_____ se muda por diversas razones a Oslo (Noruega) para vivir junto a su primo que lleva varios años trabajando allí y viviendo junto a su mejor amigo llamado Perk. ______ se considera una jugadora empedernida y sabe detectar por ello a cualquier j...
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Posdata: tampoco es la gran cosa
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Domingo 00:35h
Ni una palabra había sido cruzada desde la salida de casa de Eva. La tensión sexual era palpable a pesar de la distancia entre los dos asientos del coche de Chris el cual ya había sido reparado y quedado como nuevo.
Su mirada viajaba incontables veces a mis piernas desnudas cubiertas por unas simples medias y el deseo que reflejaban sus ojos era más que detonante de mi propio deseo hacia él.
Subirlas escaleras de casa no me había resultado tan largo tiempo perdido como esta noche así que una vez en el portal decidí iniciar el juego.
-Chris.-Lo llamo y sus ojos marrones dejan de mirar las escaleras bajo sus pies y se gira para verme pues subía detrás de él.-¿Has subido alguna vez corriendo estas escaleras?-Su rostro refleja negación y confusión por mi extraña pregunta mientras paso cerca de él,rozando nuestros cuerpos, hasta adelantarlo. Retiro los tacones de mis pies con un rápido movimiento y de nuevo sus ojos recorren mis largas piernas morenas.-Corre jugador.-Susurro en su oído antes de salir disparada escaleras arriba.
Sus fuertes pasos me persiguen mientras llego antes a la puerta y abro estrepitosamente la puerta, dejando que choque bruscamente contra la pared cuando sus brazos me rodean por la cintura y sus labios buscan con desesperación los míos. Juego con los suyos, proporcionándoles pequeñas succiones mientras cierro la puerta con una ligera patada.
Nuestros pasos por la entrada y el salón son torpes y podría jurar que hemos tirado más de un objeto por el camino pero el placer que me produce la huella caliente de su mano por mis muslos es una sensación que me hace opacar el resto.
Me retiro de sus labios cuando mi espalda choca contra la pared del pasillo que lleva a la cocina y habitaciones y lo miro a sus ojos.Están en llamas como los míos. Rodeo su cuello con mis brazos y sonrío, sus labios me devuelven una de sus típicas sonrisas picaronas que tenía tantas ganas de devorar. Sus manos viajan de nuevo a mi cintura y me levanta fácilmente para hacer que rodee su cintura con mis piernas dejando que mi vestido quede tan arrugado ami tronco pero parezca una camiseta.
Sus manos aprisionan mis glúteos mientras entramos a mi cuarto y me deja caer en la cama de espaldas. Está de pie frente a mí disfrutando la escena que ve. Me pongo de rodillas todavía sobre el colchón y comienzo a besar y succionar su cuello escuchando como su respiración se acelera y desabrochando su camisa para quitarla sin que si quiera se de cuenta. Sus zapatillas vuelan por la sala cuando me separo de él para retirar mis medias y sin que le dé tiempo a hacer más comienzo a desabrochar sus pantalones.
