Capítulo 1: Nueva heroína

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Te dejaste caer en tu nueva cama exhausta por el esfuerzo de colocar los muebles y ordenar todas las cajas de la mudanza. Era tan extraño estar en una nueva ciudad y en una nueva casa, todas esas sensaciones provocaba una punzada en tu corazón realmente incómoda.-Oye ****.-Giraste tu rostro hacia la izquierda tras escuchar tu nombre viniendo de tu pequeña compañera, la cual se encontraba flotando cerca de tu mesilla de noche.-¿Cómo pagarás esta casa? Aún no tienes un trabajo y tu francés es penoso.-Dejaste salir un suspiro y con un poco de esfuerzo lograste sentarte en aquella cómoda cama.-La herencia de mi padre es suficiente como para mantenerme unos años, pero buscaré trabajo enseguida.-Alzaste tu mano para que tu Kwami se sentara en ella.-Y por el idioma no te preocupes, usaré nuestro truco.-La pequeña lobo se sentó en la palma de tu mano regalándote una sonrisa, te encantaba verla feliz a tu querida compañera.-Algún día te meterás en un lío por hacer ese truco ¿Qué te cuesta estudiar el idioma?.-Soltaste una risa mientras te volvías a tumbar, pero esta vez acompañada.

Los hermosos ojos dorados de tu Kwami se centraron en los tuyos mientras se acostaba enfrente de tu rostro.-Sabes que estudiar no es lo mío.-La lobita soltó un suspiro mientras negaba con la cabeza, el pasar de los años no provocaba cambios en ti y ella lo notaba. Tantos años juntas os hacían inseparables y era muy comprensible, ella era el Kwami que nació del Miraculous que creaste cuando apenas tenías 6 años; un hermoso recuerdo de ambas.-Es hora de dormir Kami.-Besaste la frente de tu compañera y apagaste la pequeña luz de la mesita, la única luz que iluminaba ahora la habitación era la luna que podías admirar desde tu ventana.-Buenas noches ****.-Kami se acurruco en tu cuello buscando tu calor corporal; recordabas que hace años te dijo que le encantaba dormirse con tu olor.-Buenas noches pequeña.-Te cubriste con las sábanas blancas de tu cama y sonreíste mientras el sueño poco a poco te iba venciendo, mañana sería un día duro y tu cuerpo ya se encontraba con ansias de descansar.

(...)

puis-je trouver un taxi?.-Aquel hombre te miró sin entender tu pregunta, tu pronunciación era horrible y lo sabias, pero a pesar de eso tenías que intentarlo ya que necesitabas un medio por el cual moverte por esa gran cuidad. Gracias al cielo el hombre reacciono en cuanto dijiste la palabra taxi y elevó su mano para señalar una parada de autobuses, la cual no se encontraba muy lejos de tu posición.-Les taxi sont .-No entendiste nada, pero en cuanto viste a donde señalaba le sonreíste agradecida.-Merci.-Te despediste con un movimiento de tu mano y emprendiste tu camino hacia la parada.-Te dije que debías estudiar el idioma cabezota.-Dirigiste tu mirada hacia tu bolso al escuchar a Kami y te la encontraste observándote, sus pequeños ojos decían "Te lo dije" "Siempre tengo razón" y por desgracia tenía razón la pequeña.-Lo se, lo se.-Suspiraste mientras dirigías tu mirada al frente, no querías chocarte con nadie por andar despistada.

Detuviste tu paso al llegar a un semáforo y junto a un grupo de personas esperaste a que este cambiara de color para así permitiros el paso; mientras esperabas decidiste sacar de tu bolso una pequeña hoja en la que tenías apuntado las direcciones de las entrevistas de trabajo, suplicabas mentalmente para que te contrataran cuanto antes.-Méfiez-vouz!.-Aquel grito te sacó de tus pensamientos y antes de que te dieras cuenta estabas siendo sostenida por unos brazos masculinos.-¿Qué?.-Alzaste la mirada encontrándote con un muchacho de cabello rubio, ojos verdes y con orejas felinas en su cabeza.

Era un portador ¿Pero de cuál? El traje que el Miraculous creaba era único para cada portador, así que podría ser cualquiera.-Aller à un endroit sûr.-Aquel chico gato te dejó finalmente en el suelo y con una gran sonrisa se alejó para enfrentarse a una chica disfrazada de bailarina que sostenía entre sus manos una cinta de gimnasia rítmica, con la cual atacaba a otra chica que traía puesto un traje ajustado rojo con manchas negras, extrañamente se te hacia conocida.-Son Ladybug y Chat Noir.-Agarraste tu bolso al escuchar a Kami y rápidamente corriste a un callejón vacío de gente.-¿Los portadores de los Miraculous de la creación y destrucción?.-El Kwami salió de tu bolso mientras movía su cabeza de arriba hacia abajo en modo de afirmación, no te esperabas encontrarte con ellos tan rápidamente.-Será mejor ayudarlos.-Tus labios formaron una pequeña sonrisa mientras tu mano derecha alzaba la manga de tu jersey, mostrando así un brazalete de plata.-¡Kami, libera mis colmillos!.-Tu Kwami fue absorbida por el brazalete de tu muñeca, en el cual inmediatamente apareció la imagen de un lobo aullando a la luna llena.

Una leve luz dorada comenzó a transformar tu ropa de civil en tu traje de heroína, tus zapatillas fueron sustituidas por unas botas plateadas, tu ropa desapareció para dejar paso a un traje ajustado de color gris claro pero en la parte de tu vientre y pecho era blanco, un cinturón apareció en tu cintura con la huella dorada de un lobo en la hebilla y en tu trasero apareció un rabo peludo de igual color que tu traje. Tus manos fueron cubiertas por unos guantes con unas pequeñas garras, los cuales pasaste por tu rostro para hacer aparecer tu antifaz blanco, acto después de aparecer el antifaz que cubriría tu identidad subiste tus manos a la cima de tu cabeza donde aparecieron unas orejas caninas y las fuiste descendiendo por tu cabello, el cual perdió su color original para volverse blanco.-Demostremos a París que pueden contar con nosotras.-Abriste tus ojos, los cuales al igual que tu cabello habían cambiado de color, volviéndose dorados.

Saliste del callejón y empezaste a correr hacia la dirección en la que habían estado peleando los héroes de París. "No están lejos, siento la energía de sus Miraculous" Oíste la voz de Kami en tu mente y afirmaste acelerando tu paso. Al doblar la esquina estuviste a escasos centímetros de ser aplastada por un coche que fue lanzado en tu dirección.-Las bienvenidas de París son extremas.-Dirigiste tu mirada hacia aquella bailarina que no dejaba de reírse al lanzar sus ataques, disfrutando de ver como esos dos héroes esquivaban su cinta con dificultad.-¡Danser! ¡Danser!

Esa chica...no es una portadora.-Fijaste tu mirada en ella observando su traje sin encontrar ningún Miraculous conocido para ti "Está siendo controlada, noto una pequeña energía oscura en su cinta" ¿Controlada? El único Miraculous que podría llegar hacer eso era el de la mariposa, pero se suponía que estaba en buen recaudo.-Destruyamos su fuente de poder.-Corriste hacia la chica, la cual rápidamente captó tu presencia y con gran asombro movió su cinta para detenerte, no se esperaba que una nueva heroína apareciera.

¡Steel Claws!.-Una suave luz dorada apareció en tus manos haciendo aparecer tu arma; unos guantes con unas afiladas garras detuvieron la peligrosa cinta con un simple movimiento Destrúyelo ahora!" Enrollaste la cinta en tu mano atrayendo a la niña hacia ti con un fuerte tirón.

En un intento desesperado por liberar su arma de tu agarre hizo aparecer más cintas de gimnasia rítmica, las cuales se enrollaron por todo su cuerpo provocando cortes.-¿Te crees que esto me duele?.-La muchacha te miró horrorizaba al encontrarse con el brillo que tus ojos desprendían; el dolor que tu cuerpo sentía en ese instante no llegaba ni al mínimo que tuviste que soportar a lo largo de tu vida.

Tu mano libre se elevó de manera diagonal creando a su paso 4 marcas doradas de garras, las cuales inmediatamente se dirigieron a la chica, atravesándola sin provocar ningún daño en ella pero si en su arma. Una mariposa negra salió de los restos del objeto destruido y rápidamente volviste a lanzar tu ataque, el cual destruyó a la pequeña mariposa, pero inmediatamente fue reemplazada por una mariposa blanca. Aquella mariposa se posó sobre la cabeza de la muchacha, haciendo que una tenue luz dorada desintegrara su traje de bailarina regresándola a la realidad y no solo a ella, sino a todo lo que había destruido.

Las cintas que cortaban tu piel desaparecieron y tus heridas se sanaron rápidamente, dejaste salir un suspiro agradecida por no sentir ese horrible escozor en tus heridas abiertas.-Qui es tu?.-Te giraste al escuchar la voz masculina de alguien, encontrándote con esos dos héroes que se acercaban a ti, aún asombrados por verte purificar a esa mariposa "Es hora de que uses tu truco. A este paso no entenderás nada" La risa de Kami resonó en tu cabeza y soltaste un pequeño gruñido.-Hey chico gato.-Tu mano agarró el cuello del traje negro del rubio mientras esos ojos verdes te miraban interrogatorios.-Eres el suertudo.-Tus labios impactaron con los labios masculinos mientras escuchabas la risa de Kami junto a un grito ahogado de la chica que se suponía que era Ladybug. Aquel chico abríos sus ojos sorprendido por tu acción y notaste enseguida el temblor en sus labios ¿Tan mal besas o qué?

Apartaste tu rostro liberándole de tu agarre.-¿Qué te has puesto en los labios? Sabe a vainilla.-Hablaste perfectamente en francés, frotaste tu mano por tu boca intentando quitar ese sabor de tus labios, no te desagradaba pero no querías tener ese sabor todo el día.-¡Mi primer beso no fue con mi Lady! ¡Me siento violado!-Entendiste perfectamente al chico gato mientras observabas como se dejaba caer al suelo de rodillas mientras un notable sonrojo decoraba sus mejillas.

La Creadora de los Miraculous (ChatNoir x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora