Capítulo 1

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Me llamo Eva, y tengo 17 años, soy hija única por lo que mucha gente piensa que soy una mimada, pero no es así. Mi padre se fue de casa cuando yo solo tenía tres años, mi madre solo me dijo que tenía un nuevo trabajo en una nueva empresa, pero con el paso de los años me di cuenta de que no era cierto. Me encantaba navegar por Internet, por lo que un día quise empezar a investigar que era de esa persona a la que no conocía, la persona que para mí había sido un fantasma toda mi vida.

Encontré algunas cosas sobre John (del que solo recordaba su nombre), se había marchado bastante lejos de su hija, resultaba ser famoso, le encantaba cantar eso sí que lo sabía. Tenía muchas cuentas de sus fans (falsas) a las que les encantaba estar cerca de él, sacarse fotos con él y muchas cosas más que yo no sabía. Me encantaría conocerlo, porque es mi padre, pero por otra parte tengo un rencor acumulado hacía él, por haber dejado a mi madre sola, sin tener nada, se había llevado nuestro coche, eso hizo que mi madre tuviera que salir una hora antes de casa para llegar a tiempo a trabajar, hizo que mi madre tuviera que coger dos trabajos para que yo pudiese tener lo que quería y para pagar la casa, pero muchas veces no llegábamos a fin de mes.

En mi escuela me llamaban la niña abandonada, a la que su padre no quería. Hace unos años que paré de intentar tener amigos, sabía que por todo lo que decían de mí nadie quería estar conmigo. Prefería estar sola que con gente que no me aprecia, me pasaba los recreos y todos los días de la semana en la biblioteca de mi pueblo para no tener que encontrarme con gente indeseable. Poco a poco fui pensando en lo que quería hacer con mi vida, mi padre estaba en Londres y yo aquí en Madrid, pasando sola todo el día.

Mi madre no podía con ella misma cuando llegaba a nuestra casa por lo que decidí buscarme un trabajo con el que poder ayudarle por lo menos con una parte del dinero que tenía que poner para pagar la casa. Miré en bares, en tiendas... pero no conseguí nada, si paraba de intentar conseguir un trabajo mi madre necesitaría hacer más horas en sus dos trabajos para que le alcanzase para pagar la casa, la luz y todo lo que nos hacía falta. A dos manzanas de la calle en la que vivíamos, había un bar en el que siempre enraba mucha gente, para comer o tomar algo mientras que jugaban a las cartas. Entré y me fije que ese bar tenía mucha clase, las paredes estaban cubiertas de fotografías de gente que en los años ochenta había sido famosa, el suelo era de baldosas negras y rojas, pegados a las paredes había unos sofás blanco en los que la gente podía comer y las sillas estaban cubiertas por unos manteles blancos que por la pare de atrás hacía una forma de lazo.

Encontré al gerente de ese local al final de un pasillo enorme y muy bien decorado, en un despacho aun más lujoso de todo lo que había visto hasta ahora. Se notaba que ese señor era rico, o no sabría que pensar si no. Le dije todo lo que e había dicho a los demás señores que había estado hablando a o largo del día, pero este no era como los demás resultó que era muy distinto, el entendía que en verdad yo si que quería trabajar.

- Yo se que tu tienes razones por las que quieres estar aquí trabajando. Este es un trabajo demasiado duro pero aun así estas aquí, tu motivo tiene que importante mucho, por eso te contrato, pero estas a prueba si superas esta semana y veo que sirves para estar en mi bar trabajando te contrataré, primero tendrás un contrato de seis meses y te voy a pagar lo mismo que la otra gente que trabaja para mí. - dijo el señor, que tanto respeto imponía sobre mí.

-Le prometo que pondré toda mi fuerza para cumplir con usted – acepté sin pensármelo dos veces.

Tenía que empezar en unas horas por lo que me fui a casa para descansar y venir con fuerzas mi primer día. Sabía que no podría decirle a mi madre que estoy trabajando para ayudarla porque si no me haría dejarlo y me diría que ella puede sola. Aunque se que no es así, lo veo en sus ojos al llegar a casa después de su largo día, lo veo en como no puede ni subir las escaleras sin quitarse los tacones primero.

Al llegar a casa, subí a mi habitación, me puse mi pijama preferido y baje a hacerme la cena, algo rápido para irme a dormir cuanto antes, mañana me esperaba un día largo...

Mi vida con élWhere stories live. Discover now