Primer arco: Examen de magos
Mi nombre es Blacketh, voy de camino a la ciudad de Bilbiot con mi amigo Liem para concursar en el torneo de ascensión, este torneo se celebra en las respectivas capitales de los países todos los años, su objetivo es ascender de categoría, están la clase S, A, B y C.
Liem y yo tenemos 16 años, edad en la que te permiten participar por primera vez, ya que hasta esta edad no terminas los estudios primarios, una vez acabados puedes ir al torneo para ascender de rango y poder hacer misiones como mago.
En efecto soy un mago, bueno más bien podría decir que soy humano ya que no tengo ningún poder, nací sin ese don, no es que sea el único muchas personas carecen de este don y digo humano porque hay más razas en este mundo, están los vampiros, demonios, ángeles y dioses. Realmente somos todos humanos pero debido a las capacidades tanto físicas como mágicas se nos llama de una forma u otra, cada uno llama a la magia de una forma diferente, nosotros los humanos la llamamos magia, los vampiros sangre, maldiciones para los demonios, aura los ángeles y juicio los dioses.
Los humanos somos la mayor población del mundo conocido, los vampiros solo viven en Transia, viven del turismo gracias a los cuentos que narran sobre ellos, todo mentira, yo he estado en alguna ocasión y las ciudades y pueblos son alegres y luminosos, sobre todo Rumian que es su capital. Los vampiros tienen sus propias reglas debido a un tratado de hace muchos años, ellos no se metían con nuestra cultura ni nosotros con la suya, había paz asique era lo importante, y la gente no es para nada como cuentan las historias, les puede dar la luz del sol, ¡ja! ¿La diferencia? es que sus colmillos son más afilados y tienen una capacidad de regeneración más rápida cuando beben sangre, debido a su antigua genética.
Los dioses son escasos igual que los ángeles, los dioses son personas de la nobleza de sus respectivos países y tienen un poder asombroso, normalmente estos suelen heredar el poder de los padres o de un antiguo pariente y suelen ser de aspectos de la naturaleza como el fuego, el rayo, el viento, etc. No solo pueden crear la magia de su elemento, ellos son el elemento. Y los ángeles bueno, digamos que son sus custodios, son humanos, pero pueden crear alas en sus espaldas y cambiar ligeramente su aspecto, obteniendo un color más pálido en la piel y así aumentar sus capacidades físicas y mágicas.
Los demonios y los licántropos están prácticamente extintos, los demonios desde hace muchísimos años debido a una guerra que hubo, donde todas las razas pelearon contra ellos por temor a su gran poder, puede que exista alguno, seguramente muchos sobrevivieron, si lo hay lo desconozco. Y los licántropos poco más de lo mismo, tuvieron una guerra contra los vampiros que estos ganaron, tienen un pequeño pueblo en el país de Transia pero sus habitantes son muy escasos, ahora están en paz con los vampiros.
"¿En qué piensas Black?"
"Oh Liem, nada, solo recordaba algunas cosas, nada más." Le sonreí.
Liem se encogió de hombros y miró por la ventana.
"Pronto llegaremos, no te distraigas mucho o acabaras hecho papilla en el torneo." Me miró y ambos nos reímos.
Tenía razón, en el torneo es peligroso pues está permitido llevar armas.
"No te preocupes, estoy más que preparado."
Liem es mi mejor amigo, ambos nos clasificamos en nuestro pueblo de Árribet, no había muchos participantes puesto que no es un pueblo muy grande, aun así, lo hicimos y estábamos deseando llegar al torneo para ver que nos deparaba.
Liem tiene el pelo rapado y los ojos marrón claro. Viste una chaqueta de manga corta negra abierta y una camiseta blanca con un pequeño laurel bordado en el pecho izquierdo, unos pantalones de cuero negro y unas botas que le llegan hasta la espinilla teniendo también un par de pendientes de aros en las orejas, no tiene ningún arma, a diferencia de mí, pues llevo una guadaña de un metro de largo acabado en una hoja curva parecida al de una hoz de medio metro, la heredé de mi padre biológico, soy adoptado y eso es lo que ellos me dijeron, que me encontraron junto a la guadaña. Llevo el pelo medianamente largo echado hacia atrás y tengo unos ojos verdes. Visto una camisa blanca con rayas negras abierta por el pecho y unos pantalones de cuero negros con unas botas que me llegaban por los tobillos.
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Blacketh
PertualanganEsta historia nos relata la vida de Blacketh, un chico de 16 años que quiere convertirse en un mago, sin embargo, un oscuro secreto hace que todo se tuerza. ¿Será capaz de seguir con su sueño y su vida?