Sus ojos cafés condenados

22 0 0
                                    

No trata ni por un segundo de mirarme; no trata, no puede y no quiere. Lo acepto, acepto que no quiera mirarme y que sus ojos llenos de amor no son para mí. Esa mirada no es para mí. Me superó, eso creo y eso espero. No sería justo que me quiera todavía, después de todo lo que le hice, no debe ni siquiera mirarme cuando nos cruzamos accidentalmente, no debe, lo sé. Pero es tan injusto para él todo lo que le hice; seguro que sufrió, lo más mínimo, pero sufrió. Cuando yo sufrí por, exactamente, la maldita suposición de que me engañaba. Esa maldita suposición malogró todo. Malogró el amor que sentía por él y que, supongo, el sentía por mí. 

- Giane.

Aveces me inspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora