Un demonio con aureola

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Quien la viera caminando por la calle de seguro diría algo como:
"Que niña más tierna, a su edad y aún sigue siendo una niña" o "mira esa niña, que ejemplo".
Pero estarían tan equivocados.

No saben que por dentro ya haz pensado miles de ofensas que decirles, y que te fastidia que se te queden viendo cuando vas caminado en la calle, no saben que te da temor salir sola, o que puede que te ves tranquila y pacífica por fuera, pero tienes una tormenta electrica en tu interior.

Nadie sabe lo que haz pasado, sentido o pensado, nadie saben lo que te haz negado a creer, sentir e incluso ser, nadie sabe cuántas noches enteras haz pasado despierta con lágrimas en los ojos, a punto de derrumbarse por no saber que hacer ni como deberías actuar.
Nadie se imagina lo dura que es tu vida, no, solo piensan que eres una adolescente, que todo eso pasará, que son etapas de la juventud, una moda más.  Si tan solo ellos supieran lo ridículo que suena eso.

-no creo que ninguno de los adultos de hoy en día, hubiesen pasado por estas cosas que debemos soportar nosotros.
-¿que te hace pensar que no?
- que no lo parece, ellos crecieron con lo básico, los juegos de calle, las tareas con libros, el trabajar desde jóvenes, y aprendieron a ser educados a las buenas o a las malas.
- ¿eso no te parece algo insoportable?
- no, creo que hubiese sigo mejor ser de esa época.
- entonces, tú dices que lo que pasamos es por que?...
- porque nos están malcriando, nos enseñan a ser groseros, a tener la vida fácil, y por ellos estar trabajando para darnos la vida fácil, nos olvidan, y es ahí donde nosotros "llamamos la atención" como dicen ellos.

Eso no era llamar la atención, eso era pedir ayuda a gritos, te estabas ahogando en tus penas, y sabes que es lo peor? No hubo nadie para ti.
Tu madre en vez de apoyarte, te maltrato más, tus amigos te criticaron, tu familia se ofendió. 

No saben que lo hiciste porque necesitabas un abrazo, o una palabra de ánimo, no, se empeñaron en recordarte lo mal que estabas, y eso te puso peor. Hasta que ella llegó.
Quien te sacaría de tu infierno  y sería tu amiga, esa voz de ayuda, esa que te diría: "Estoy orgullosa de ti", ella sería tu ángel, la que te daría sus alas, para que tú, un demonio encerrado en sus problemas, tuvieses alas para volar.

Mis DamasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora