Confianza.

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-¿Qué harás mañana en la noche?- preguntó el colocando la colilla de su cigarro en el cenicero.

-Planos, planos y más malditos planos.- dije dandole una ultima calada a mi Marlboro.

-¿Estudias?

-Obviamente si.- le contesté revoleando mis ojos.

-¿En que universidad estudias?.- me preguntó mientras revisaba un mensaje en su teléfono.

-Es mucha información para un extraño, ¿no crees?.- le contesté dibujando cosas sin sentido alguno en la ahora empañada lata de cerveza, que por cierto no me di cuenta cuando llego a mis manos.

-Bueno, si de algo te sirve yo estudio en la Universidad de Cornell.-Dijo curvando sus labios en una sonrisa picara.

-Si tratas de ganar confianza déjame decirte que vas a tener que tratar un poco más que eso. -sonreí curvando mis labios.

rió mirando al suelo- Definitivamente tu no eres como todas las chicas. 

-Se llama tener sentido común.- le dije satisfecha.

-¿Por qué ese temperamento, ____? -preguntó, debía dejarsela pasar; no me conocía después de todo.

-Acostúmbrate, así soy yo -le guine un ojo y tome un sorbo de mi cerveza.

-_____, al fín te encuentro.- Dijo Ali colocando su mano derecha en el pecho, dando un efecto de cansancio. 

-Nunca me perdí, Ali. -respondí con una sonrisa falsa.

-¿A no? -preguntó sarcasticamente-  ¿A que llamas entonces a mi buscándote desde hace mas de media hora? -se cruzó de brazos

-Que tu estes preocupada -reí tratando de disimular el escándalo de mi amiga.

-Si, claro ____ -rodó los ojos y yo solo sonreí de medio lado.

-En fin, ¿para qué me buscabas? -pregunté sin interés.

-En quince minutos nos meteremos en la piscina, te buscaba para que nos cambiaramos -respondió con una pizca de adrenalina en su voz.

-Esperame en el baño del cuarto de Brent -le guiñe un ojo esperando a que ella entendiera mi indirecta, y también la capto. Nos entendemos perfectamente. 

-Oh -respondió sonriendo pícaramente -Ya veo, si. -rió levemente- De acuerdo. -y se fué.

-No puedo esperar para verte en dos piezas -rió el chico dándole un último trago a su bebida. 

Arquié una de mis cejas con picardía -¿Tienes ambos pies sobre la tierra? -reí y el solo me miro con el ceño fruncido -Te quedarás con las ganas, ¿sabías? -dije levantándome ya de la silla.

-No según lo que escuché -se levantó y se puso a mi lado algo incómodo -

Cuando estaba a punto de irme sentí su mano jalarme por mi brazo izquierdo, dándome una vuelta haciendome quedar delante de el.

-¿A dónde vas? -me preguntó con una sonrisa que no estaba nada mal.

-A disfrutar la noche, ¿o qué crees? ¿qué iba a mantenerme sentada en una silla hablando con un extraño? -dije seca.

Noté como se quedó pensando unos segundos.  -No tengo toda la noche -dije dirigiendo mi mirada a mi brazo aún sujetado por su mano apretándolo.

-¿Nos volveremos a ver? -me preguntó sabiendo a lo que se refería.

-La verdad es que no soy bruja ni predigo el futuro -dije riendo, hasta que el porfín soltó mi mano de su apretón.

-Eres imposible -dijo negando con la cabeza.

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