PRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA *PELIGROSA ADICCIÓN*
Iniciada: 19/02/17
Concluida: 30/09/17
Abraham era la bestia que arruinaría su vida, pero al mismo tiempo, era el príncipe que llegaría a salvarla.
En ese punto ya no sabía qué pensar de él, de esto...
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Part. 1
Su cuerpo cae sobre el mío, y sin esperar más, me giro para quedar encima de ella, y así poder protegerla. Algunas cosas me golpean la espalda, pero la abrazo y no dejo que se mueva. Cuando me aseguro que nada va a lastimarla, me quito.
—Joder... —jadeo de dolor.
—Dios mío, ¿estás bien? —pregunta ella cuando nos ponemos de pie.
—Sí, sí. Ahora vete de aquí que no tienes mucho tiempo.
—No, no voy a... —no la dejo terminar y la beso.
Llevaba sólo un par de horas sin verla, pero la quería. Necesitaba tenerla cerca. Sus labios encajan con los míos, y me importa una mierda lo que pasa fuera de nuestra burbuja. Es ella. Somos simplemente nosotros.
—Abraham, necesito buscar a mis compañeras —susurra contra mis labios y reanuda el beso, para luego irse.
Cuando abro los ojos, la he perdido. La gente camina despavorida, y hay tantas personas en el piso que no tengo ni puta idea de qué hacer. Ni siquiera me había dado cuenta de la situación hasta ahora. Empujo a todo aquel que se cruza en mi camino y grito su nombre un par de veces. Alguien dispara en mi dirección, pero falla. Me agacho y me arrastro entre el centenar de cuerpos en el piso, los disparos no cesan y Ethen aparece en mi campo de visión. Él le dispara a Irene, y me paro para imitar su acto. La bala le cae en el brazo y ella se tira al piso, entonces visualizo a Maya junto a Josh y Sofía, los tres ayudan a otras dos chicas que están casi inconscientes. Para cuando me doy cuenta, Irene se ha escapado. En el lugar no hay casi nadie así que ya me puedo mover con mayor facilidad, mi espalda duele como si me hubieran flagelado hasta el cansancio.
Me acerco a Ethen.
—Se han ido —suelta él, con un tono de frustración notorio—, y han matado a tres de los nuestros.
— ¿Quemaste la droga? —pregunto.
—Casi toda —en su rostro se dibuja una baja sonrisa exultante.
—Ojalá su negocio se vaya a la mierda.
—No tendrán los pedidos listos, ¿Qué crees que sucederá?
Me doy el gusto de reírme, tratando de olvidar el fuerte dolor de mi espalda, y todo lo restante.
—Vámonos de aquí, ellos volverán en cualquier momento —digo, y le hago una señal para ir junto a los demás.
Maya está tratando de que su amiga reaccione, pero es imposible que lo haga.
Está muerta.
Josh; por el contrario, hace que la más baja se apoye en él y así poder sacarla del lugar. Sofía está en el móvil. Dios, qué muchacha.
