Día 3: La Muerte

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Hoy hace once días que falleció un compañero de clase, tenía diecinueve años , era deportista, inteligente, buena persona... su muerte nos conmovió a todos. Al día siguiente fui junto con la mayoría de la clase al tanatorio de mi ciudad a la misa del entierro y me puse a pensar sobre la muerte.

La muerte es algo a lo que casi todo el mundo tiene miedo y el que no tema a la muerte es porque seguramente no aprecia lo suficiente su estancia en este mundo, pero me refiero, la muerte es algo que inevitablemente nos va a llegar a todos, a unos antes y a otros después.

Es un misterio como la dama fría elige a aquellas personas que se lleva con ella, ya puedes estar en el hospital con ocho vías en los brazos y un cáncer y salvarte, pero puedes darte un golpe tonto contra el marco de una puerta, caer con la nuca e irte al otro barrio. Pues ella no diferencia por edad, sexo, raza, religión, fisiología de las personas o riqueza, pues a los ojos de la muerte somos todos iguales, todos tendremos que rendir cuentas a alguien en algún momento.

Ya puedes estar en el hospital con ocho vías en los brazos y un cáncer y salvarte, pero puedes darte un golpe tonto contra el marco de una puerta, caer con la nuca e irte al otro barrio.

Pasar a mejor vida es algo que siempre me ha causado mucho miedo, no se exactamente por qué, a lo mejor porque no despertaré jamás, o porque no quiero dejar a gente que tengo en vida, o por que no sé que hay más allá, o porque tengo miedo de no encontrar allí donde vaya a mis seres queridos que ya partieron de este mundo... no lo se. Me produce una angustia terrible imaginarme en mi lecho de muerte y notar como mi último suspiro sale de mis frágiles pulmones y boca, notar como una solitaria lágrima huye de mis ojos y recorre mi arrugada cara, y pensar en ese momento como ha sido mi vida y notar como me desvanezco en una nube de agradables pensamientos e irme al otro barrio.

Otra cosa que me preocupa y que está relacionada con este tema es que el día de mi muerte, nadie me eche de menos, es decir, que nadie llore mi muerte o no añore los momentos pasados que hayamos vivido juntos, pone la piel de gallina.

Pero esperemos que la muerte nos llegue lo mas tarde posible para poder disfrutar todo lo que podamos de esta vida que tenemos.

Las Profundidades De Un AdolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora