Capitulo 17

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Niall se había quedado observando el paisaje por la ventana de su despacho con la mirada vacía. El sol de la tarde se reflejaba en el agua de la bahía y le impedía ver el ferry que iba a llegar con la última hornada de huéspedes.

Pero no le hacía falta verlo para saber que se estaba acercando. Le echó un vistazo a. su reloj. Las 15:24. Max, el capitán del ferry había dicho que llegaría a las 15:25 y Max siempre era puntual.

—¿Listo para irnos? —Harry le puso una mano en el hombro y lo empujó con suavidad.

Niall exhaló un fuerte suspiro e hizo lo que pudo por poner cara de fiesta, como había hecho cada semana de los últimos dos meses. Se obligaba a adoptar la máscara del anfitrión cortés y encantador, bajaba al muelle y recibía al nuevo grupo de los más acaudalados del mundo que llegaban en busca de las vacaciones de lujo por antonomasia.

Y cada semana observaba cómo desembarcaba cada huésped con una intensidad inquebrantable. De vez en cuando vislumbraba una figura delgada y pequeña con una melena de rizos rubios y el corazón le daba un vuelco en un instante de esperanza enfermiza.
Y cada una de las veces era otra persona. Niall sabía que era ridículo esperar que _________ le dijera a su padre y a Liam que se fueran a tomar vientos. E igual de improbable, si no más, que después tomara un avión y volviera a Cayo Holley.

Con todo, no pasaba un solo día sin que resonaran en su mente las palabras de despedida de la joven. Sin que Niall se preguntara si la decisión de apartarla de su vida no había sido el peor error que había cometido jamás.

—Niall, vamos, hombre, intenta no poner esa cara, ¿quieres? Ni que te acabaran de atropellar al perro —dijo Harry con tono dulce a pesar de sus palabras—. Estas personas vienen en busca del paraíso y el paraíso no lo dirige un amargado gruñón con mal de amores.

—Yo no tengo mal de amores.

Harry bufó.

—¿Penando por las esquinas? ¿Encerrándote en tu casa cada noche? ¿Sin mostrar ni una pizca de interés por ninguna de las muchas huéspedes solteras que hemos tenido en los últimos dos meses? Si eso no es tener mal de amores, ya me dirás tú.

Niall miró furioso a Harry, incapaz de discutir la dolorosa y exacta descripción que había hecho su primo de su comportamiento.

—Y si hay alguien que sabe de mal de amores, ese eres tú, ¿no? —Niall sabía que se estaba comportando como un animal. Solo a él se le ocurría restregarle a Harry por las narices aquella dolorosa ruptura, pero al parecer no podía contenerse.

—Pues mira tú por dónde, así es —le soltó su primo—. Y ahora entiendo lo pesado que debí de ponerme. Así que llámala, dile que la quieres y acaba de una vez. —El joven se detuvo un momento para guardar unos papeles en un archivo—. Además, está afectando a tu trabajo y tenemos demasiado que hacer como para que andes distraído por ahí.

Y era a _________ a la que tenían que agradecer la nueva carga de trabajo. A pesar de todas sus rabietas y quejas, Jane Bowden había puesto por las nubes delante de todos sus amigos, incluidos unos cuantos que tenía en la prensa, la asombrosa boda, una auténtica maravilla, que le habían organizado en Cayo Holley. Puesto que se había ido antes de que los paparazzi cayeran sobre la isla como una plaga de langostas, la actriz, por milagroso que fuera, no tenía nada malo que decir sobre Niall, Harry y el resto del personal del complejo turístico.

Gracias a ella, Harry ya había recibido la reserva de dos bodas más en solo un par de meses y Niall estaba cortejando de forma activa a una princesa sueca que estaba recorriendo varios hoteles del Caribe. No estaba nada mal, teniendo en cuenta que habían organizado su primera boda solo dos meses antes. Ojalá _________ estuviera allí para ayudarlos, pensó Niall con tristeza.

Fiesta Privada(Adaptada) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora