Capítulo 18: Miau

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Auch, auch, auch, auch.-Te mordiste el labio inferior tras colocarte la última prenda de ropa sobre tu cuerpo, te dolía de manera horrible ya que Kami no había sanado al cien por cien tus heridas para no causar confusión en los doctores.-Por fin nos iremos de aquí, odio la comida del hospital.-Tras despertar hace unas semana los doctores decidieron que debías permanecer en observación por si sufrías alguna hemorragia interna; semanas de las cuales solo pudiste alimentarte de la asquerosa comida del hospital, habrías jurado que si no te mataban las heridas lo haría la comida.

Cuando lleguemos a casa dormiré tres días seguidos...Esos humanos no te dejaban sola en ningún instante.-Kami bostezo mientras se introducía en el interior de tu bolso para descansar durante el viaje, el cual estaría cargado de agua por las fuertes lluvias que azotaban a París.

Te colocaste la capucha sobre la cabeza mientras sacabas el paraguas del bolso y observaste en silencio la lluvia caer durante unos segundos. Kami tenía razón, Adrián y sus amigos no te habían dejado sola desde que se enteraron de tu situación...cada vez que los mirabas sentías un brillo triste en su mirada, como si fuera algún timo de culpabilidad...¿Por qué les importas tanto? No lo mereces...

Abriste el paraguas y saliste de una vez de aquel lugar en donde te salvaron la vida y en donde descubriste que tu corazón latía por dos chicos. Así es, Chat Noir te visito cada noche para comprobar como estabas, se quedaba a tu lado entreteniéndote con sus tontas bromas y te traiga algún dulce para alegrarte; mientras que Adrien venia cada vez que su padre le daba permiso, te traiga geniales libros para leer, se sentaba a tu lado para estudiar en las cuales algunas veces le ayudabas para agradecerle su compañía...Ambos chicos eran tan amables, cálidos y con un corazón tan puro que no pudiste evitar que tus sentimientos nublaran tu mente aquellas semanas .

Chat Noir y Adrien habían conseguido que tu corazón latiera de la misma manera en que lo hacía por Nikolas ¿Esto era amor? ¿O simplemente confundías los sentimientos tras tantos siglos vivas? Tras vivir tanto tiempo se llegan a dudar de todo lo que existe, incluyendo tus propios sentimientos.

Dejaste salir un suspiro, tanto pensar te provocaba dolor de cabeza.-Solo quiero llegar a casa y darme un baño

(...)

No podía ser real, aquella criatura no podía ser My Lady...Pero lo era.-"My Lady...".-Libere un maullido mientras colocaba mi peluda pata sobre aquella mariquita, evitando que la lluvia la ahogara.-"Deberíamos buscar un refugio".-Otro maullido escapo de mi hocico.

"Tenemos que encontrar mi yo-yo, solo así volveremos a la normalidad".-Aquella mariquita se acercó a mi pequeño cuerpo peludo y se colocó debajo de mi cuello, en esa zona no se mojaría con la fuerte lluvia.-"Siento mucho que por mi culpa te estés mojando Chat...".-Negué con la cabeza mientras rezaba que aquella caja de cartón que nos protegía soportara la gran cantidad de agua que caía del cielo sin piedad.

Habíamos subestimado el poder de aquel Akuma, nos confiamos y ahora pagábamos por ello; mi bastón y el yo-yo de Ladybug estaban en manos de aquel villano, Han Okami hacía semanas que no aparecía y estaba preocupado por si la había sucedido algo... ¿Podría ir la cosa a peor?

La caja de cartón no soporto más y se rompió dejando que la fría lluvia empapara mi pelaje. Genial, la cosa si se podía poner peor.-"Odio la lluvia".-Un gruñido gatuno escapo de lo más profundo de mi garganta mientras comenzaba a caminar por aquellas calles, la gente no se paraba en lo más mínimo para mirarme, se preocupaban más en llegar a casa para así evitar la lluvia. Cosa que yo habría hecho igual.

Fueros dos horas en las que tuve que recorrer medio París en busca de nuestras armas sin encontrar ni quisiera una pista, durante ese tiempo perros y gatos me atacaron sin piedad dejándome exhausto, la lluvia no se había detenido y los truenos rompían el silencio de la noche impidiéndome dormir un poco. Ahora me encontraba sentado debajo de un banco del parque para, aunque fuera un poco, resguardarme de la lluvia.-"Chat...no tienes buena cara"

"Solo estoy cansado, estoy bien".-No quería preocuparla, no me importaba pasar frio, mojarme o incluso recibir algún mordisco, ella ahora era la más indefensa y debía protegerla.

Mis orejas se pegaron a mi cabeza al sentir como el agua las empapaba y solté un pequeño estornudo; iba a coger el peor resfriado posible tras esta noche.

De un momento a otro la lluvia dejo de empapar mi nuevo y pequeño, alce la mirada para comprobar el porqué. Aquellos hermosos ojos que poco a poco habían cautivado mi corazón me miraban con ternura, sus delicados y carnosos labios estaban curvados en una cálida sonrisa.-No te preocupes, te llevare a casa

"****...".-Solté un maullido mientras me acercaba a ella, mi ángel había venido a salvarme. Sin dudarlo ni un instante salte a sus brazos los cuales me recibieron con un cálido abrazo, estaba en el paraíso ya que su delicioso olor inundaba mis fosas nasales.

Estas empapado.-**** abrió su abrigo para introducirme en el lo cual logro que un calor subiera a mis mejillas, podía sentir a la perfección la forma de sus perfectos pechos.
Adrien debes mantener la mente sana, no es momento para imaginar cosas.

(...)

Las llaves abrieron aquella puerta barnizaba en color blanco dejando a la vista una hermosa casa; el salón compartía espacio con la cocina al estilo americano, un sofá blanco con pinta de ser muy cómodo se encontraba enfrente de una televisión, un ventanal que se encontraba de frente nada más entrar por la puerta poseía un espacio lo suficientemente ancho para que una persona se tumbara.-Preparare el baño, no te muevas.-**** me dejo en el suelo mientras ella desaparecía tras una escalera que subía al piso de arriba.

Como ella dijo no me moví del lugar, no quería manchar nada con mis sucias patas llenas de tierra.-"Por fin un sitio caliente, **** nos ha salvado por segunda vez".-Ladybug tenía razón, ella aparecía cuando más la necesitabas, como un ángel haría.- "Deja de poner esa cara de enamorado".-Solté una risa nerviosa, ella era la única a la que le había contado que sentía algo por **** y sin dudarlo Ladybug se ofreció para ayudarme a conquistándola. La iba a visitar todas los días en mi forma civil y transformado, cada minuto era mágico a su lado.

El baño está listo gatito.-Gire mi rostro para verla y juraba que casi me llega a dar un infarto al ver su cuerpo desnudo siendo solo cubierto por una pequeña toalla....¿Acaso ella y yo...? El calor volvía a subir a mis mejillas.-Ey, tienes una amiga.-Al agarrarme se dio cuenta de la presencia de Ladybug, ofreció su dedo para que esta se subiera, lo cual la heroína no dudo en hacerlo, y acto seguido la deposito en una maceta en la cual había unas Orquídeas blancas.-Cuando deje de llover te dejare irte de casa

"¡Suerte Chat!".-Ladybug me grito entre risas mientras era llevado al piso de arriba, mi pobre corazón gatuno no iba a soportar tanto.

(...)

Entraste al baño con aquel pobre gato y lo depositaste en el suelo, aquella habitación se encontraba caliente gracias a la bañera que estaba lista para recibiros.-Antes de bañarte te voy a limpiar, tienes mucho barro.-Al comprar la casa te aseguraste que tuviera un baño al estilo japonés, te encantaba como aquel país tenía diseñado aquella habitación.

Te sentaste sobre un pequeño taburete y comenzaste a mojar al pequeño animal con la tibia agua que salía de la regadera asegurándote de quitar todo el barro que pudieras antes de enjabonarlo. Una vez lo lograste usaste un jabón que no dañara su piel y lo enjabonaste, el animal parecía encantado con tus caricias y no dejaba de ronronear, realmente te parecía muy tierno.

(...)

Estaba en la gloria, ahora estaba totalmente seguro que Dios existía y me estaba compensando por mis buenos actos. Aquellas delicadas manos recorrieron mi cuerpo llevándome al paraíso y una vez que termino procedió a enjabonarse ella, por respeto la di la espalda, no me parecía corrector aprovechar mi forma de animal para verla desnuda.

Al cabo de unos minutos sentí sus manos rodear mi cuerpo y me introdujo en aquella bañera con ella, nuestros cuerpos recibieron con gusto la caliente agua.-Debes tener un dueño, eres un gato muy dócil.-Acaricio mi cabeza mientras yo la daba la espalda, sentía mi corazón latir con suma velocidad amenazando con escapar de mi pecho.-Te pareces a Chat Noir.-**** soltó una hermosa risa mientras volteaba para contemplarla, me encantaba oírla reír y ver como esos tentadores labios se curvaban. Dios...estoy tan enamorado de ella... ¿Cómo me enamoraste en tan poco tiempo? Fue entonces cuando recordé a Ladybug.

Oh cierto...yo me enamoro muy rápido.

La Creadora de los Miraculous (ChatNoir x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora