El regalo.

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-Tal vez pueda darle una sudadera... No claro que no. O quizás... No, no, tampoco.- Dijo la chica de ojos violeta mirando los aparadores de las tiendas.

Cada año, toda la familia de Hiyori se reunía en diciembre para festejar la navidad.
También era costumbre que todos se dieran regalos entre si.
Este año, quiso hacerlo también con Yato y Yukine. Quiso darles un regalo para agradecerles por tantos momentos que han pasado juntos. Pero el problema era saber que regalo.

-No se que regalarle a Yukine-kun...

-¿Necesitas ayuda?

-Si, estoy perdida.- Dijo sin apartar la vista del aparador haciendo caso omiso a quien le pertenecía esa voz.

-¿Por qué no mejor, en vez de comprarle algo a Yukine me compras algo a mí?

-Claro.

-¿No me estás haciendo caso verdad?

-Si, si. Claro, te veré el lunes.

-Hey. Oye... ¡Hiyori!

Ese grito al fin hizo que ella despertara y viera que la voz provenía de nada más y nada menos que de Yato.

-¿Yato? ¡Yato! ¿Qué haces aquí y por qué andas siguiéndome? 

-¿Qué? ¿Yo-? No, te esta siguiendo.
Sólo venía aquí... A ver... Las tiendas.

-Si, claro.- Le dice cruzada de brazos.

-Bueno, bueno. ¿Qué buscas?

-Estoy buscando un regalo para Yukine-kun de navidad.

-Vas a comprarle un regalo a Yukine ¿¡Y no a mí!?.- Le dijo el dios casi llorando y con una mano en su pecho.

-Tranquilo, también te iba a comprar uno pero ahora no puedo porque estás aquí y debe ser sorpresa.

-Es bueno escucharlo. Creí que ya no me querías.- Dijo todavía haciendo un puchero.

Lo único que hizo Hiyori fue sonreír un poco avergonzada.

-Bu-Bueno. ¿Me acompañas? Necesito un poco de ayuda.

-Claro, creo que no tengo nada más que hacer.

-¿No te han llegado trabajos verdad?

-Haré como que no dijiste nada.

Ella sólo sonrió por la actitud de este. Y así entonces ambos comenzaron a caminar por la plaza.

-Entonces... No tienes la más mínima idea de que regalarle ¿verdad?

-No, sinceramente no se que le gustaría...

-¡¡Hiyori!! ¡¡Mira!!

El dios apuntaba a una tienda dedicada a Capypa. Peluches, ropa, artículos de cocina.
Todo era de Capypa.
Y claro, Yato no dudo en ir corriendo a la tienda, seguido de Hiyori que le gritaba que se detuviera.

-¡Mira esto!.- Dijo sosteniendo una playera.- O esto, o esto. ¡Mira también esto!

-Pareces un niño pequeño en una juguetería.

-Es taan lindo. ¡Whoa! ¡Mira Hiyori!

Lo siguiente que hizo el dios fue agarrar un disfraz de Capypa y comenzo a ponérselo, ignorando a la dependienta que le decía que puede ir a un probador.

-Mira, se me ve tan genial. Hiyori ¿me lo compras?

-¿Qué? No, claro que no. ¡No traigo tanto dinero! ¿Por qué no mejor te lo compras tú?

-Lo haría pero esta vez no encontre los ahorros de Yukine. Cada vez es más difícil saber donde los esconde...

-Bien. Nos vamos.

-¡No espera! ¡Aún no he visto todo!

-¡Yato!

Después de estar mucho tiempo intentando sacar a Yato de esa tienda, Hiyori por fin vio una tienda que parecía ser la indicada para lo que buscaba. Una tienda de patinetas.

-Una patineta. ¡Si! ¡Perfecto!

-¿Patineta? Que aburrido... Yo hubiera preferido el disfraz de Capypa.

-Vamos, entremos.

Al final, después de pasar un rato eligiendo.
Hiyori ya se despedía de Yato.

-Bien, tengo que regresar a casa. Nos vemos.

-Espera, ¿Qué hay de mi regalo?

-Vendré de nuevo, pero tu no puedes verlo.

-¿A sí? ¿No será una excusa para que de último momento no me lo compres?

-¡Adiós Yato!.- Dijo comenzando a correr.

-¡Ikki Hiyori! ¡Más te vale no olvidarlo!

Ella sólo siguió corriendo con una gran sonrisa por el día que tuvo junto a él.











Lo se, lo se.
Soy horrible. D:
Se que deje de actualizar por mucho tiempo. Pasaron muchas cosas en mi vida, tuve algunos compromisos.
Pero ya estoy de vuelta. <3
Los veo en el siguiente capítulo.
Sayōnara ヽ(・ω・')

¿Qué clase de sentimientos son estos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora