De regreso al auto íbamos preparados para lo que pudiera suceder. La verdad era que estaba asustado pero al mismo tiempo molesto. ¿hasta cuando la maldad nos estaría rodeando?, ¿que hoy en día no se podía estar tranquilo?, ¿no podías disfrutar de la alegría de la vida?.
Todos en el auto estaban en completo silencio, abby observaba a través de la ventanilla, el director sólo miraba su arma queriendo utilizarla, harry tenía su ceño fruncido y por mi parte, mi mente sólo pensaba en como podría encontrarse sophia.
Sophia.
Me encontraba aún en la misma habitación, en cierto punto no me sentía débil, era todo lo contrario, muy en mi interior sentía como si todas mis fuerzas se estuvieran almacenando para explotar en cualquier momento. Sentía que debía levantarme y realizar todo tipo de actividades.
Escuche unos pasos, eran calmados, la persona que se dirigía hacia aquí venía muy tranquila.
- hasta que nos vemos señorita sweet. - dijo aquella persona desconocida. Era un médico, tenia una bata blanca, usaba gafas y tenia un aspecto de 36 años, cabello negro y de contextura firme, parecía un ángel.
- ¿quien es usted?, ¿porque me tienen aquí?, ¿trabaja para kald?.- pregunté con tanto fastidio a lo cual el solo sonrió peligrosamente. Ya no se veía como un ángel. Era más que un demonio.
- soy el médico Anthony Thierry, segunda respuesta serás una gran ayuda y tercera respuesta, kald es un gran y viejo amigo, como no ayudarlo si el me ayudó tantas veces.- se dirigió hasta la bolsa con el líquido extraño e inyectó un líquido algo amarillento. No tenía ni la mínima idea de que estaba aplicando.
- Eres una pieza muy importante sophia, muy importante. - dijo y se retiró de la sala dejándome aún más confundida.
La verdad era que no comprendía nada, por más que trataba de buscar una unión a este rompecabezas no podía y ni tenía la menor idea de donde podía comenzar. El líquido aplicado por Anthony comenzó a hacer efecto, sentía como mi cuerpo iba pesando de manera lenta y mis extremidades iban perdiendo el control para quedar intactas como si tuviera pegamento en la camilla. Finalmente cerré mis ojos, no los podía abrir, no sentía mi cuerpo pero si podía escuchar todo lo que estaba a mi alrededor. Esto era tan extraño.
Narra leonel.
Al llegar a la zona donde tenían a sophia todos tomamos nuestras posiciones y tomamos nuestras armas.
- chicos estamos Unidos en esto.- les dije y ellos levantaron su pulgar.
- apúrate leonel, aquí estaremos alerta.- el director palmeo mi espalda y yo solo asentí. Sabía que la encontraría y sabía que la traería de vuelta conmigo.
Corrí hasta que la invisibilidad se apoderó de todo mi ser.atravesé muchos árboles, arbustos y me fui acercando a lo que parecía ser una roca con forma de puerta. Era muy rara y debía buscar la forma de rodarla o partirla. Busque a los lados y finalmente encontré lo que parecía ser una rama de roble, la gire a la izquierda y no abrió, luego a lo contrario y esta vez si funcionó.
Al entrar todo era distinto de afuera, más que todo parecía un hospital pero pequeño, habían unas cuantas enfermeras, camine y camine y luego vi un despacho donde estaba un médico, entre cuidadosamente y pude leer en la bata su nombre Anthony Thierry, y este ¿quien será? . Salí de esa habitación y comencé a correr, entrando a cada cuarto y sala buscando a sophia.
Debía calmarme, debía concentrarme y tratar de pensar de la manera mas abierta posible en donde podía estar. Este lugar era pequeño así que no debía estar muy lejos.
Decidí tomar un pasillo que estaba a mi derecha, lo seguí y lo seguí, había una puerta pero era de implementos de aseo, luego pase por una que era color beige y decía a un lado rayos X. No muy convencido decidí entrar. Todo estaba oscuro, al fondo se veía una luz, así que camine hasta allá.
No sabia que hacer, me había quedado neutro, por fin la había encontrado, estaba toda indefensa, estaba casi muerta, mi sophia, aquella chica que tanto amo estaba allí conectada a una bolsa con líquido rojo y otros cables, sus muñecas estaban atadas a hierro y vestia la típica bata de hospital. Necesitaba moverme o pronto llegaría alguna enfermera a monitorear.
Narra sophia.
Mi cuerpo podía estar dormido pero mi cerebro no dejaba de recibir todos los sonidos, olores y sensaciones de mi alrededor. Sentí que alguien abría la puerta, seguramente ya venían a inyectar otro líquido, quería moverme, quería salir corriendo pero ahora mucho menos lo lograría.
La persona se iba acercando, sus pasos eran lentos, lo que era raro, llego hasta mi lado y tocó mi mano, la tomó y beso delicadamente. No sabia como reaccionar, ese... ese era leonel. Me había encontrado, estaba aquí, a mi lado. Quería gritarle que estaba bien, bueno no tanto pero que al menos no estaba muerta. Quería decirle cuanto lo amaba, cuanto lo extrañaba, cuanto lo necesitaba.
- al fin te encontré mi amor, no sabes. . . Cuanto miedo he tenido.- su voz se Partió. - no quiero perderte de nuevo mi amor.- sollozo. Yo tampoco quiero perderte leo. No quiero dejar de ver esos hermosos ojos que me tranquilizan y me hacen sentir tan bien.
- pero te sacaré de aquí, solo resiste que pronto estarás con los tuyos.- sentí su aliento cerca de mi rostro. - Te amo.- dijo y me beso, como quería responderle, como quería que ese beso no terminará, como quería que no se fuera pero era necesario, sabía que desde aquí adentro y solo, no podría ayudarme.
Ahora sólo debía esperar, debía ser fuerte, no sólo por mi, por mi hijo, mi pequeño Jean Paul y por ese chico que un día odie y hoy es lo mejor que me ha pasado en la vida.. .mi vampiro... mi leonel.

ESTÁS LEYENDO
Soy Tu Vampiro
VampiriLo que no conocemos esta cerca de nosotros, nos observan,nos olfatean, siempre están ahí pero esta especie no la podemos distinguir fácilmente. Ellos están entre nosotros.