III

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No era demasiado difícil llegar a su nuevo instituto, al menos en lo que podía respectar en la localización de este

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No era demasiado difícil llegar a su nuevo instituto, al menos en lo que podía respectar en la localización de este.

Si no fuese por qué Luke conocía demasiado bien ese lugar, quizás nunca hubiesen llegado. La música de la radio no había dejado de sonar desde el primer momento, y mientras "Don't stop me now" sonaba de fondo con su amigo cantando, él solo se ocupaba de mantener la concentración en la carretera.

Bajaron del vehículo con las mochilas subidas al hombro, en la entrada parecía haber una gran concentración, puede que solo se debiese a alguna pelea. Con el tiempo a había acostumbrado a ellas, seguramente por el hecho de haberlas sufrido en la mayor parte de situaciones sin poder hacer nada.

— Hoy se cumple el aniversario de la muerte de Leah Miller, desapareció hace cinco años y desde entonces nadie ha sabido nada de ella. Su hermano Alastair y su ex-novio Ethan le rinden homenaje todos los años.— los pasos encaminados hacia el interior llevaron consigo el gélido viento proveniente de la calle, algunas miradas se posaron sobre ambos, pero la atención principal fue dirigida hacia una improvisación de altar.

Frente a este, dos chicos que se dedicaban a mirar algunas de las imágenes iluminadas por la tenue luz de las velas. Por la percepción y ángulo, pudo ver los rasgos del más alto de estos. Su cabello castaño contrastando con sus ojos verdes, el uniforme del equipo de fútbol americano y algunos tatuajes entre los dedos. También sus vaqueros algo desgastados y zapatos negros.

En contraste, el chico a su lado parecía vestir algo más informal; una sudadera ancha desde los hombros hasta ocultar parte de la silueta de su cuerpo, con la capucha subida resultaba imposible averiguar sus expresiones faciales. El sonido de un mechero prendiendo una llamarada sobresaltó y devolvió a la realidad a ambos, cuya presencia parecía haberse hecho notar en esos momentos.

— Tú debes ser nuevo aquí, soy el encargado de darte la bienvenida. Mi nombre es Alastair, y este gorila es Ethan, es el capitán del equipo de fútbol.— observó sus expresiones faciales a través de la sombra de la capucha, unos profundos ojos azules lo inspeccionaban como si hubiese cometido algún tipo de delito.

— No hace demasiado que llegué, soy Aiden, es un placer.— un breve intento de no titubear se quedó en el aire, manteniendo una posición firme ante ambos mientras escuchaba la carcajada interna de Luke a su lado.

— Oh, venga, es un día para rendir homenaje, no hace falta tanta formalidad. — pronunció con tranquilidad en sus palabras mientras encorvaba los brazos hacia detrás sosteniendo el peso del cuerpo.

El efecto contrario fue inmediato, apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando Ethan lo levantó por el cuello de la camisa y obligó a quedar en una de las paredes. El peso de su cuerpo se incrementó como por efecto de la gravedad.

— Suéltalo, tienes que dar ejemplo.— el tono de voz empleado por el chico a su lado lo hizo sentir un tenue escalofrío, viéndolo bajar a este y acercarse para comprobar el estado de salud.

Agradeció internamente mientras ambos se retiraban entre murmullos que intentaban controlar el temperamento del mayor, limitándose a quedar en silencio al dirigirse hacia su taquilla.

Al abrir la puerta de esta descodificando el código que le habían dado, una carta cayó entre sus dedos antes de llegar al suelo. Tomó el sobre para poder abrirla, viendo un sello en forma de la cabeza de un dragón en el dorso, desplegandola para poder ver el contenido.

Estimado Mr. Bright

Nos encontramos en la necesidad de acudir a sus servicios para resolver
uno de los asuntos que nos incumben a
ambos, su familia aceptó la invitación
al juego, usted es el siguiente.

Recuerde el precio, y mueva la siguiente pieza.

Atte: H.

19/03/1995

La última letra dibujada de forma que pareciese hubiesen utilizado una pluma, la fecha de inscripción y el hecho de haberlo encontrado en su taquilla, provocaban una sensación desagradable en su interior.

La llamada de megafonía para acudir a las próximas aulas y el toque de su amigo preguntando sobre su estado lo devolvieron al momento presente por unos segundos. Dio un último vistazo a su taquilla al alejarse por el pasillo, exhalando un leve suspiro mientras las luces del techo parpadeaban con intensidad.

 Dio un último vistazo a su taquilla al alejarse por el pasillo, exhalando un leve suspiro mientras las luces del techo parpadeaban con intensidad

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— Pareces haber visto un fantasma, Aiden.— durante los entrenamientos del equipo de fútbol, los cuales habían decidido saltarse, ambos habían decidido bajar a las gradas para poder charlar con tranquilidad.

Luke encendió un cigarrillo ante la vista del rubio, este se limitó a meter las manos sobre los bolsillos y revisando la carta enfocó bajo la luz las letras y la firma de esta, mientras las sombras proyectadas se quedaban sobre la pared.

— Hey, deberías de ver esto. — murmuró en un susurro ensimismado, aquellas letras negras habían tomado tonalidad y se habían proyectado en la pared, con una breve inscripción.

«20040717HL»

Dirigió su atención hacia la inscripción mientras mantenía la carta en el aire, tomando una imagen de esta.

A los pocos segundos, las palabras del entrenador llamándolos para que acudieran a los entrenamientos los hicieron salir de su escondite mientras Luke vociferaba miles de excusas comenzando a correr hasta la zona de entrenamiento.

𝑪𝒂𝒓𝒕𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝑨𝒊𝒅𝒆𝒏 (REEDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora