Llevábamos ya unas horas en el club, me habían traído obligada ya que se me había pasado un poco la mano con el bronceado y mi piel era muy sensible y me dolía.
Aunque después de un rato con las chicas, me había acoplado muy bien y ya ni me acordaba del dolor en la espalda y las piernas.
—¡Mojitos! —gritó Carla mientras me entregaba mi tercer vaso.
Detrás de ella venía Romina bailando con las manos en alto, lleva dos copas y al dejarlas en la mesa botó la mitad de una.
—¡Lo siento! —exclamó haciendo una mueca de disculpa.
—Pasa la lengua para recuperar ese alcohol, que me costó bastante dinero esa puta copa pequeña —gritó Carla enojada y usando un vocabulario que solo salía cuando estaba entrando al estado de ebriedad. Era muy evidente cuando se emborrachaba ya que se ponía a exagerar todo.
Romina haciendo caso omiso a mi amiga, se encogió de hombros restándole importancia y se bebió su copa de Nuvo de un solo trago.
—¡Ahora hay que bailar! —gritó y tiró de nuestros brazos, sacándonos a la fuerza de nuestro cómodo sector en el VIP del club.
Yo me reí y me dejé guiar.
—¡Mi copa! ¡quiero beber! —gritó Carla riéndose.
—Ya luego... ya luego —respondió Romina y alzó las manos cuando Animals de Martin Garrix comenzó a sonar. Junto con Carla hicimos lo mismo y entre sensuales movimientos, nos hicimos camino entre la gente hasta llegar a una esquina donde era más cómodo el espacio.
No sabía exactamente hace cuánto tiempo estamos bailando, pero si sabía que no era poco porque mis pies ya no aguantan mis super tacos de quince centímetros. Si, quince.
—¿Podemos sentarnos un momento? —gritó Romina para que pudiéramos oírla.
¡ALELUYA!
No les di tiempo para que lo pensaran dos veces y comencé a tirar de sus brazos hasta nuestro lugar en el VIP otra vez.
—Oh dios, mis pies me van a matar —exclamó Carla.
Yo estaba igual, pero no iba a decirlo. Mi diva interior me lo prohibía. Eso, y el hecho de que Carla me había advertido que no me pusiera estos zapatos ya que nunca podía estar mucho tiempo con ellos.
—No voy a beber de esta copa, Dios sabe que le habrán metido mientras bailábamos —murmuré mirando alrededor a los babosos que nos miraban, y haciendo caso a las sabias palabras de mi madre que siempre me decía: "No aceptes vasos que ya estén servidos de otras personas" y "Nunca dejes solo tu vaso, y si lo haces no vuelvas a beber de él". Que sabias palabras. Mami, te amo.
Ambas miraron las copas con cara de asco así que me ofrecí a ir a la barra y pedir más. Esta vez me tocaba pagar a mí. Mi bolsillo sufría ya que los tragos no eran nada baratos.
***
Tuve que esperar bastante hasta que el chico que atendía pudo notarme entre la multitud que esperaba sus bebidas. Intenté hablar en español, pero resulta que me atendió el único chico que no era latino. Mi lengua ya se trababa por todo el alcohol en mi sangre, así que me costó pronunciar.
—Can I have three marga... margarritas? Please! —le grité un poco mareada. Me reí al darme cuenta que exageré demasiado al hablar.
Se demoró bastante en entregármelas, ya que había demasiada gente esperando, y con demasiada gente me refería a cientos. La barra era muy grande y atenían muchas personas, pero aún así parecían no dar abasto.
Cuando por fin me las entregaron, me hice camino a nuestro sitio como pude, ya que toda la gente bailando hacía que se me hiciera más difícil llegar, pero me sentí orgullosa de mi misma cuando llegué con las tres copas intactas.
—¡Margaritas! —gritaron al unísono las chicas cuando planté las copas en la mesita que estaba delante de ellas. Sus expresiones eran de felicidad máxima. La misma cara que pondría un niño al ver que Santa le trajo lo que pidió.
Que chiste eran estas mujeres.
—Si, y no voy a volver a pararme así que pidan una botella de vodka y un jugo para que traigan a la mesa porque de aquí no me mueven —murmuré sacándome mis caros y molestos zapatos y escondiendo los pies debajo de la mesa.
Se que estaba en muy mal estado y haber mezclado tantos tipos de alcohol me tenía más que mareada, pero como pude me puse mis zapatos nuevamente y me dirigí al baño esquivando a la gente que bailaba y saltaba de un lado a otro.
—Buenos días señor gato... —susurré con voz de bebé y comencé a reír a carcajadas. ¿Por qué me había acordado del ratón bebé de Tom y Jerry?
Wow. Que tonta me ponía cuando estaba borracha. Seguí riéndome hasta entrar en un oscuro pasillo, donde me puse nerviosa de la nada.
No sé por qué pero sentía que alguien me seguía. Al voltearme, claramente, o más bien dicho, borrosamente, solo pude ver a gente bailando o besándose pegados a las paredes.
—Nadie te conoce aquí estu.. estúpida, nadie te sigue —me dije a mi misma en un tono no muy bajo. Menos mal que la música estaba lo bastante alta como para que nadie se hubiera percatado que cuando estaba ebria, hablaba sola.
Llegué feliz al baño ya que no tuve ningún "accidente" mientras me dirigía hacia él. Entré en el cubículo y suspiré con alivio.
—Señor gato... —recordé y volví a reír. Vacié mi vejiga y salí al lavamanos, donde había dos chicas que no estaban mejor que yo, tratando de aplicarse labial excesivamente rojo.
Al mirarme al espejo me di cuenta que mi aspecto no estaba tan mal como pensé que estaría, solo tenía un poco corrido el delineador en la parte de abajo de mi ojo. Saqué un poco de papel y me limpié el delineador corrido. Me apliqué un poco de brillo y sentí orgullo al ver que no parecía payaso en mi intento de maquillarme más que borracha. Logro que las chicas a mi lado no obtuvieron.
Me dispuse a salir del baño cuando choqué con un torso durísimo.
Dejavú.
—Ops, lo siento —dije. Y si no fuera por las dos grandes manos que me sujetaron de la cintura, estaría estampada en el suelo de la discoteca.
—Ten cuidado, no estás bien —murmuró el extraño con voz enojada.
Esa voz. Yo la conozco.
Y al mirar a mi salvador, vi que esos ojos que me miraban no eran extraños para mí.
¿Pero qué tiene este tipo que siempre me encuentra en baños?
—¿Me estás siguiendo señor gato?
Comunicado:
Buenoo, espero que la historia les esté gustando, pero debo informarles que llega hasta aquí! peeeeeeero, pueden seguir leyendola en:
http://dreame.com/novel/JmttMmWGG2vXH08hyh%2Bpog%3D%3D.html
Muchas gracias<3
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Así Me Quiero Quedar
Romance"Todo iba perfecto en mi vuelo hasta que me encontré con esos ojos grises..." Florencia Cole es una mujer que a su corta edad ya está realizada, tiene el trabajo de sus sueños, una amiga perfecta y su vida es como ella siempre quiso, y todo lo que e...