Nat, una chica que por problemas que ocurren en su país, se tiene que mudar a Estados Unidos, donde un día conoce a un chico llamado Chris. Ella es una chica tímida cuando no conoce a las personas, pero también es muy simpática y agradable cuando se...
¡Maldito despertador! Ya es lunes, son las siete de la mañana y me tengo que levantar para ir a mi primer día de clases.
Ayer después de comer las pizzas que ordeno Ethan y explicar que Chris y yo no somos nada más que amigos y que sólo fue un pequeño beso, Chris se fue a su casa, Ethan se quedo a dormir y nos fuimos a mi habitación.
No dormí muy bien, no tengo ni la menor idea de cual sea la razón. Lo que sé es que estoy luchando por levantarme de mi suave y cómoda cama.
Diez minutos después me levanto de mi cama refunfuñando porque mi madre me obligo. Entro al armario, elijo lo primero que mis ojos detectan que son unos jeans negros, un top de tirantes negro, una camisa de cuadros y mis Adidas.
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Entro al baño y me doy una relajante ducha, cinco minutos después estoy vistiéndome, a parte también decido ponerme unas pulseras y unas gafas de sol. Agarro mi mochila y bajo las escaleras.
Al llegar a la planta baja y dirigirme a la cocina me encuentro con mi madre, con Ethan, con Evan... Y Chris hablando mientras mi madre prepara el desayuno.
—Pensé que iba a tener que ir yo a obligarte a levantarte de la cama enana— me dice Evan.
—¡Oh, Evan! Hola, yo estoy muy bien ¿y tu?— exclamo, ignorando lo que dijo antes.
—Hola enana, que bueno que estés bien, yo también estoy bien— sonríe.
—Hola al resto— dejo la mochila en la isla.
—Alguien no está de buen humor el día de hoy— comenta mi querido mejor amigo. Lo fulmino con la mirada.
—Claro que no estoy de buen humor, no quiero ir a clases. Me quiero quedar en mi cómoda cama hasta morir siendo feliz— respondo y me siento en una de las sillas.
—Que vaga eres— dice mi madre.
—Mamá siempre ha sido así— responde Evan.
—Odio ir a clases— digo.
—Pues ahora es que te falta para dejar de ir a clases— dice Chris—. Hola bonita, buen día.
—Ni me lo recuerdes... Hola— digo.
—Bueno, chicos me tengo que ir a trabajar. Ahí está el desayuno, llego tarde a la reunión. Que les vaya bien. Los quiero— dice mi madre y nos da un beso en la mejilla a cada uno.
—Adiós mama, que te vaya bien a ti también— le digo yo.
—Adiós, Liz. Igual a ti— dice Chris.
—Adiós mamá, suerte— dice Ethan.
—Adiós mamá— dice Evan.
—Adiós— sale de la cocina, a los segundos se escucha cerrarse la puerta principal.
