Cuando Oliver había dicho que pasaría por él, no creyó que hablara realmente en serio. Pero así fue. De hecho, pasó por él al día siguiente y los demás que le siguieron.
Ver la cara de su mejor amigo la primera vez que los vio llegar juntos, no tuvo precio. Roy se mostró muy entusiasmado con la idea de que fueran amigos y con el hecho de que le hubiera gustado el poder acompañarlos. En cuanto Queen se despidió de ambos con su típica sonrisa, Roy no tardó mucho en sugerirle a Barry que podría hablarle de él al rubio, para que éste terminara de caer a sus pies.
- Te debo una, amigo. -Agregó con una palmada en el hombro, a lo que Allen simplemente asintió.-
No creía que fuese tan mala idea, después de todo él no tendría ninguna oportunidad con Oliver, pero de seguro Roy sí. Ambos eran guapos, populares, extrovertidos... Mientras él simplemente era un nerd. Además, el chico nuevo siquiera le gustaba...
A la hora del almuerzo se sentaron en la misma mesa alejada de siempre, sólo que ésta vez contaron con la compañía de Queen, que venía con su nuevo amigo, un tal Dig. Al aparecer también era nuevo porque no recordaba haberlo visto antes. Ambos estaban discutiendo los últimos detalles de la 'gran fiesta' que celebrarían en la casa de los Queen para terminar de conocer a los alumnos del instituto.
- Una fiesta, eh... ¡Cuenten con nosotros! -Se apresuró Roy, encantado.-
- Quizá sea éste mismo sábado, sólo que no sabemos a quién podríamos invitar.
- Déjenmelo a mí, soy especialista en fiestas. Te estaré mandando mensajes por si surge algún imprevisto...
Era increíble cómo se las ingeniaba para salirse siempre con la suya. Una vez que Oliver aceptó su ayuda, Roy no pudo quitar la sonrisa de suficiencia de su rostro. Barry sintió una punzada de celos que intentó ignorar.
No tenía planeado ir a la dichosa fiesta, se lo había advertido a su mejor amigo un par de veces en la semana, y además, él sabía que no le gustaba ese tipo de reuniones; prefería pasarse la noche viendo alguna serie o jugando algún juego nuevo que tuviera en el móvil, ¡Antes muerto que asistir!
Entonces... ¿Por qué estaba siguiendo el sonido de la música hasta la casa de los Queen? Incluso se había puesto su camisa favorita, junto con unos jeans negros y sus clásicas zapatillas a juego.
Cuando llegó, no se animó a tocar la puerta, por lo que envió un mensaje a su amigo para ver si ya estaba allí.
Barry> Roy, ¿ya llegaste?
Roy> gentro. Stoy dentro.
Barry> Ok... Ya estoy por entrar.
No tuvo que ser adivino para saber que su amigo ya estaba completamente ebrio. Sólo esperaba que pudiera comportarse y no terminara vomitando sobre él como la última vez, cuando insistió en que podía tomarse una botella de vodka él solo.
Cuando le abrieron la puerta y lo invitaron a pasar, entró en busca de su amigo, rezando porque no estuviera metido en algún problema, o, en los pantalones de Oliver. Lo encontró rodeado de un grupo bastante grande, donde al parecer estaban jugando algún juego de mesa.
- ¡Miiiii amigo! Mi baaaarrrr. -Intentó pasar por alto la mano que tenía Roy sobre el muslo interno de Queen y saludó a ambos, intentando ganar un lugar sobre el respaldo del sofá.
Oliver le echó una mirada que hizo lo imposible por eludir.
El juego parecía bastante sencillo, era una versión más actual de 'verdad o reto'. El tablero tenía cuatro opciones en las que tu ficha podía caer. El típico verdad o reto, más otro donde sólo tenías que beber alcohol o simplemente salías inmune. Al principio no quiso jugar, le parecía más entretenido ver. Pero cuando comenzaron a insistir llamándolo gallina... No le quedó otra que aceptar. Después de todo, ya que había ido hasta allí, lo mejor sería divertirse como todos los demás.
- Muy bien, muchachos. Sigamos. Es tu turno, Dig. -Uno de último año habló, alcanzándole los dados a Diggle. Éste lo tomó y los lanzó sobre la mesa, pero uno acabó en el suelo.
- Dos, tres... ¡Cinco en total! Mueve tu ficha.
Al parecer cada uno tenía un color diferente. Barry tenía el amarillo, pero Dig movió uno de color negro. El casillero era 'reto'.
- Ésto se pone bueno... ¡Te reto a que beses a quien más te guste en ésta ronda!
Sólo habían tres chicas, los demás eran hombres. El moreno se levantó con determinación y tomó a Sara por el mentón, para luego besar su mejilla.
- ¡Abuuuuuuurridooooo! -Gritaron todos al unísono. La rubia tomó los dados y probó suerte. Movió sus fichas blancas hasta un casillero de 'verdad'.
- Dinos, preciosa. ¿Te gustó el beso? -Preguntó otro chico, al cual no conocía.-
- Me gustó que no se sobrepasara, ¡Gracias, por cierto! -Le guiñó a Diggle, el cual asintió como todo un caballero.-
La ronda siguió con un par de confesiones y algún que otro beso más, pero Barry ni siquiera podía concentrarse en el juego. No sabría qué hacer si le ponían algún reto donde tuviera que elegir a quién le gustaba... Se maldijo también por estar pensando en cierto alto.
Hablando de Roma... Ahí estaba Oliver tirando los dados. Su ficha verde terminó en la casilla de 'alcohol', así que se sirvió e hizo fondo blanco de lo que parecía ser cerveza. No estaba del todo seguro.
- Roy, tu turno. ¡Lanza!
- Pacieeeencia. -Tiró los dados y movió su ficha roja hasta reto.-
- Como el anfitrión está zafando de todas, te reto a que le elijas a alguien, el cual no puedes ser tú, para que pase con él dentro de alguna habitación de la casa, haciendo lo que quieran, durante tres minutos.
Sabía que moría por elegirse así mismo para aquel reto, pero quedaría demasiado obvio, incluso para ser él. Oliver se quejó de que lo incluyeran en aquello cuando él venía 'ganando' de manera limpia.
- Mi Barry lo acompañará, sí... él... mi amigo... -Allen palideció de inmediato, sin saber qué había hecho él para merecer aquello. Cuando Roy se inclinó para susurrarle al oído, lo comprendió.- Confío en ti, no puedo dejarlo solo con nadie más...
Pasó saliva cuando todos gritaron extasiados al ver a Queen acercarse a él con la mano extendida, esperando que lo acompañara.
- Un reto es un reto, anda. No te morderé. -Y esbozó esa típica sonrisa que le hizo temblar las piernas.-
Estaba completamente ido. Ni siquiera supo cómo logró caminar hasta la habitación donde ahora se encontraba con Oliver, el cual ya había cerrado la puerta detrás de él. Había una enorme cama en el centro y no tuvo mejor idea que ir a sentarse en ella, sintiendo las manos completamente húmedas de los nervios. Roy, su mejor amigo de siempre había confiado en él, tenía que controlarse y no dejarse en evidencia.
- Sólo... tenemos que esperar a que pase... pasen... los minutos, ¿Cuántos eran?
- Tres minutos, Barry. Yo creo que mejor los aprovechamos.
- ¿Qué...?
Fue consciente del sonido de pasos que siguieron los movimientos de Oliver para estar a unos pocos centímetros de él y de cómo una mano se posó en su mejilla para obtener su atención. Maldición, ahí estaba Queen con toda su perfección y sus bonitos ojos mirando su boca con atención. Estaba completamente perdido.
Nota: Pasó más tiempo del que hubiera querido... Soy demasiado nueva en todo ésto y aún no manejo bien los tiempos ni nada;; Lo siento, espero no se aburran y sigan disfrutando de ésto :(
Gracias a los que esperaron<3.
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Tres minutos
FanfictionOliver y Roy son amigos desde pequeños y comparten todo, hasta que Oliver Queen entra a sus vidas.