Capitulo 20 (Maratón 3/13)

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Sentenciada en casa

NARRA SHISUI
Estoy de camino a casa de ___, estos últimos meses han sido geniales, se siente muy bien esto de poder ayudar a personas necesitadas como ___.
No voy a mentir, a sido más duro de lo que aparentaba en un principio y aún le queda un infinito camino de mejoría en mi opinión personal.
Cuando empezamos a entrenar demostró ser hábil en cosas básicas como taijutsu y tener una puntería certera, pero cuando comenzamos a tratar los temas en los cuales se emplea el chakra fue una tremenda odisea.

No lograba concentrar de ninguna manera correcta el chakra siempre ponía mucho o si no por el contrario muy poco.

Los genjutsus desde luego no son su fuerte, apenas logra distinguir uno con eficacia y facilidad, y eso en ocasiones me es preocupante ya que gracias a ellos se puede llegar a sacar mucho partido a una situación y eres el ejecutor de este cuando el objetivo ni se percata de él.
Por otro lado, intenté enseñarle algún jutsu sencillo para que fuera un poco más avanzada en las clases de la academia, como el jutsu de sustitución y el de transformación, pero como he de volver a recalcar, hasta estos podían llegar a ser algo deprimentes de observar.

Recuerdo una vez en la que paramos con el entrenamiento y nos centramos en lo teórico un rato. Me sorprendí mucho al darme cuenta de que todo lo que ponía en los libros ella lo sabía y entendía de pe a pa, no se le escapaba ningún detalle además de que era ágil con los cálculos y hasta me enseñó algo que llamaba ecuaciones de segundo grado, que en mi opinión parecían demenciales; solo eran números junto con más números y rayas en medio.

Ella me explicó que el otro mundo las personas no se dedicaban a entrenar si no que estudiaban mucha teoría de todo tipo como de historia como de literatura y también ciencia que eso incluye las matemáticas «Vas a la escuela hasta los 16 años obligatoriamente y después si quieres estudias más como universidad para sacarte un título con el cual conseguir un empleo. Te pasas una vida matándome a estudiar y trabajar, para sencillamente poder vivir» fueron sus palabras textuales.
No puedo ni imaginarme aquello, parece un bucle sin final...

Hoy no tenemos entrenamiento pero de igual modo me gusta ir a visitarla de vez en cuando, se siente bien estar pendiente de ella y saber sus preocupaciones. Es como la historia de una hermano pequeño que enseña y cuida a su hermana mayor, una historia con un cambio de roles de lo que sería algo habitual.

Llamo a la puerta de su casa esperando ansioso a que alguien me responda, pero no recibo a nadie.

Me extraño y vuelvo a llamar de forma pronunciada golpeando más fuerte la puerta con mis nudillos desnudos. Nada.

Me dispongo a intentarlo por última vez pero por un momento pensé haber podido ver un destello rojizo-anaranjado en la ventana que por cierto se encuentra sellada de tal forma que no puede entrar nada de luz exterior y mucho menos descubrir que se encuentra en el interior de la casa.
«Esto es muy extraño...»

Intento por última vez, preparó mi mano para un intento final pero en cuanto voy a hacerlo, la puerta se abre un poco dejando mostrar un ojo color miel asomando por la puerta y en cuanto parece que me verifica me agarra del brazo que tengo levantado porque iba a volver a golpear la puerta. Una vez me coge me tira dentro de la casa y se gira a la puerta cerrándola con mucha impaciencia poniendo el cerrojo que tiene, cerrando con la llave y además colocando una silla en el pomo como último recurso.

Estoy tirado en el suelo por el fuerte agarrón, iba a reclamarle, pero al ver su estado me alarmé un montón además de asustarme.

Time to Go Back [Naruto]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora