Mis Damas

La de las trensas

Recuerdo haber tenido no una, si no muchas discusiones con la niña de las trenzas, y casi siempre o siempre, eran por sus estúpidas trenzas.
No es que estuviese en contra de las trenzas ni nada por el estilo, es solo que en ella me fastidiaban.
Una niña linda, simpática, y con un cabello hermoso, que tiene que hacer con un par de trenzas? No!, Ella podía soltarse el cabello que igual se vería bien, pero no podía, claro que no, entonces a fastidiarme a mi con sus trenza grandes y gruesas.

Recuerdo que una de las últimas empecé a llamarlo "Chupa trenzas"  por eso recuerdo que duró un tiempo sin hablarme, me ignoraba, y se alejó de mi, pero, si pero, un día llego con el cabello alisado y suelto y creanme, fue a decirme literalmente:
Ya Feliz?
Obvio que estaba feliz, luego de pasar casi dos años diciéndole que se quitara ese par de trenzas de la cabeza, a cualquiera le da alegría ver a alguien tan bonito libre de ese mal.

Y eso es sólo el principio de todo el mal que recorrí con ella, es la hora y aún sigo peleando con ella sobre esos temas, y lo peor, no aprende. 

A veces me toca decirle que se cambie adecuadamente, o que escoja mejor sus palabras al hablar, pero como ella es la temeraria que nada le importa, es como hablarle a una pared dura de cemento, por mucho que la grites no te va a oír.

Hubo un tiempo en el que ella se enamoro de un chico y yo no le caía bien y esa fue causa de alejarnos.

Otra
Jodida
Y
Asquerosa
Vez.