¿La amo?

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Otro día normal. El día es soleado, en los cerezos se comienza a ver esas hermosas flores, los niños y los adultos hacen sus labores diarias.
Todo indica que será un día normal.

Yukine ha ido con Kazuma para prácticar nuevos conjuros. Se ha estado esforzando mucho.
Mientras que yo... Estoy sentado sólo debajo de un árbol.
Pero hay algo que me quita de mis pensamientos, es mi celular.

-¡Hola! Habla el rápido, económico y confiable dios Yato ¿en qué puedo ayudarle?... ¿Eh? ¿Un bebé?

Vaya... Tengo que cuidar otro bebé.
Bueno al menos espero que no pase lo mismo de la otra vez...

-¡Yato!

-¿Eh? ¿H-hiyori? ¡Hola! ¿Qué haces por aquí?

-Sólo caminaba un rato.- dijo ella con tranquilidad.- Oye ¿dónde está Yukine-kun?

-Ah Yukine fue con Kazuma. Me ha dejado solo.- dije haciendo un puchero.-
Y justo ahora me dirigía con un cliente por un trabajo como niñera.

-¿Un trabajo? Creo poder ayudarte con eso.

-N-no es necesario. Yo solo puedo lidiar con ese pequeño.

-Tal vez, pero lo más seguro es que el niño quede colgado arriba de un poste de luz.

-¿Poste de luz? ¿A caso crees que no se cuidar bebés? ¿Sabes por cuánto tiempo he sido un dios?

-Vamos Yato, yo te ayudo.- dijo mientras reía.

-De acuerdo...

Y así fue como Hiyori y yo nos dirigimos hacia la casa de la familia del bebé.
Todo el camino fue un tanto incómodo ya que no nos dirigíamos la palabra.
Hubiera usado mi teletransportación pero eso hubiera causado que Hiyori se saliera de su cuerpo y sería un gran problema.

Cuando llegamos al lugar, la madre nos explico que tenía mucho trabajo y necesitaba de alguien que cuidara de su bebé.
Era un bebé de apenas 1 año, con cabello rubio y ojos verdes.
Hiyori lo cargaba y jugaba un poco con él.

Hiyori... Últimamente me he sentido extraño al estar con ella. Me pongo un poco nervioso al ver esos hermosos ojos violetas o ese largo y suave cabello castaño o esa sonrisa, esa que tanto me encanta.
¿Qué estoy diciendo? Sueno como esos chicos románticos enamorados.
O es a caso que estoy...

-¡Yato! ¿Estás ahí? Te he estado hablando y no me haces caso.

-Pe-perdón... Estaba pensando...

-¿En qué pensabas?

-No-no es nada...- dije un poco sonrojado.

-¿De acuerdo...? Bien, vamos a cuidar de este pequeñin.

-Si.

Después de varias horas de cuidar al pequeño bebé, Hiyori y Yato se dirigian a sus respectivas casas.
(Bueno para Yato sería la casa de Kofuku)

-Vaya que ha sido un día pesado ¿No crees Yato?.- dijo la chica de ojos violeta

-Si...

-¿Uh? ¿Yato? Has estado muy distante hoy. ¿Sucede algo?

-¡No!.- dije de inmediato y parando en frente de la casa de Hiyori.- Bueno es sólo que...

-¿Sólo que...?

Estaba nervioso. Cualquiera hubiera notado cual sonrojado estaba.

-Y-yo... ¡Me tengo que ir!

Y salí corriendo como todo un cobarde, estaba muy avergonzado.

-¿¡Yato!?
¿Qué le está pasando? Últimamente está muy raro.




Bueno chicos, hasta aquí el capítulo de hoy. Espero les haya gustado.
¡Sayōnara! (-o-)/ ♡

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