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Una niña muerta no es más que otro caso para la policía, me asusta el saber que es una niña de igual nombre que mi hermana, me aterra que algún pendejo sociópata esté siguiendo a mi hermana, pero tal vez es coincidencia. Ser detective es un trabajo difícil, debes saber tratar a las personas, mi personalidad me ayuda con eso, soy muy despreocupado y, en cesiones no me importa morir, no tengo nada que perder.

-Tengo hambre, pasaré por un pan- me dije mientras sonreía a mi portafolios. Al salir de la comisaria me encuentro con ese tipo, el tipo de aquel puente, ese tipo.

- ¿Perdón cómo te llamas? - le pregunté

-Usted, hola ¿Cómo le ha ido? -

-Bien gracias, Pero ¿Cuál es su nombre? -

-Es lindo ¿no? El sol, su resplandor- me pregunta tratando de evitar mi pregunta

-Sí, es lindo... Pero más hermosa es la luna, que con su cautelosa oscuridad, oculta la maldad del mundo- le respondí tratando de seguir su juego

-Muy profundo... ¿Escuchó de la niña que murió? -

-Sí, pobre de su familia- no lo entendía, eso solo lo debería saber la policía

-Era mi sobrina- me respondió mientras una lagrima caía de sus ojos

-Ho, lamento escuchar eso-

-Me tengo que ir-

Se fue hacia la dirección en la que venía, como si solo hubiese venido hasta aquí para hablar conmigo. Pero imposible, ni siquiera sabía que trabajo en la policía, no sabía siquiera mi nombre.

Debido a los acontecimientos pasados empecé a investigarlo. No encontré nada en la base de datos, era un fantasma, ni siquiera tenía sobrina o madre, empecé a dudar mucho de este tipo. Pero luego de investigar no solo en la base de datos civil, sino también en hospitales lo encontré a nombre de charles.

Un nombre bastante común por estos lados. De repente suena mi teléfono -Un ruido muy estresante - contesto y escucho una voz bastante conocida, pero no podía distinguir quién era

- ¿Bryan? - preguntó la voz tras el teléfono

-sí ¿Quién habla? -

- ¿No me reconoces?-

-No, perdone ¿Puede decirme su nombre? - pregunto casi gritando, estaba muy estresado, no estaba para juegos en ese momento

-Adiós Bryan, hablamos luego-

- Hijo de p - no me dejo terminar la frase cuando ya había colgado.

Salí del trabajo para ya por fin dirigirme a casa, estaba muy cansado, además tenía que cocinar para mi hermana – lo cual no me molesta para nada – Cuando llego a casa Kaely estaba con unas amigas, creo que hacían una tarea, la verdad no me importaba siempre y cuando ella esté bien. Mientras cocinaba para mi hermana y sus amigas se escuchan disparos, le grito a las chicas que entren al cuarto de Kaely. Salgo a la terraza y, sorpresa, habían asesinado a una niña, seguramente a sangre fría.

Al día siguiente me dedico a investigar únicamente el asesinato ocurrido en frente de mi casa. No logro encontrar mucho, solo su nombre desafortunadamente, en exceso desafortunado, ya que su nombre, al igual que mi hermana, era Kaely. Ya son dos muertes de igual nombre. Me comencé a preocupar mucho, demasiado, esa preocupación se convirtió en estrés, no sabía que hacer.

Cuando salgo para almorzar, a la misma hora que el día anterior, me encuentro con este hombre.

-Charles ¿no? – pregunté enojado

-No, ese no es mi nombre-

- ¿No? mmm, ¿entonces cuál es? -

-Martín alté-

- ¿Martín Alté? qué clase de nombre es ese ¿es extranjero? - pregunté asombrado

- Si - respondió sin pensar

- ¿De dónde?-

-asesinaron a otra niña, tocaya de mi sobrina- dice de la nada; un comentario totalmente fuera de lugar

- ¿Cómo sabes eso?-

-Las noticias vuelan Bryan-

-Sí, lo sé- ¿Bryan dijo? Como es posible, no me conoce, no sabe mi nombre. espera, él fue quien llamó.

- ¿Tú me llamaste? ¿Justo a las 6.00 pm del día de ayer? -

- ¿Tú? ¿Ya somos amigos? Es asombroso -

- ¿siquiera escuchó lo que dije? -

-Nos vemos Bryan, que tengas un buen día, "amigo"- Se despidió resaltando la última palabra.

IMPULSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora