera salía a los jardines. Solo hasta la aprobación del doctor y mi tío era un poco especial en ese sentido, tenían que ser sus 72 horas exactas.

La enfermera raspo su garganta y volvió a hablar.

- Cariño tienes que ser un poco mas paciente para que todos los que trabajan en tu caso encuentren la cura, de alguna forma o otra tu tío a tenido mejores avances ya que supo que medicamento te ocasionaba dolor en el riñón debido a una reacción alérgica.

- Lo sé, perdón me estoy descargando contigo- hablé apenada.

- No te preocupes por ello y por cierto dos personas han venido a visitarte.

- ¿Quiénes? - pregunté confundida, la única que venía cuando me quedaba internada era mi madre y mis abuelos maternos pero ellos estaban lejos. 

- Déjame terminar de poner esto y los dejó entrar. - habló mientras colocaba el medicamento en el porta sueros y me sacaba la aguja anterior para ingresar una nueva en el brazo contrario, a pesar de estar acostumbrada, nunca dejaba de sorprenderme porque siempre me dolía, simplemente no me podía acostumbrar a ese dolor.

-Listo, los dejaré pasar y solo podrán estar 20 minutos porque después se te examinará tus pulmones  en una prueba de espirometría.

Asentí con la cabeza y la enfermera salió por un momento para advirtiéndoles el tiempo que sólo me podían ver a la vista. Miré por la ventana tratando de contener las lágrimas que el cambio de agujas me hacía sacar, simplemente odiaba las agujas. Tardaban aproximadamente diez o quince minutos en acostumbrarme.

- ¡Tonta! - habló la voz de una chica que conocía a la perfección.

Volteé inmediatamente a ver de quien era la voz y me sorprendí al ver a Emily y al castaño frente mío. Trague saliva mientras cerraba fuertemente los ojos tratando de pensar que estaba soñando, una lágrima alcanzó a salir cuando tuve el valor de hablar.

- Ustedes... ¿Qué hacen aquí?. -  desvíe mi mirada hacia las sábanas de la camilla en donde me encontraba reposando.

- ¿Planeabas ocultarte o algo?. - el tono de voz de Emily se torno quebradiza pero se notaba su enfado a la par. 

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⏰ Última actualización: Jul 03, 2021 ⏰

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a través de tus ojos (Justin Bieber) •editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora