Maya se ha pasado los últimos diez minutos en silencio. Sé que no tiene ni idea de qué decirme acerca del beso, y ciertamente, yo tampoco. Al notar que intentaba negarse a pesar de todo lo que ya le había dicho, me enojé un poco, así que prácticamente actué por inercia y la besé. Debo confesar que me emocionó que respondiera rápidamente.
Ella mira a la ventanilla y se muerde el labio inferior.
—Y bien... —soy el primero en romper el silencio; sin embargo, el ambiente sigue igual de tenso—, cuéntame qué te ha pasado en estas semanas...
Ella sonríe.
—No creí que preguntarías eso —confiesa algo ¿avergonzada?
—Podemos hablar sobre el beso, si eso quieres. Por cierto ¿te puedo besar de nuevo? —vacilo.
—Creo que prefiero responder la primera pregunta.
Reprimo una sonrisa estúpida.
—Pues adelante, suelta todo —digo, sin distraerme tanto, no es que quisiera chocar.
Maya toma una bocanada de aire antes de iniciar a hablar.
— ¿Recuerdas que te conté acerca de mi padre? —Pregunta algo entristecida y asiento—, pues resulta que todo lo que creía era una completa mentira. El día que me fui sin avisarte, él llegó a casa junto a Rubén, mi hermano. Me sentí tan mal... es decir, me alegraba tenerlos cerca, pero imagínate, tuve que irme un día más para que ellos parecieran. Me hubiese gustado que todo mejorar después de eso, pero no... Papá me golpeó por primera vez esa noche, y mi madre se molestó, así que lo confrontó; diciéndole que no tenía ningún derecho sobre mí —noto que una lágrima cae por su mejilla.
—No tienes que seguir si no deseas. No quiero que te tortures con esto...
—Rubén y yo le dijimos cosas hirientes —continúa, ignorando mi sugerencia—, él sólo intentaba regresar de nuevo, sabía que era difícil pero estaba dispuesto a hacerlo, y nosotros lo rechazamos... mamá fue tan sínica ese día. Dejó que le reclamara a papá el hecho de no estar con nosotros, y de enviar cartas seis veces al año. Dios, ni siquiera las leía, y es que, le tenía tanto rencor porque no sentía que de verdad me quería, así que simplemente las tiraba a la basura. Cada año, sabiendo que no lo queríamos cerca, él enviaba cartas, fotos, postales... —suspira entristecida—, sólo trataba de ser alguien en nuestras vidas. Creía que no lo necesitaba, realmente creí que con mi madre era suficiente, y ella es una mierda de persona.
—Maya...
—Resulta que no lo dejaba entrar a casa cuando llegaba a vernos, no lo dejaba ni siquiera darnos un abrazo. Ella decía que no lo necesitábamos para nada, que no lo llamáramos papá porque no se lo merecía. Rubén fue el único se acostumbró a llamarlo Ricardo en vez de padre.
—Quizá lo hizo por protegerlos...
—Ricardo no es nuestro verdadero padre —dice, tratando de contener el llanto, no puedo evitar sentirme impactado por lo que acaba de decir. Ella me necesitó tanto en esos días, y yo sólo pensaba en que se alejaba de mí. Quería abrazarla, pero no podía detener el auto.
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Trust me (COMPLETA)
Fiksi PenggemarPRIMER LIBRO DE LA BILOGÍA *PELIGROSA ADICCIÓN* Iniciada: 19/02/17 Concluida: 30/09/17 Abraham era la bestia que arruinaría su vida, pero al mismo tiempo, era el príncipe que llegaría a salvarla. En ese punto ya no sabía qué pensar de él, de esto...