Capítulo 6

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No podía dejar de mirar a ese chico que me ponía las hormonas revolucionadas, se que no le conocía, pero simplemente lo guapo que era me traía loca. Esperaba con impacienca que un día se acercase a mi para decirme lo que fuese pero ese día no llegaba, John el amigo de Cristian se había vuelto muy amigo mío, mi gran confidente, sabía que podía confiar en él, que el no le iba a decir nada de lo que hablabamos en la parte de atrás de la casa.

Muchas veces el gran hombre que me aconsejo pedirle perdón a mi padre (Samuel) se unía a nuestras charlas y nos reíamos de los chistes que nos contaba.

-Tengo que decirte una cosa Eva y creo que te va a encantar esta gran noticia, yo se que a ti te gusta mucho Cristian, el día que te enfadaste y te fuiste corriendo nosotros nos quedamos solos ya que tu padre también había salido del salón, nos dijo que le gustaba demasiado tu físico y que quería ver si le dabas la oportunidad de conoceros mejor- Estaba demasiado emocionada, no sabía como iba a resultar todo esto, a lo mejor salía bien, pero también tenía miedo por si salía todo mal y no podíamos llegar a nada, que si me enamoraba de él y no le llegaba a gustar me iba a romper el corazón.

-Si se me acerca para pedirme una oportunidad yo se la daré, solo espero que todo salga bien, soy demasiado frágil, aun que no se me note.- Dige para que todos se riesen.

-Yo le diré que te vea cuando esté preparado y así ya hablais vosotros lo que querais.

Estaba demasiado nerviosa, me atrae mucho más que cualquier chico que estuviese a mi alrededor, gracias a John me enteré de las cosas que neccesitaba enterarme. Me fui de comprar con mi padre, me había prometido que un día saldríamos a comprar lo que yo quisiera para que tuviera todo lo que me hacía falta a mano. Me compré mucha ropa nueva ya que la mía estaba muy gastada porque llebaba demasiados años conmigo, no era la clase de chica que se iba a comprar ropa cada semana pero si que se hacía cambios de vez en cuando.
Tampoco me podía hacer llamar como una niña pija porque no lo era, si que me gustaba ir a la moda pero no me importaba llevar puesta mi ropa vieja y menos sabiendo que mi madre no tenía para comprarme todo lo que yo quería, ya hacía bastante.

Al llegar a casa le dije a Samuel si me podía llevar toda mi ropa a la habitación ya que yo tenía demasiada hambre y necesitaba comer algo, ir de compras era demasiado camsado, me agotaba cambiarme tantas veces de ropa, se que me gusta verme bonita pero aún así... Las cocineras me hicieron un plato de carne con patatas, para luego no tener que bajar a cenar con los demás y poder organizar toda mi habitación por tercera vez desde que llegué.  Mientras que me comía lo que me habían preparado esas mujeres se me acercó él chico que tan guapo me parecía.

-Hola, me llamo Cristian y soy uno de los chicos que conociste el primer día.- Dijo tocándose la nuca, se notaba que le daba demasiada vergüenza hablar conmigo.

-Hola Cristian si que me acuerdo de ti, como par olvidarme...- Me sonrojen me encantaba que se acercara a hablar conmigo así podríamos mantener una conversación más tranquila que con tanta gente a nuestro alrededor.

-Quería saber si te apetecería quedar conmigo un día los dos solos, digo para conocernos mejor, así ya podrás conocer a alguien más en esta casa.- Se le entrecortaba la voz.

-Si claro cuando tu quieras, yo no tengo ningún problema, además tengo todos los días libres.- Dije para que se calmarle los nervios del momento.

-Que te parece si mañana salimos por la mañana y comemos y cenamos por ahí, un día para nosotros solos.- Me subió una cosa rara por el estómago, nunca antes me había pasado esto, ¿será que me gusta más de lo que pensé?

-Está bien, ¿A qué hora quieres salir?- Estaba demasiado interesada en salir con él.

-Pues a la hora que estes lista yo te estaré esperando por aquí abajo.

-Perfecto yo intentaré estar preparada a las once como mucho para tener más tiempo.

-Vale, hasta mañana.

-Hasta mañana Cristian.

Me había olvidado de la cena mientras que hablaba con él, me quedé mirando a un punto fijo hasta que llego John y me sacó de mi mundo. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, iba a tener una cita con él y ya mañana, tenía que pensar que ponerme, tenía que pensar como peinarme, si pintarme o no, me esperaba una noche demasiado larga.

-John, no te lo puedes creer, voy a salir con el mañana, vamos a comer juntos y cenar juntos ya desde por la mañana vamos a estar conociéndonos.-Hablaba en bajo por si aún estaba escuchando en alguna parte. Pero de vez en cuando me salia un grito de la emoción que tenía en el cuerpo.

-Ya, hable con él y tenía demasiadas ganas, ahora solo te queda esperar al gran día, yo si quieres te ayudo a elegir que ponerte.- Dijo el con una alegre voz.

-Me parece muy bien, vayamos.



Mi vida con élWhere stories live. Discover now