Capitulo 15

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Natsuki y Kaito (Instagram: @chichiro_bayi)

Lo que Watatsumi dijo dejó a ambos paralizados, con los labios entreabiertos, por razones distintas. Ryu pensaba en todo el espectáculo que había orquestado, resignado a que Nako perdería la vista, y con ella, la posibilidad de perdonarlo alguna vez. Por otro lado, Nako se sorprende de que aquella mujer conociera a su padre de alguna forma, como si su historia estuviera entrelazada con la suya mucho antes de que ella lo supiera.

—Ryu... —dijo Watatsumi, con una dulzura inesperada que cortó el silencio—. Muchas gracias, ya cumpliste, puedes retirarte.

Ryu no quería irse; sus ojos brillaban con una mezcla de súplica y culpa. Pero sabía que no había opción. Con una reverencia profunda, se giró hacia Nako, esperando encontrar en su mirada un rastro de perdón, pero lo único que vio fue un destello de odio que lo atravesó como un cuchillo. No le quedó más que retirarse, con el peso de esa mirada sobre sus hombros.

Nako, aún perpleja, no podía apartar los ojos de Watatsumi. Aquella mujer no solo conocía a su padre, parecía tener respuestas a muchas de las preguntas que siempre había tenido, y quizás a otras que aún no se había atrevido a formular.

—Cariño... ¿Puedo llamarte así? —dijo Watatsumi con una sonrisa suave que desarmaba las defensas de Nako.

—Ehm... sí, claro... —Nako tartamudeó, aún confusa—. ¿Cómo debería llamarte?

—Watatsumi, o como prefieras, cariño. Me encantaría que habláramos, hay tanto que quiero saber de ti.

—Igualmente... —Nako respondió con cautela, pero una llama de curiosidad brillaba en su interior.

— ¿Tienes alguna pregunta? —Watatsumi ladeó la cabeza, expectante, como si estuviera lista para revelar secretos guardados durante años.

—Sí, de hecho... muchas —Nako tomó aire, consciente de que estaba en el borde de un abismo de revelaciones—. Especialmente sobre mi padre...

—Oh... Podemos sentarnos. Pediré que nos traigan algunos postres. ¿Te gusta algún dulce en particular?

—Estoy bien —Nako sonriendo tímidamente—. Me gusta probar cosas nuevas.

Mientras hablaban, el dragón enrollado en el brazo de Watatsumi pareció cobrar vida, deslizándose lentamente por su piel hasta desaparecer en la oscuridad.

—No creo que tarden mucho, pero podemos empezar —dijo Watatsumi.

—Sí... Bueno... —Nako dudó un momento—. Quisiera saber cómo conociste a mi padre.

Watatsumi se sonrojó, un destello nostálgico cruzando sus ojos. —Lo conocí en el mismo lago donde tú conociste al joven Ryu. Muy bien, ¿no te parece romántico?

Nako sintió un pequeño nudo en el estómago al escuchar esas palabras. Romántico no era precisamente lo que sentía al recordar ese momento.

—Supongo... —dijo, incómoda—. Pero quiero saber qué es este lugar. ¿Qué hago aquí más allá de conversar?

Watatsumi avanza lentamente, como si supiera que esa pregunta llegaría. —Tenía tanto tiempo sin verte... Desde que estabas en el vientre de tu madre —Nako abrió los ojos con sorpresa—. Supe lo de Satori tiempo después, pero su pérdida... su pérdida me rompió. Tú eres lo único que me queda de él.

—Tú... ¿tuviste una relación con mi padre? —preguntó Nako, la duda y el temor entrelazándose en su voz.

—Tu padre fue un hombre feliz, ocurrido y muy leal. Nos conocimos cuando éramos niños, pero su corazón siempre perteneció a tu madre —dijo Watatsumi, con una suavidad melancólica—. Sin embargo, mi corazón siempre fue suyo...

Nako sintió un peso en el pecho, una mezcla de confusión y algo que no lograba identificar. —Mi madre sabía de ti?

—Oh, no... nunca supo de mí. Le pedí a Satori que guardara nuestro secreto.

Nako la miraba fijamente, tratando de descifrar lo que aquello significaba. —Entonces, ¿cómo me conociste cuando estaba en el vientre de mi madre?

Watatsumi sonríe con tristeza. —Te observé desde lejos, una noche mientras tu madre dormía. Eras tan tranquila que ella descansaba profundamente. Aunque no eres mi hija, una parte de Satori vive en ti, y eso fue suficiente para que quisiera verte...

—¿Por eso tengo similitudes contigo? —preguntó Nako, su voz temblorosa. Algo dentro de ella sabía que la respuesta cambiaría todo.

—Yo... te di algo mío, una parte de mi energía —Watatsumi bajó la mirada, nervioso—. Puede que no lo notes, pero llevas mi chakra en tu ser.

—Chakra...? —Nako la miraba con creciente asombro—. Entonces, este lugar... ¿qué es?

—Es un mundo de invocaciones—respondió Watatsumi—, un lugar donde los ninjas pueden invocarlos, pero hace mucho que no tenemos invocadores. Quería que lo consideraras, Nako. Crea un contrato con nosotros y...

—Espera... —la interrumpió Nako—. ¿Mi padre tuvo un contrato con ustedes?

Watatsumi avanzando lentamente, y con un gesto suave, el pequeño dragón que había desaparecido antes, regresó y se deslizó hasta convertirse en un pergamino que se abrió ante ellas.

—Aquí está... las huellas de tu padre y su nombre —dijo, señalando con cariño el lugar donde estaba inscrito "Satori Hyuga", junto con la huella de su sangre seca.

Nako miró el pergamino, sus dedos temblorosos tocando las marcas de su padre. Algo profundo se agitó en su interior.

—Quiero pensarlo... necesito tiempo —dijo Nako, con la voz apenas un susurro.

—Por supuesto, cariño. Tómate el tiempo que necesites —Watatsumi parecía nervioso, ansiosa, pero no presionó.

La conversación continuó, pero Nako apenas podía concentrarse. Las revelaciones la habían dejado aturdida. Incluso los dulces que llegaron apenas los probó, aunque la hospitalidad de Watatsumi no cesaba.

Finalmente, cuando terminó la reunión, Nako salió al encuentro de Ryu.

Sus miradas se cruzaron, y todo lo que Nako pudo sentir fue una ola de resentimiento. Se dio la vuelta, decidió alejarse, pero Ryu se apresuró, agarrando su muñeca.

—¡Espera! —la voz de Ryu sonaba desesperada.

—¡No me toques! —gritó Nako, liberándose de su agarre. Las lágrimas que había contenido durante tanto tiempo comenzaron a correr por su rostro—. ¡Te odio!

Ryu bajó la mirada, derrotado, pero antes de que pudiera decir algo más, la voz de Watatsumi interrumpió desde la entrada.

—Ryu, no toques a una dama sin su consentimiento.

—Lo siento... no volverá a pasar —respondió él, avergonzado.

—Pídele disculpas a ella, no a mí —corrigió Watatsumi, con calma.

—Lo siento, Nako... —susurró Ryu, incapaz de sostenerle la mirada.

Nako secó las lágrimas y respiró hondo. —Quiero volver a casa —dijo, recordando de repente la cita que había dejado pendiente con Akiro.

Hola ¿Qué hacen?
Lo escribo mientras veo Naruto xd
Después de varios capítulos vuelve a aparecer Ryu.
En el siguiente aparecerá Akiro
O talvez no.
Espero y le haya gustado el capítulo de hoy.

Sayonara :3

21/08/17
-CallMeMirai-

Al principio les he dejado un dibujo de cómo veo a Natsuki y Ryu. Igual si se lo imaginan de otra forma, está bien :)

02/01/2021
-hyuga-

Desgraciadamente, me hackearon esa cuenta y ahora estoy como @chichiro_bayi en twitter (no me importa que ya no se llame así) e instagram.

[1] LUNA || Neji HyūgaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora