Debíamos darnos prisa, en estos momentos tenia un mal presentimiento sobre algo desagradable que iba a suceder. No podía saber con exactitud que era pero borrosas imágenes se pasaban por mi mente. Una camilla, sangre, muchos gritos y no precisamente de alegría. Les había comentado esto a los chicos y ahora nos encontrábamos camino al dichoso hospital donde tenian a mi amiga.
- creen que sea.. . - Leonel gruño.
- no te atrevas a decir eso Mario.-
- creo que no nos faltó nada.- mire mis armas y tenia todo.
- Abby podrías ir realizando algún hechizo de protección, ya estamos llegando.- dijo Leonel y yo asentí. Comencé a trabajar en el hechizo hasta lograr que todos tuvieran en su muñeca derecha una media luna. Este hechizo no era eterno, la luna comenzaría a borrarse dentro de una hora pero al menos sería de gran ayuda.
- listos, a pelear.- dijo el director y bajamos del auto el cual había dejado invisible entre dos árboles de tronco mega grueso para mayor protección y cero sorpresas.
Todos llevábamos nuestras armas escondidas. Leonel movió la rama de roble que permitía que la puerta se abriera. Entramos y algunos bombillos estaban encendidos. El director, su hijo, Leonel y Mario tenían sus sentidos bien activos mientras yo al final me encargaba de que nadie nos estuviera observando.
Leonel realizó una seña con su mirada indicando que Sophia se encontraba en aquella habitación que llevaba por nombre "rayos X"
Ya estando a escasos metros de la sala, vimos y Sophia no se encontraba. Carajo.- ¿¡en donde la tienen!?, ¿¡ella estaba aquí!?.- medio grito leo furioso y dolido. Esto seria mas complicado.
- seguro la tendrán en otra habitación cerca a esta.- Mario recorría el lugar.
- debemos darnos prisa.- dijo el hijo del director.
Salimos de ese lugar y Mario nos condujo a una pared. No entendia a donde quería llegar si ya no había más recorrido hacia allá.
- esta detrás de esta pared.- nos miro con sus ojos bien abiertos.
- Pero que estupideces estas diciendo.- le respondió leo alterado.
- créanme, tu Leonel también tienes un gran sentido del olfato, no puedes negarme que no sientes su aroma aquí.- lo miro y este asintió lentamente.
- entonces debemos encontrar la forma de atravesar.- toque la pared para lograr tener alguna pista pero fue inútil.
- si realizas algún hechizo o algo Abby?.- preguntó Leonel.
- tal vez pueda pero no estoy segura de que funcione.- dije mirando nuevamente la pared y escrutando en lo más profundo de mis conocimientos si conocía algún hechizo que logrará destruir o abrirla.
Me iba a dar por vencida cuando vagamente por mi mente paso uno que leí solo dos veces. Consistía en escribir el nombre de la persona en sangre dentro de un triángulo invisible, el cual en cada punta tenía una estrella de cinco puntas. Ademas la persona encargada de realizar el rito, osea yo, debía enfocarme en el nombre escrito hasta llegar a ella.
Le comente a los chicos sobre lo que había leído y ellos aceptaron.
- ten Abby.- me dijo Leonel mostrándome su mano con una pequeño corte que dejaba a la vista su sangre.
La tome y comencé a escribir el nombre de Sophia y finalmente dibujar las tres estrellas.- tómense de las manos y por ningún motivo se suelten.- avise y cerré mis ojos. Respire profundo y comencé a pensar en Sophia, cuando nos conocimos, los días que pasábamos juntas las tres, los días de chicas, las risas, los largos trabajos, absolutamente todo. Mis lágrimas salieron cuando un fuerte dolor se instaló en mi pecho haciendo que me doblará hasta quedar de rodillas, sentí los gritos de Mario pero los ignore, por último solo en mi pensamiento blanco cruzó como un mensaje "donde estas Sophia" y todo se volvió negro.
*****
- que es esto?.- pregunto el hijo del director.
- no lo se, parece un laboratorio o algo así.- le respondió su padre.
- Abby despierta.- le decía tranquilamente a nuestra amiga.
- Leonel y si no despierta.-
- si lo hará Mario, claro que lo hará.- mire nuevamente su rostro y aun estaba pálido. No podíamos avanzar hasta que ella no se despertará.
- miren creo que esa es Sophia.- dijo el hijo del director. Mire hacia la dirección que el hijo recorría con sus ojos y efectivamente era ella. Estaba en una camilla con más cables conectados, me dolía tanto verla en ese estado, estaba más delgada y se veía desgastada.
- cuanto tiempo se tardará.- pregunto un hombre al médico.
- faltan sólo minutos para que su cuerpo absorba toda la sustancia.- hablo mirando unos papeles que tenia en sus manos.
- Más te vale Anthony.- le apunto con su dedo y se fue de ahí a la velocidad de la luz.
- esto es obra de Kald, no tengo la menor duda.- mire a Abby quien comenzaba a despertar.
- Mario..- susurró aún con los ojos cerrados.
- aquí estoy mi amor.- tomó las manos de Abby que se encontraban frías.
- Sophia.. esta en peligro.- hablo ya mirándonos detenidamente.- Esto es por Kald, debemos salir del pozo.-
- vamos a detener sea cual sea el plan que estos malditos tengan.- escupí fríamente llenándome aún más de irá, enojo y dolor. Los mataría, acabaría con todos y cada uno de ellos, ya hemos tenido suficiente.
- ¡¡ESTAN AQUÍ!!.- grito el mismo hombre de hace minutos. Supe que se refería a nosotros. Había llegado el momento de la guerra. Salimos de nuestro lugar y comenzamos a atacar, todos utilizaban sus armas y todos desprendían aquel odio causado por estos malditos.
Todos estábamos concentrados en la lucha cuando derrepente una fuerte luz abrazo todo el lugar. No sabíamos de donde venía hasta que de tanto recorrer con mi mirada enfoque una persona, quería que fuera una pesadilla. ¿que estaba sucediendo? .
Esa luz provenía del cuerpo de Sophia, sus ojos estaban negros y sus manos pasaron de ser puños a estar abiertas y tener una "K" en cada una de ellas. Esto debía ser un sueño. Esto no podía estar sucediendo, ella no.
Ella no.. .. .
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Soy Tu Vampiro
VampireLo que no conocemos esta cerca de nosotros, nos observan,nos olfatean, siempre están ahí pero esta especie no la podemos distinguir fácilmente. Ellos están entre nosotros.