Capítulo 29

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Los días pasaron luego de aquella noche y con los chicos habíamos quedado en salir a cenar a un restaurante en el centro de la ciudad.

Ethan había dicho que nos pasaría a recoger a las ocho de la noche. Sophia esta duchándose, ya preparándose para la noche.

De mi hermano no se absolutamente nada, solo sé que regreso de Venecia por parte de Coco, que el también está aquí.

Mi padre, como ya les conté, pasa los fin de semana en casa de las brujas mientras lo atormentan. Pobre.

Mi madre por su parte, esta noche salió con Cleo, también a un restaurante.

La puerta del baño se abrió y Sophia salió maquillada y con un lindo vestido, cuatro dedos arriba de la rodilla, chaqueta, todo acompañado con zapatos bajos. Por mi parte, preferí un estilo rebelde, eso quiere decir, Jeans negros altos, camisa blanca, chaqueta de cuero y tacos altos.

La hora ya estaba próxima, así que bajamos y esperamos allí un ratito. Sophia aprovecho para peinar su cabello haciéndose dos trenzas.

El timbre sonó y salimos. Ethan vestía, igual que yo. Lo mire y me sonreí. Montamos el auto y nos dirigimos al restaurante y bar de la ciudad. Según Ethan, un poco de carne asada con vegetales no nos haría nada mal.

El lugar era bellísimo, y la cocina daba al público. Así que podías saber cómo cocinaban lo que ibas a pedir.

— Muy bien...— Dijo el mesero colocando nuestras ordenes en la mesa. — Buen provecho. — Agradecimos y se marcho.

Ethan tenía carne asada y papas fritas, lo mismo que yo. Sophy tenía vegetales y carne asada. Delicioso.

— Buen provecho. — Dijimos los tres a la vez y comenzamos a cenar.

— Ya que, vamos a estar más unidos...— Dijo Ethan. —Cuéntenme de ustedes. — Propuso y miro a Sophia.

— Bien...— Termino su bocado y hablo. — Somos familia, me quede un año del instituto y soy hija única. Estuve embarazada y perdí a mi bebe. Y mi madre me hubiese matado si no hubiera estado bajo el efecto de las drogas...

— Un momento, ¿Eres drogadicta? — La miro Ethan muy sorprendido. Sus ojos parecían salirse de orbita.

— No. Solo que aquella vez me había vuelto loca y bueno. Sucedió lo que sucedió. — Ethan la miro y no dijo nada. Y luego me miro a mí.

— ¿Y Tu?

— Bueno, somos prácticamente familia, no termine el instituto porque mi ex novio Jackson me secuestro y ahora huyo de él. No puedo ni salir de mi casa por miedo de volver a verlo.

— Un momento ¿Jackson has dicho?

— Con su permiso, me iré al baño...— dijo Sophy y se desapareció entre la gente. Negué con la cabeza ante su acción.

— Si, Jackson. ¿Tú lo conoces?

Sodexo. ¿Qué diablos le viste Leah? ¿No sabes la clase de persona que es él? Conocer, lo odio. Me traiciono con tantos trabajos, e incluso me debe dinero de ciertos pedidos.

— No lo sabía Ethan. Si hubiera sabido de un principio no me hubiera metido con él. — Proteste.

— Jackson mato a la chica que era mi novia. Salimos una noche como cualquier pareja, pero esa misma noche, la secuestro. Pase semanas sin dormir buscándola por su culpa. Hasta que una tarde la halle violada y degollada en una alcantarilla. Desde ese momento, mi banda juro guerra contra él.

— Es una noticia muy fuerte, Ethan. Lo lamento. — Me disculpé.

— Quédate tranquila Leah. Si el llega a ponerte un dedo encima a ti o a Sophia, se las verá conmigo y mi gente.

¿Acaso esta familia es narcotraficante?

Mire en dirección al baño, y Sophia regresaba un tanto alterada. Estaba nerviosa. Me miro con miedo, tristeza y otra emoción que no supe descifrar.

— Sophia ¿estás bien? —Me preocupe. Miraba su plato de comida como si no tuviera hambre.

— El... el dijo que... que acabara contigo. Cueste lo que cueste. — Ethan comenzó a mirar para todos lados hasta que su vista se poso en algo o en alguien detrás de mi espalda.

— Nos iremos de aquí ahora mismo. — Ethan pidió la cuenta y el mesero que nos atendió llego a nuestra mesa. No me quería quedar con la dudad. Así que lentamente me gire para ver quien estaba tras mi espalda, y allí lo vi.

Estaba sentado en el bar mirando fijamente. Levanto su baso en señal de saludo, sonrió con malicia y bebió de él. Ethan tomo a Sophia del brazo y la saco de allí. Pero no me fui sin antes darle una mirada de desprecio a Jackson.

Ethan en vez de llevarnos a mi casa, nos llevo a su departamento. Y para decir verdad, era bellísimo.

Sophia quería dormir porque se sentía atormentada, la cual Ethan le prestó su habitación y allí se la llevo. Por mi parte, salí al balcón que daba a la avenida y tenía una bella vista.

Sinceramente no quería volver a mi casa, no esta noche. Tenía miedo y más ahora que volví a ver a él.


—Sophy ya se ha acostado, dentro de un rato se quedara dormida. — Dijo acomodando un poco la sala. Tenía el sillón todo desordenado.

Entre a la sala y cerré el ventanal y las cortinas. Era una linda noche, estaba algo nublado y había un leve viento que la acompañaba.

— Juró que todavía no logro comprender porque te mentiste con una persona de su clase. Mejor dicho, de nuestra clase.

Se sentó en el sillón y palmeo para que me sentara a su lado. Rodee la mesada que está en el centro de la sala y me senté a su lado.

— Soy una mujer idiota, eso sucede. Me deje llevar por palabras bonitas, que no deje que mis ojos vean la realidad.

— Discúlpame Leah, pero al principio todos los hombres te hablaremos bonito. — Apoyo sus brazos en sus rodillas y me miro. Tiene razón no lo voy a negar.

— Lo sé, ya me lo han dicho.

— Es más, cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti...— Lo mire, no sabía que decir o como relacionar. — Digo... Ya sabes...

— Comprendo. — Sonreí.

— Solo ten en cuenta algo Leah. Nadie es más arrogante, violento o agresivo contra las mujeres, que un hombre inseguro de se mismo.

Tiene razón. Somos nuestro propio demonio y hacemos de este mundo nuestro propio infierno.

Para cambiar un poco el tema, Ethan propuso ver unas películas. Preparó café, lo sé con este calor tomando café. Si somos unos completos locos.

Ahora solo quedaba esperar a que Sophia despierte.

The Lawrence© (BJ #2) ( En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora