Caítulo 30

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Un mes después.

Pasan los días y me cruzo más seguido a Jackson y mi miedo crece día a día. Donde estoy él esta, voy a comprar y pasa con sus gorilas. Ya no se qué hacer.

E intentado comunicarme con mi hermano pero él no responde nunca a su móvil, o me envía directo al correo de mensajes. Estoy comenzando a odiarlo, prefirió un mundo de delincuencia que estar con su familia.

Con Sophia y Ethan nos hemos acercado cada vez más y más.

Y adivinen que ¿Quiénes han comenzado a estudiar administración?

Así es, nosotros.

Gracias a dios pude terminar el instituto, eso significa que no debía asistir a la escuela de verano. Y todo se lo debo a mi padre, quien ha ido a hablar con el director contándole todo lo sucedido. El director accedió y después de tres semanas estudiando a mil con mis materias, puedo decir que oficialmente he terminado el instituto.

Ahora con los chicos asistimos a una universidad. Pero creemos que nos hemos equivocado con elegir esta carrera.

No entendemos absolutamente nada.

El profesor habla de las matemáticas y otro de los debates de política nos marea muchísimo.

Solo debemos dejar las bromas de lado y tomarnos esto muy enserio, ya que es nuestro futuro.

Ahora estamos con Sophia en mi casa "estudiando" un poco para comprender de qué diablos se trata Contabilidad. La sala era un completo desastre, libros por todos lados. Pero creo que no entenderemos la materia si estamos con nuestros celulares en la mano.

─ Leah puedes venir por favor. ─ Oí el grito de mi madre que provenía de la cocina. Corrí las piernas de Sophia que estaban en la mía haciendo que ella se quejara y me fui a la cocina. Allí estaba mi madre revisando como loca las gavetas de la cocina, mientras mi padre detrás de ella la sostenía abrasada y se reía.

Cuando los ven siento que su amor es puro. Nada ni nadie los ha separado. Ni muchos menos el grupo de brujas locas.

─ Dime mama...─ Mi padre se separo aun sonriendo. Estaban tan felices que siento que arruine el momento.

─ Leah, puedes ir al almacén a comprar cafés o saquitos de té que no hay más. Por favor. ─ Asentí con la cabeza y volví a la sala a avisarle a Sophy así se levantaba y me acompañaba. Volví a la cocina y mis padres se estaban besando muy dulcemente, fingí toser y se separaron.

─ ¿Necesitas algo más? ─ Le pregunte y dudo.

─ Si, trae una baguete para la cena. Es todo, ten cuidado. Te amo.

Ay mama no soy un almacén, pero también te amo.

Salimos de la casa y montamos el auto, ya que no teníamos ganas ni de caminar. Lo sé, somos muy perezosas. Pero la realidad es que estamos como a unas cuarentas cuadras, más o menos, del centro de la ciudad.

A medida que nos íbamos acercando al centro el rostro de mi prima se iba desfigurando. Pare en un semáforo en rojo y la mire, se veía pálida y ya no estaba enfocada en su móvil.

Sus ojos estaban entrecerrados ya que la luz del sol daba en su rostro. Tome su mano e hice que me mirara.

─ Sophia, ¿Qué sucede? ─ Ella me miro insegura y se removió en el asiento. Miro el semáforo y me indico que estaba en verde, así que continúe camino. ─ Sophia, responde por favor.

─ No lo sé... no lo sé con exactitud... se que algo va a suceder pero no se qué. ─ Dijo nerviosa levantando cada vez mas la voz. ─ No se, siento una presión en mi pecho. Algo malo va a suceder Leah.

The Lawrence© (BJ #2) ( En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora