La oportunidad se presentó cuando regresaban a casa.
_________, al timón del velero, se recostó contra el pecho de Niall, que le rodeaba la cintura con los brazos, después giró la cabeza y le sonrió.
El empresario la besó, recreándose en el sabor de su boca. La vida era perfecta, como tenía que ser. ¿Por qué había sido tan cobarde hasta ese momento? Jamás se había considerado una persona miedosa. Siempre había ido tras lo que quería. __________ había sido la única excepción. Pero Niall la quería a su lado, más de lo que había querido nada en su vida y precisamente por eso se había convencido de que nunca podría funcionar, que __________ jamás le daría la espalda a su familia. Pero en ese preciso momento, en aquel barco, mientras lo besaba y parecía poner en aquel beso todo su corazón y su alma, ¿cómo podía dudar Niall de que ella sentía por él lo mismo que él por ella?
_________ puso fin al beso con un suspiro.
—Ojalá no tuviera que irme —comentó.
Niall no podría haber pedido un pie mejor aunque él mismo hubiera escrito el guión.
—¿Y si no te fueras a casa mañana?
La joven se puso tensa entre sus brazos y se dio la vuelta para mirarlo.
—¿Por qué no me iba a ir a casa mañana?
—¿Qué prisa hay? Podrías quedarte aquí.
—Niall, tengo un trabajo, tengo una vida a la que tengo que regresar.
Niall vaciló un momento. En realidad esperaba que __________ no dejara escapar la oportunidad y le dijera que sí sin dudarlo.
—Aquí necesitamos ayuda —dijo en un intento absurdo de salvar algún resto de orgullo.
—¿Estás diciendo que quieres contratarme? —A __________ se le nublaron los ojos de dolor y a Niall lo invadió otra oleada de esperanza.
—No, quiero decir, sí, pero hay… Quiero que te quedes por nosotros. —El empresario se pasó una mano por el pelo. Por Dios, se sentía como un crío de trece años invitando a una chica al baile. ¿Dónde diablos había quedado su pico de oro? Agarró el timón cuando se acercaron al muelle de Cayo Holley.
Pero la expresión de __________ se había suavizado al fin y su sonrisa envió un cosquilleo cálido al vientre de Niall.
—¿En serio?
Niall sintió que una sonrisa le curvaba los labios. Abrió la boca para contestar pero al meter el barco en la grada se dio cuenta de que había más barcos, barcos que él no conocía, anclados en la playa. Una Zodiac pequeña pasó junto a ellos a toda velocidad, con varios pasajeros disparando sus cámaras sin parar.
—¿Qué diablos?
Niall y __________ amarraron el barco a toda prisa, recogieron sus cosas y bajaron al muelle. Docenas de personas se arremolinaban alrededor, gritando, y empujándose, y daba la sensación de que la policía de la isla estaba intentando meter a varías personas en el ferry del complejo.
Un hombre saltó hacia ellos chillando cosas incomprensibles. __________ se encogió cuando el hombre le metió algo por la cara y Niall la atrajo hacia sí en un movimiento instintivo. ¿Eran paparazzi? A los pocos segundos los había rodeado más gente, por sí necesitaba una respuesta a esa pregunta.
Harry y Sarah consiguieron abrirse camino de algún modo entre la multitud, seguidos de varios policías que se las arreglaron para mantener a los fotógrafos a raya para que ellos pudieran salir de allí.—¡Gracias a Dios que han vuelto! —dijo Harry—. Aparecieron anoche, después de que se fueran. No tengo ni idea de cómo averiguaron…
—Porque hubo una filtración —la interrumpió Sarah con voz tensa.