5. De camino

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Oigo los miles de pájaros que revolotean y pían temprano por la mañana, abro los ojos, veo a Candela todavía dormida, cojo mi ropa y me voy a mi cuarto de baño, como Candy tiene ahora el sueño cogido y pesado, que no se despertaría ni aun que hubiera un incendio, me doy una ducha. Me voy despertando, me lavo la cara, me visto y bajo a desayunar con mi padre, como él también se levanta temprano los dos somos los únicos seres "despiertos" de casa.

-Buenos días peque, ¿qué tal has dormido? Se te ve cara cansada.- me dice mi padre sentado en la mesa de madera de la cocina mientras lee el periódico y bebe café con galletas de chocolate. Y es verdad, tengo cara cansada porque no he podido dejar de pensar en todo.

-Bueno, me costó dormir por el calor.- digo mientras me preparo un descafeinado -Y no te comas todas las galletas.- le digo mirándole con cara de reproche a lo que él rie y se termina de comer la galleta que tenía en la mano.

Después de tener la típica charla charla mañanera con papá me voy al baño que está abajo, para no molestar a Candy con el agua otra vez, y me lavo los dientes.

Me miro al espejo un rato y mi mente me grita cosas que desearía ni oír ni pensar, me voy al salón cojo mi móvil de mi mochila y lo enciendo, miro un poco las redes sociales, lo que a veces me deprime un poco y todo, pero luego pienso que no debería ponerme así porque la gente enseña lo guay de su vida entonces nadie es perfecto Ana, no te exijas tanto.

-Yo me tengo que ir hoy antes, que tenía una reunión y mucho papeleo.- se me acerca a dar un beso en la mejilla y me levanto a acompañarle a la puerta. -Que lo pases medianamente bien si puedes en el insti.- me abraza.

-Gracias, igualmente, adiós.- río un poco por su ironía y la mía.

Cuando veo desaparecer el coche cierro la puerta, miro el salón tan solo y tan silencioso y siento un sentimiento raro, como de soledad pero a la vez de comodidad. Me siento en el sofá y cojo el móvil otra vez, pero lo suelto espantada al acordarme de la foto de ayer... Necesito hablar con Fran.

¿Qué? No. Pero... Él conoce a Lena y a los "popus" de clase. Pero no puedo, me darán los siete males. Pero Ana, es por una buena causa. Me bofeteo mentalmente. Soy idiota si dejo esto pasar, es acoso, no me pienso callar. Se lo contaré a Zoë para ir acompañada a hablar con Fran.

También quiero hablar con Kevin y saber más de él, me pareció majo. ¿Pero en qué estoy pensando? ¿Primero Fran, luego Kevin y luego un ataque cardíaco, no?

Ugh, maldita ansiedad.

Pero voy a intentarlo.

*-¿Me oyes Anie? No me rendiré.-*

No hay contestación por su parte, que raro... A lo mejor me deja en paz un rato.

Miro el reloj y...

-¡Leches Maricarmen! ¡Qué se me hace tarde!- guardo el móvil en la mochila, la cojo y me voy corriendo hacia la puerta.

Cuando llego a las puertas del instituto, está Zoë como siempre esperándome.

-¿Qué te ha pasado mujer? Hoy has hecho un nuevo récord de tu tardanza.- se rie ligeramente mientras vamos andando hacia dentro.

-Venga vamos, que te tengo que explicar una cosa más importante que mi tardanza.- le digo cogiéndola del brazo para acercarla más.

Justo se lo termino de contar cuando llegamos a clase, me abraza y entramos. Dejamos las mochilas en nuestros respectivos sitios y como siempre yo me dirigía hacia Erika, que esta con su Nintendo como siempre, pero Zoë me detiene:

-¿Cuándo actuamos agente Colville?- me susurra y me mira con la típica cara seria que ponemos cuando "jugamos" a los espías o más bien cuando hacemos de las nuestras, y nos llamamos por nuestros apellidos.

-Creo que será mejor a tercera hora agente Stenson.- a lo que ella asiente y reimos, nos dirigimos luego hacia el sitio de Erika, la conocimos cuando redistribuyeron las clases y resulta que ella era nueva y un montón de nuevos pararon en nuestra clase, entre ellos, Fran no, él acabó en la clase de al lado, con las que nos intercambiamos y juntamos a veces. Al principio era la rara, aburrida y emo de Erika Wellic. Pero como yo no soy de juzgar a la gente sin antes conocerla, me acerqué con Zoë y le hicimos el típico interrogatorio que le hacemos a las personas que parecen majas y están solas.

Resulta que tenemos los mismos gustos musicales, pero a ella la llaman emo por su look (Nota: a mi no porque no me atrevo a llamar ni un poco la atención) y también por su carácter, porque es más seria y no es como las otras típicas huecas que parecen desesperadas por llamar la atención de los chicos.

-Hey Erika ¿qué tal?- pregunta Zoë. Apaga la Nintendo y nos sonríe.

-Pues ahora que habéis llegado mejor, porque me aburría pasándome por millonésima vez el The legend o Zelda: Ocarina of Time.- me mira con una sonrisa de oreja a oreja.

-¡Sabes que me encanta ese juego!- digo con voz aguda fangirleando -¿Te lo has pasado ya?

-¡Sí! Mola mucho, y sí unas cuantas veces.- se ríe cual diva y nos reímos todas - toma, ya me lo devuelves cuando te lo pases o cuando quieras que no pasa nada.- me da el cartucho del juego.

-Jo muchas gracias, eres la mejor. -la abrazo.

Y justo en ese momento llega la profe de sociales, y nos corta la conversación mandando a cada uno a su lugar.

-Bueno hasta luegui chicas gamers.- dice Zoë yendo a su sitio de delante.

-Adiós diva.- reimos Erika y yo. Y me alejo a mi sitio de atrás, donde veo toda la clase.

En esta clase estamos con la de Fran y Erika, que van a la misma, a la de al lado, y desde aqui me pongo a mirar a Fran pero para mi sorpresa me estaba mirando, me sonrojo y aparto la mirada al segundo.

¿Por qué me miraba tan... tanto? Bah da igual, me pongo ahora a mirar a su lado a Lena, peinándose y mirándose en el espejo, no sé como ningún profe no le echa la bronca o algo.

Termina la clase y viene Zoë corriendo hacia mí.

-Venga vámos, primero cambiamos de clase y luego actuamos.- me dice ilusionada mientras recojo lo que tengo en la mesa.

-Vale agente.- termino de recoger y me levanto y cojo la mochila y nps vamos de clase, ya que ahora nos toca Latín, nos despedimos de Erika, que ella tiene mates creo, y vamos hacia nuestra otra clase.

Pero no aguando más esta presión, cojo a Zoë del brazo hacia los lavabos y entramos corriendo. Se para frente a mí cuando estamos dentro, me sujeta por los hombros y me levanta la cara suavemente con la mano.

-Dios Ana, ¿estás bien? ¿Qué te ha pasado? Estás blanquísima, ven corre.- me dice preocupada.

Abre una puerta de un baño y me inclino de rodillas, ella cierra la puerta, me recoge el pelo y empiezo a vomitar. Ya gané a Annie, por eso a lo mejor no contestaba. Siempre que tengo un ataque de ansiedad o tiemblo, me pongo fatal, me duele la tripa y se me marea la vista y gana Annie porque luego me vienen malos pensamientos, o directamente vomito y expulso los malos pensamientos y gano yo. Después salimos, me lavo la cara, le agradezco, nos abrazamos y salimos.

-Si quieres puedo hablar yo con él.- me dice todavía preocupada mientras vamos andando agarradas de la mano.

-Tranquila, enserio que ya estoy mejor y ahora sí que puedo hablarle.- le sonrío tranquilizándola y me sonríe de vuelta.

Entramos en la clase, ponemos nuestras mochilas en nuestros sitios y vamos directas al sitio de Fran.

-Hola Fran.- le saludo un poco insegura, pero Zoë se da cuenta y me agarra la mano por detrás.

-A..anda, hola Annie, ¿qué tal?- me pregunta bastante nervioso, ¿sabrá por qué vengo? ¿Por qué tengo la sensación de que cuando le hablo se le ilumina la cara?... Me doy cuenta que me he quedado mirándole y me pongo roja y el sonríe tierno.

-Em... bueno, más o menos, te quería comentar una cosa...

Not TodayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora