Beso Francés

26.- confianza.

Lía.

Trato de ahogar los sollozos que amenazan con salir, mis ojos se nublan por las lágrimas y no las puedo limpiar por el casco.

Estaciono mi moto a la orilla del camino me bajo y quito el casco, dejo que las lágrimas y los sollozos salgan libremente, tratando de liberar la opresión en mi pecho.

Estoy molesta por el hecho que la señora Park me haya ocultado donde estaba Ryan, con ella fue con  quien desahogué la preocupación por mi mejor amigo eso es algo que no podía hacer con nadie más, ella me vio triste y preocupada pero de igual manera me lo ocultó. Pero lo que me duele y quema por dentro es que Andrew, el chico que en tan sólo unos meses se metió en mi corazón, en mi mente, en mi piel dude que me muero de amor por él. Tal vez mucho piensen que estoy exagerando, es mi primer novio quizás con el tiempo ni siquiera estemos juntos pero en este momento el que haya dudado de lo que siento por él me rompió el corazón.

La carretera que va desde la ciudad hasta la casa de los Park no es muy transitada así que en cuanto veo las luces de un vehículo acercarse limpio torpemente mis lágrimas y me giro para montar mi moto. El chirrido de los neumáticos frenando justo frente a mi me hace girar.

Andrew baja de su camioneta y me envuelve en sus brazos apretando mi cuerpo al suyo,  sentir su calor en compensación con el frío del mi cuerpo me hace suspirar en su pecho y aunque estoy dolida envuelvo mis brazos en su cintura.

- lo siento princesa... lo siento, lo siento, por favor perdóname.

Entierra sus dedos en mi cabello y su otra mano esta firme en mi cintura y su boca en mi oído sólo susurra "lo siento" "te amo" "perdóname".

¿Por qué cuando eres quien ofende es tan fácil pedir perdón?

¿pero cuando eres quien fue ofendido es tan difícil dar ese perdón?

Me separo de sus brazos una vez mis sollozos se calman, miro al idiota de mi novio y en sus ojos puedo ver el arrepentimiento y el miedo.

- Lía...

- tengo que ir por Ryan.- no estoy molesta con Andrew, pero no quiero tenerlo cerca.

Necesito estar sola, ya ni siquiera tengo ganas de ir a buscar a Ryan.

- Lía... soy un reverendo idiota por favor no te alejes de mi... princesa ni lo hagas.- toma mis mejillas y posa su frente en la mía cerrando sus ojos fuertemente mientras su cuerpo me pide a gritos que no me alejara.

- dudas de mi Andrew.- susurro.

- no, no dudo de ti princesa... yo, solo estaba asustado que te molestaras tanto.

- me molesta el hecho que tú me ocultaras algo.

- pero te preocupas por Ryan.

- claro que me preocupo ¡es mi amigo!.- digo soltandome de su agarre.

Doy un par de vueltas de un lado a otro antes de girarme a verlo.

- Ryan es el único amigo que he tenido, pero no he sido una bue a amiga con él, nunca le dije de las carreras ni la verdadera razón por la que intenté morir... ¿que no lo entiendes Andrew?

- te sientes culpable con él.- ¡oh, por fin!

- Ryan siempre fue un libro abierto para mi, sabía desde que tenía una uña encarnada hasta que chica se había llevado a la cama la fiesta anterior. Yo lo sabia todo de él. Pero yo, aunque le contaba como me sentía en muchas ocasiones, no le dije cosas importantes, no le dije lo que pasó con Nora, ni que Adam fue mi primer beso, ni como conocí a Peter, no le dije que jamás dejé de hablarte. Y ahora siento que si hubiese confiado más en él no estaríamos en este punto.