Onceava carta.

4 0 0
                                    

Hola, chico trizado.

Me alegra que estés volviendo a ser el mismo.
Pero ambos sabemos que nada vuelve a ser como antes.
Te oí reír, y mi corazón dio un brinco en mi pecho.
Por instinto, llevaste la mano al colgante en tu cuello y lo apretaste.
No lo soltaste durante varios minutos.
Y sentí mi alma consumirse un poco más.
Tú nunca me verías.
Kate siempre será la única.
Al llegar a casa, lloré contra mi almohada.
-SBX.

Hola, chico trizado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora