Capitulo 31

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La única pregunta que deberíamos hacernos en la vida es: ¿Cuanto vale la vida de un hombre? en este caso, de una mujer.

Saber cuánto vales, es saber que día morirás. Yo valgo 20 millones de dólares, y daría cada dólar que tengo por recuperar mi antigua vida.

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— Leah despierta, llegamos.— Alex me tocó el brazo y automáticamente abrí los ojos. Aún era de noche.

—¡Mierda, ya era hora!

—Jordan no hables así — reproche aún dormída.

— Corazón, llevamos diez horas en el auto y apesta a chivo aquí.— se quejaba mientras me pasaba el cachorro que Alex me regaló.

—No es razón para hablar así...— acaricie al cachorro y dejó un olor feo en mi mano.—¡Es el perro, que asco!

—si lo bañarse más seguido no habría problema.— contesto Alex.

—¡Callense! No veo la hora de llegar a la maldita casa. Tengo el culo cuadrado ya— dije mientras me removía en el asiento del copiloto.

—Alegrate hermana, ya estamos a unas cuadras.—Alex giro hacia su izquierda y a mitad de calle estaba la nueva casa. Es sencilla, con un portón simple algo oxidado pero para empezar esta bien.

Entramos a la casa y estaba todo oscuro. Jordan busco las perillas de la luz y no funcionaban.

— ¿No hay electricidad?— Bufé.

—Si la hay, debe de estar cortada.— dijo Alex y se adentro a quien sabe dónde.

A medida que iba entrando a la casa iba dando unos fuertes pasos  clavando mi talón.

— Leah, qué haces?—pregunto jordan.

—Ahuyentando a las ratas.— dije simple.

— ¿Aquí hay ratas?— dijo con asco.

—Pues, uno nunca sabe. Aparte Alex no las soporta, dale 24 horas y abra matado a cada roedor que vea...— seguí caminando y arriba de una mesita había un papel con algo anotado.

No podía leer hasta que Alex por fin le dio luz a toda la casa.

— Aquí dice nuestras habitaciones. Alex, tu cuarto es arriba a la izquierda y la mía a la derecha.—asintió y subimos.

Cuando entré a mi nueva habitación, había una simple cama y estaban todas las cajas con mis cosas. Habia un gran espejo y las ventanas no eran tan grande que digamos.

(...)

— Los idiotas no trajeron la televisión...— protesto Alex.

— Mañana la traerán.— me tiré en el sillón y miraba todas las cosas que había que acomodar. Sería un día muy agotar mañana.

—Siempre dicen eso, Berenice.— dijo Jordan.

— Oigan no me reclamen a mi lo que falta. Vallan y hablen ustedes con ellos.— contesté algo molesta.

Se comenzaba a formar un aire bastante tensó, que digamos. Miré a Alex y estaba con la mirada perdida a la calle. Era bastante lógico, después de varios meses volvimos al barrio donde vivían nuestros padres, solo que a unas cuadras de diferencia. En este caso en una especie de callejón, y nuestro aspecto físico era totalmente diferente. Nos cambiamos el color de nuestro cabello entre otras cosas.

Me levanté y me dirigí hacia el patio, no sin antes acariciar la cabellera de Alex en forma de apoyo. Salí y mi cachorra estaba en la puerta sentada esperando que deje entrar.

— ¿Malavita? Aquí estás.— la cargué mientras ella jugaba.—buena chica...

Entre y me dirigí a mi habitación. Antes de subir, jordan me ofreció su ayuda con el equipaje pero le negué y subí sin más. Abre desempacado algunas cosas hasta que mis ojos comenzaron a pesar. Corrí algunas cosas de la cama y caí en un sueño profundo.

(...)

—No hay cereal, pan, ni mermelada. Tendrán que conformarse con las donas de la panadería.—dije dándole un mordisco a una de ellas.

— Deberás de ir al supermercado.— apunto Alex desde el marco de la puerta mientras se cerraba la bata.

Es cierto.

— Cierto, pero primero me terminaré mi café y luego iré. Por cierto, trata de no estar todo el día en bata.—dije bastante obvia.

— ¿Por los vecinos?— dudo gracioso.

— Por tu moral. Ten respeto Alexander, sabes que las cosas cambiaran a partir de ahora.— Dijo jordan tomando de su café.

— Mi moral está bien, corazoncito. Ntp.

— ¿Que es Ntp!?— Alexander y sus frases raras.

— No te preocupes, dah.

Deje la taza en el lavabo, cogi mi cartera con algo de dinero, sin dudar mi arma obviamente y salí de la casa.

Tras cerrar el portón, prendi un cigarrillo y camine al mercado más cercano. Para mí desgracia ví el auto de una persona que no tenía ni ganas de ver en estos momentos. Solo me limité a respirar profundo y entre al mercado.

—Leita...— es voz chillona.

—Ashley—respondí con sequedad.

— Volviste a la ciudad.. Corrección, ¿tu no vivías del otro lado de ella?— tome el carrito y me dirigí a seguir haciendo las comprar.— Creeme que cuando te digo que no te molestaré más no lo haré.

— Bueno, muy bien. Solo te pido amablemente que sigas tu camino, por favor.

— Lo sé, solo que.. me enteré de la cantidad de dinero que ofrecen por ti en el mercado negro— ¿que demonios? —Es una lastima que una chica como tú la busque un maleante como Jackson.

— Solo cállate Ashley, volví aquí a tratar de rehacer mi vida. Y si quieres hacer realemente las paces conmigo solo dímelo de una vez.— dije en un tono duro a unos metros de su rostro. Su expresión no era ningúna, hasta que en su rostro se formó una sonrisa macabra.

—Si lo deseo, pero más el dinero...— carcajeo y comenzó a caminar con su changuigo.

Ver a una mujer me da rabia, odio, repulsión. LA ODIO. mi mirada voló hasta una botella de alcohol, la cual tome junto a una caja de fósforos. Camine y coji una pequeña garrafa a un costado. Sin que nadie me mirara, entre en el pequeño baño de la tienda. Abrí la garrafa, la rosie con la botella de alcohol y encendí un fósforo tirándole ahí mismo cerrando la puerta por detrás.

—Adios querida.— saludé a Ashley pasando por su lado la cual la deje atónita y fui a la caja a pagar los productos. Comencé a apurarme que le deje el vuelto al cajero, y salí de ahí caminando rápidamente.

Abre hecho algunos metros, hasta que atrás de mi explotó el local haciendo que me asustára. Aún sin mirar atrás, después de dos cuadras sonreí satisfecha de lo que hice.

Al rato.

—Leah la próxima vez llevaremos el auto y si es posible, compraremos comida para todo el año— dijo revisando toda la alacena.

Ya eran como las ocho de la noche, no quise cocinar, así que Alex ordenó una pizza extragrande. Me sentía muy cansada, la mudanza fue muy agotadora.

En lo que van cuatro meses las cosas habían cambiado muchísimo. Hemos estado viajando constantemente buscando un lugar acogedor donde vivir y al fin y al cabo, terminamos a un par de cuadradas de lo sucedido.

Aveces pienso en la situación en que hemos vivido y me lamento tanto, pero también pienso en el mañana y se que las cosas mejorarán.


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Después de mucho tiempo he vuelto a actualizar. Dejé de lado Wattpad por muchas razones, pero por consiguiente volveré, poco a poco.
Incluso he estado pensando escribir otra historia complemente diferente a está. En poco tiempo les comenté. Desde ya muchas gracias y un abrazo enorme lectoras 💛

The Lawrence© (BJ #2) ( En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora