Capítulo 7

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Tenía los nervios a flor de piel, era mi primera cita en mucho tiempo ya que estaba acostumbrada a que los hombres se separasen de mi cuando me veían. Allí siempre sería la chica rara, pero aquí se acabó pasarlo mal, se acabó vivir mi vida a raíz de lo que la gente me diga. Ahora soy feliz, cosa que nunca pense que sería, pero poco a poco me fui alegrando de estar aquí.

John pasó mucho tiempo esta noche conmigo eligiendo lo que ponerme la mañana del día siguiente. Me acuerdo muy bien que hablaba solo con sus pensamientos y razonaba poníendose la mano en el cuello y la otra como apollándose para que no se le cayera.

-Pensemos John, no puede llevar ropa que no le abrige porque por la mañana y por la tarde si que hace calor, pero por la noche hace demasiado frío, pero podría ser una buena escusa para que Cristian le dejara su chaqueta. Aún así tiene que ponerse algo más grueso para que no se congele. Listo ya se lo que te puedes poner. Te pondras unos jeans rotos, negros y ceñidos a tu cuerpo ya que a Cristian le vuelven loco, por la parte de arriba puedes llevar un top de flores que realce tus pechos y una americana y en los pies unas sandalias no con mucho tacón pero algo siempre viene bien. Del peinado dejame a mi que voy a llamar a mi peluquera para que esté aquí a las nueve para que te peine y te maquille y ya estarás lista para esa cita que llevas esperando desde que llegaste.

-Gracias que te tengo aquí para que me des estos consejos, si no fuese por ti iría igual que siempre. Me resulta tan difícil elegir ropa que ponerme para salir a algún lado... Soy demasiado rara ¿no?- Dije con la cabeza mirando hacia el suela para que no pudiese mirarme la cara mientras que me entristecía pensando en todo. Noté una mano que me levantaba la cabeza y que me quitaba las lágrimas que se me habían caído de los ojos. Los abrí y vi a John miréndome fijamente, se que él no quiere que lo pase mal, ya sabe todo lo que me paso a lo largo de mi vida y nunca dejaba que yo recallera en todo aquello.

-Mereces ser feliz, se que Cristian va a intentarlo y en poco tiempo vais a estar muy juntos, se que no te va a fallar y si lo hace estaré yo aquí para apollarte en todas tus decisiones.- Este chico me entendía demasiado bien sabía que siempre podía contar con él para todo lo que quisiera hacer en la vida.

Me quedé dormida al poco tiempo, llevaba un día demasiado agetreado y necesitaba descansar cuanto antes. No creo que me lograse despertar nadie hasta que descansara tanto como yo quisiese. Mañana vendrían mi mejor amigo con su peluquera a despertarme para peinarme y maquillarme después solo se quedaría John para verme al final. Escuché que alguien llamaba a mi puerta, no me lo podía creer, ¿ya era hora de que me levantasé?

-¿Quién es? Pasa si quieres.- Dije sin abrir los ojos.

-Buenos días, son las 8 solo venía a ver como habías dormido y que supieses que ya me voy a preparar para estar a las 11:00 listo y no hacerte esperar.- Hay diosss, vino a verme a ver como había dormido, que lindo que era conmigo.

-A las 11:00 estaré abajo preparada. A las 9 vienen a ayudarme con el pelo y el maquillaje para poder  estar a tu altura.- Me desperte con ganas de decirle todo lo que pienso.

-¿Puedo quedarme un rato contigo? Para que no estés sola y por lo menos tengas compañía ahora que estás despierta.- Tenía ganas de que se quedase y que me abrazara mientras que no venía nadie.

-Quedate pero eso si, con una condición, no me mires la cara porque cuando me despierto esto horrible...

-Tu nunca estas horrible desde que llegaste causaste tentación.- Lo decía para quedar bien, yo lo sabía.

-Lo dices por decir algo y para que no me sienta mal.- Solo lo mire entre los dedos de mis manos para que no me viese.

Se acostó a mi lado y me pasó uno de sus brazos por debajo de mi cabeza y el otro estaba rodeando mi cintura. Me quedé mirando hacía su cara, estaba sin camiseta, solo llevaba un pantalón del pijama pero aun asi estaba demasiado guapo, sabía que me estaba enamorando de él y no sabía si era algo bueno...

Pasaron solo cuarenta y cinco minutos en los que no paramos de mirarno a los ojos cuando se despidió de mí, no quería ver el resultado final hasta que nos reuniesemos en la entrada de la casa, me dió un beso justo al lado de mi boca y me abrazo demasiado fuerte, se notaba que estábamos demasiado felices de poder salir solos y juntos.

Poco depués se abrió la puerta de la habitación y se dejó ver a una chica alta y guapa, llevaba el pelo recogido en una coleta alta y no había rastro de maquillaje sobre su cara, llevaba un chandal, pero aún así era demasiado guapa. John entró justo detrás de ella, llevaba el pijama y aun tenía la cara de dormido.

-Hola cariño me llamo Jessica y voy a ser hoy tu peluquera y maquilladora, lo primero vamos a lavarte la cabeza para que te quede mejor el peinado.- Mientras que me lavaba y me secaba el pelo, hablaba con John y con ella les conté que estubo Cristian aquí por la mañana conmigo abrazándome en la cama y ellos se alegraron demasiado. No creía tener problema por estar con Cristian a lo mejor a ella no le gustaba ninguno de los chicos o a lo mejor si pero no dejaba verlo.

Mi vida con élWhere stories live. Discover now